El gran dinero busca refugio por miedo a la izquierda

A falta de cerca de once meses para que se celebren las elecciones generales, la inquietud se ha instalado en muchos sectores económicos del país, sobre todo en el financiero. Pablo Iglesias pone a las grandes fortunas en su punto de mira: impuesto para ricos:"Sabemos que necesitamos a los ricos, pero les vamos a pedir responsabilidad". Pedro Sánchez, por su parte, también lo tiene decidido: aprobará un impuesto a los ricos como una de las fórmulas para frenar el avance de Podemos entre el electorado más progresista.

Cuando quedan cerca de once meses para que se celebren las elecciones generales en España -podrían retrasarse hasta el 17 de enero de 2016, según establece la Constitución-, la inquietud se ha instalado en muchos sectores económicos del país, principalmente en el financiero. Y las causantes de este desasosiego han sido las últimas encuestas que se han publicado sobre la intención de voto de los españoles. Si estas intenciones de voto se reflejan en las urnas, los cambios en la actual política económica serán "muchos y radicales", principalmente en el tratamiento fiscal del patrimonio.

Los responsables de Podemos anuncian en su web que si llegan al Gobierno harán una "política tributaria justa, orientada a la distribución de la riqueza y al servicio de un nuevo modelo de desarrollo". Entre las medidas fiscales que proyectan tomar destacan el establecimiento de impuestos a las grandes fortunas, fiscalidad progresiva sobre la renta, aumentar los tipos impositivos del Impuesto de Sociedades, recuperar el Impuesto de Patrimonio basándolo en el principio de equidad, con un mínimo exento para la vivienda familiar en función de la renta, sin exenciones para la segunda vivienda; supresión de mecanismos de "efusión fiscal" como las Sicavs y la eliminación de los privilegios fiscales del capital financiero.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, afirma. "Sabemos que necesitamos a los ricos, pero les vamos a pedir responsabilidad". El líder de la formación ha desgranado un discurso plagado de propuestas políticas y con las grandes fortunas en el punto de mira: implantar un impuesto sobre la riqueza, a imagen del llevado a cabo en Francia por François Hollande; promover la progresividad fiscal "para que pague más el que más tiene" y, en resumidas cuentas, "hacer que los de arriba se aprieten el cinturón". Estas son algunas de las medidas con las que Podemos tratará de aumentar los ingresos para financiar el Estado de bienestar. Sólo con el impuesto sobre los súper ricos, indicó, se recaudaría lo equivalente al 0,23% del PIB. Con esta serie de medidas impositivas, Iglesias ha cifrado que "se recaudarían 92.000 millones extra", una cantidad que, según apuntó, solo sería fruto de igualar los impuestos a los de la media europea. "Amar a tu país es tributar en tu país", apeló.

El PSOE aprobará un impuesto a los ricos

Pedro Sánchez ya tiene perfilado un “impuesto a los ricos”. El borrador que se maneja en los despachos de Ferraz contempla unificar en un solo impuesto lo que ahora son dos: el de la renta (IRPF) y el de Patrimonio. Al tributo resultante se le aplicarán los mismos tipos impositivos que ahora tiene el IRPF. La propuesta persigue recaudar 3.500 millones adicionales al año para las arcas del Estado. Así, lo que ahora se declara como renta se mantendrá igual. Pero lo que se declara como patrimonio, en cualquiera de sus formas (casas, fondos de inversión,...), se le estimará una rentabilidad media -el PSOE baraja una cifra del 3%- y lo que resulte tributará también en el IRPF.

Detrás de este impuesto a los ricos hay también un estrategia del líder socialista. Quiere incluir esta propuesta como una de las más llamativas de su programa electoral, resumida así: “Que paguen más los que más tienen y los que ahora no pagan”. Una de las principales bazas será este impuesto, que además será uno de los pilares fundamentales en el que se cimentará su discurso en los mítines electorales del próximo año por toda España.

Las fuentes socialistas revelan también que los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda, en la etapa de Elena Salgado, estuvieron varios meses trabajando en un proyecto similar. Los estudios de impacto recaudatorio estaban incluso prácticamente finalizados. Sin embargo, existían discrepancias en el seno del Gobierno de Zapatero sobre si gravar a los que tienen más de un millón de euros, o subir hasta los que superasen los 1,5 millones. El aumento de los ingresos, en función de los tipos que se aplicasen, podía oscilar entre 2.000 y 1.000 millones de euros. “Ni Zapatero ni Rubalcaba se atrevieron a dar este paso”, sostienen fuentes del PSOE.

España podría atraer a mucho millonario europeo que decidiera mudarse aquí en plan retiro y clima suave. Pero el impuesto sobre el patrimonio es un ahuyentador del dinero. En Francia han retirado en Enero de 2015 el impuesto de las grandes fortunas, porque fue un fracaso: salían del país millonarios por un tubo. Algunos se fueron con fábricas.

El plan de Sánchez persigue que cada ciudadano pague según su capacidad económica, independientemente de qué tipo de riqueza tenga y dónde la tenga invertida. El objetivo es que los grandes patrimonios paguen los impuestos que ahora eluden con trucos legales de ingeniería fiscal. En el PSOE recuerdan que ahora existen diversas formas para eludir el impuesto de Patrimonio: crear sociedades patrimoniales, tener el dinero en fondos como las SICAV...

La forma más habitual es la constitución de sociedades donde se remansa el patrimonio, el conocido recurso a la creación de empresas familiares, que tienen una bonificación del 95%. Numerosas familias registran una sociedad inmobiliaria que se dedica al arrendamiento de pisos.

Otra manera utilizada por las grandes fortunas para pagar menos a Hacienda es jugar con el límite de renta. El asesor fiscal construye un entramado por el que los ingresos se quedan en la sociedad. Otro de los aspectos más llamativos es la tributación del 1% de las SICAV o, incluso, inferior en el caso de los fondos.

Las fuentes del PSOE reconocen que esta nueva figura impositiva no acabará con estas prácticas. Pero conseguirá que las grandes fortunas no eludan impuestos: cada año a ese patrimonio se le estimará una renta por la que habrá que pagar a Hacienda.

En el equipo económico de Pedro Sánchez están convencidos de que muchos de los 'ricos' españoles no pagan los impuestos que deberían. Según sus cálculos internos, los asumen, principalmente, las clases medias: “Las rentas del trabajo soportan el 90% de la recaudación, mientras que las del capital solo contribuyen con el 10% restante”, concluyen. El nuevo impuesto a los ricos de los socialistas se basa en figuras ya existentes en los países de mayor renta per cápita del mundo, como Canadá y Holanda. Se trata de un modelo fiscal que contribuye a recaudar más, hacerlo de forma más justa, a que la recaudación sea más estable y a que los impuestos no distorsionen la actividad económica.

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