De los más de 19 millones de ciudadanos que presentaron la declaración de la renta el año pasado, 5.394 personas confesaron a Hacienda que ganaron más de 600.000 euros durante 2014. Aunque son unos pocos más que el año anterior, en realidad son la mitad que en 2007, justo antes del colapso financiero mundial que condujo a España a una profunda depresión de la que aún quedan algunas señales
La crisis económica ha tenido efectos devastadores sobre el empleo y la desigualdad. Pero también sobre los niveles de renta de quienes tienen mayores ingresos. Los datos publicados por la Agencia Tributaria reflejan, en concreto, que en 2014 (últimas cifras publicadas) 5.394 contribuyentes declararon unos rendimientos en el IRPF superiores a los 601.000 euros. La cifra es significativa, pero todavía es más el hecho de que supone prácticamente la mitad de los que había en 2007, al comienzo de la crisis. Algo que da idea de hasta qué punto el deterioro de la situación económica ha afectado también a los niveles más elevados de renta. Ese año, 10.580 contribuyentes declararon unos rendimientos superiores a 601.000 euros.
La gran mayoría de estos contribuyentes (2.828 declarantes) pertenecen a la Comunidad de Madrid. Nada menos que el 52% de las rentas altas paga impuestos en Madrid, lo que representa el triple de su peso en términos económicos en el conjunto del Estado. Cataluña, que tiene un peso muy similar al de Madrid en términos de PIB, contabiliza 1.189 declarantes con rendimientos superiores a los 600.000 euros. Es decir, bastante menos de la mitad. Eso quiere decir que las tres cuartas partes de los contribuyentes con mayores ingresos pagan sus impuestos en Madrid o en Barcelona.
El descenso del número de ricos no es un fenómeno que afecta únicamente al tramo superior de rentas. También a los inmediatamente anteriores. En concreto, si al comienzo de la recesión, 747.295 contribuyentes tenían unos rendimientos superiores a 60.000 euros (apenas el 3,9% de los contribuyentes), en 2014 ese número ha caído hasta los 607.337. Es decir, ahora solo el 3,14% de los declarantes obtiene unas rentas superiores a la cifra que Podemos identificó en su programa electoral como los 'ricos', y a quienes se aplicarían unos tipos impositivos más elevados.
Los datos de la Agencia Tributaria reflejan, igualmente, que a la luz del IRPF, el rendimiento neto medio de los más de 19,3 millones de contribuyentes asciende a 21.768 euros, si bien el tramo más común es el situado entre 12.000 y 21.000 euros. En este bloque se incluyen 4,87 millones de declarantes. Por lo tanto, prácticamente uno de cada cuatro contribuyentes se encuentra en esos niveles de ingresos.
Profesionales y actividades económicas
A destacar el hecho de que nada menos que 7,65 millones de declarantes en el IRPF obtienen unos ingresos anuales inferiores a 12.000 euros, lo que pone de relieve una realidad salarial incómoda, y que en buena medida tiene que ver con la relevancia que tiene en el sistema productivo la contratación temporal o a tiempo parcial. Ahora bien, si se tienen en cuenta únicamente los rendimientos derivados del trabajo (sin contabilizar las rentas obtenidas por capital mobiliario o por actividades profesionales), los ingresos medios de un trabajador se sitúan en 18.787 euros. Eso sería lo que gana el español 'medio'.
Esta cifra es muy parecida a la que se registraba en 2007, cuando la media de rendimientos se situó en 18.400 euros. Es decir, en los últimos siete años, los rendimientos medios declarados a la Agencia Tributaria han crecido apenas un 2,1%, lo que muestra la contención salarial que se ha producido desde que comenzó la crisis. En el caso de los rendimientos por actividades económicas, y que afectan fundamentalmente a los profesionales, se ha producido, incluso, una caída del 26%, hasta los 7.467 euros.
Es relevante, además, la importancia que tienen los rendimientos de capital mobiliario en términos agregados, si bien hay que tener en cuenta que se concentran en los niveles altos de renta. Aun así, 12,8 millones de declarantes tuvieron algún ingreso por cuentas corrientes, renta variable o fija, con una cuantía media de 1.295 euros al año.
Las cuentas del Estado
En todo caso, las cifras aportadas en el artículo creo que son ilustrativas de la realidad económica española y su evolución. Esto debería hacer reflexionar a nuestros políticos y a muchos votantes que buscan enemigos a los que culpar de todos los males ("los ricos", que defraudan mucho), y fían la solución de todos los problemas a soluciones mágicas (eliminar el fraude, que paguen más "los ricos").
El problema de nuestras cuentas públicas y de nuestro Estado del bienestar, es que se gasta mucho, muchísimo, y de forma ineficiente, cosas totalmente prescindibles, y luego no hay para lo importante. Las AAPP en su conjunto gastan unos 480.000 MM € al año. Las pensiones (120.000), la sanidad (70.000) o la educación (45.000), suponen menos de la mitad del gasto total de las AAPP, teniendo en cuenta que en esos capítulos ya se podría ahorrar mucho sin empeorar el servicio (eliminando y centralizando las 17 estructuras completas de CCAA que tenemos para sanidad y educación, revisando qué universidades hay, dónde, para qué y con qué niveles de calidad, etc). Lo que hay que hacer, y con urgencia, es pinchar la burbuja política y de gasto que tenemos, para preservar de verdad las pensiones, sanidad, educación, justicia y seguridad. En el resto hay muchísimo despilfarro y hay que cortar cuanto antes.