Entrevista: Borja Durán, autor del libro "Gestión del Patrimonio Familiar"

  

"Borja Durán, autor del libro "Gestión del Patrimonio Familiar".

Con más de 20 años de experiencia en la industria financiera y un largo curriculum de títulos y masters universitarios, Borja Durán aborda en este libro la gestión de patrimonios como un proceso dinámico que, para alcanzar sus objetivos, exige un trabajo intenso y contínuo de comunicación y pedagogía entre los profesionales dedicados a esa misión y los grupos familiares a los que asesora. Un manual de obligada referencia para gestionar los grandes y medianos patrimonios.

 

 GoldenSpain: ¿A quién va dirigido su libro “Gestión del Patrimonio Familiar?

El libro está dirigido al público general, no es un libro orientado hacia los profesionales del sector financiero. Dentro de ese público objetivo, sus principales destinatarios son todas aquellas personas a las cuales les inquiete su familia y su patrimonio, algo mucho más amplio y profundo, que trasciende al mero materialismo.

El patrimonio familiar es la suma de todos los componentes que permitan generar, de una manera u otra valor para sus miembros, pero sin perder de vista que la principal y más importante fuente de riqueza familiar son los miembros que la conforman. Dicho de otra manera, el patrimonio familiar es la suma del patrimonio humano, intelectual y económico de la familia. La gestión patrimonial genera espacios de debate y reflexión no sólo en lo que concierne al ámbito económico, sino que nos ayuda a replantear y priorizar lo que es realmente importante en nuestras vidas. El libro aporta una visión personal de cómo gestionar el patrimonio familiar, sus componentes, sus retos y sus oportunidades. Además, trato de poner al servicio del lector mi experiencia en el sector aportando mi opinión tanto de la industria, como de las estructuras necesarias para llevar a cabo la gestión patrimonial familiar con rigor y eficacia.

 GoldenSpain: ¿Qué momento vive la banca privada?¿Ha sabido superar la delicada situación económica en nuestro país?

La banca privada –la que atiende a los particulares de rentas y patrimonios medios altos– no está en su mejor momento, quizás cabría decir que está pasando una mala época. Hay muchas razones para afirmar esto, pero me gustaría destacar tres por encima del resto: la asimetría de información entre proveedor y cliente, la falta de trasparencia potenciada por la complejidad de la industria y la adecuación correcta de las recomendaciones para los clientes (conflictos de interés). La asimetría que se produce entre el proveedor de servicios financieros y el inversor no profesional es elevada y genera situaciones perversas para este último. Esto se debe a que el inversor no dispone siempre de la formación necesaria para entender cómo se han originado los productos de inversión, no conoce el funcionamiento y mucho menos la sensibilidad de las inversiones ante diferentes variables económicas. La progresiva complejidad de los productos provoca que el análisis sea un proceso complejo y donde no siempre resulta fácil identificar las variables clave y el devenir de los resultados en función de la dirección que tome el mercado. La falta de conocimiento y de asesoramiento por parte de las entidades permite, en ocasiones, la ocultación o la no revelación de riesgos e información necesaria que, en caso de disponer de ella, el cliente probablemente no invertiría.

En muchas ocasiones, más de las deseables, los propios comerciales de las entidades financieras desconocen parte de la información o del funcionamiento de los productos, lo cual aumenta todavía más el grado de asimetría y dificulta el entendimiento de una inversión por parte del inversor. Dicha asimetría permite la creación y comercialización de productos más complejos que pueden confundir al inversor. Esto hace que en ocasiones el inversor pueda pensar de forma equivocada que por tener un diseño sofisticado, sus opciones de obtener mayores rentabilidades son mayores que ante productos más sencillos. Un ejemplo de esto podría ser el depósito bancario al que se le añade una rentabilidad adicional del 5% anual gracias a la venta de opciones sobre varias acciones cotizadas. El inversor no entiende fácilmente que el extra de rentabilidad procede de vender prima en descubierto sobre acciones cotizadas, algo muy arriesgado y que puede provocar, en caso de un movimiento adverso de mercado, recibir las acciones con una minusvalía del 50%.

Por tanto, hay dos formas de protegerse ante un posible escenario de desequilibrio: la primera, contar con el conocimiento necesario, propio o ajeno, que permita analizar y explicar todas las características y riesgos de las alternativas de inversión; la segunda, decantarse siempre por lo sencillo, es decir, no salirse de lo que el inversor llegue a entender.

 GoldenSpain: ¿Cree que las medidas de la troika favorecen el ahorro de las clases medias y la gestión de un buen patrimonio? ¿Qué culpa tienen los gestores y los políticos?.

Los clientes están muy enfadados con la respuesta que han obtenido de sus bancos tradicionales. Por un lado, lo que la Troika busca es que España y cada país de la Eurozona sean buenos garantes de sus obligaciones, por ello las medidas que están imponiendo tienen un claro sesgo de austeridad, que en el corto plazo son contraproducentes para la actividad económica. En mi opinión, no hay mucho margen de maniobra para otras alternativas, porque los niveles de endeudamiento, de mala asignación de recursos y excesos, han sido tremendos.

No cabe duda de que empresarios, bancos y políticos tienen su parte de responsabilidad en la situación que hoy atravesamos, pero si queremos realizar un análisis completo, no podemos obviar la responsabilidad que tienen los particulares, que imbuidos por unas ambiciones desproporcionadas, se han involucrado de manera imprudente en actividades e inversiones complejas.

Durante la última década hemos dejado de ser competitivos, el crédito ha dejado de fluir y el desempleo se ha disparado a niveles insoportables. En este escenario generalizado no hay suficientes factores que permitan la acumulación del ahorro y menos el sosiego mental necesario para la gestión patrimonial.

En cuanto a las respuestas insatisfechas que los clientes están obteniendo de los bancos, creo que por un lado estarían los errores derivados de una comercialización errónea por parte de las entidades, pero por otro, a la falta de conocimiento y expectativas erróneas sobre el papel que desempeñan los accionistas y acreedores de las entidades que la falta de respuesta de los banqueros y gobierno. En última instancia, los inversores tienen una gran parte de responsabilidad, no podemos ni debemos ser paternalistas, y tienen que esforzarse en buscar ayuda para entender lo que hacen.

 Goldenspain: La crisis ha provocado una salida de posiciones de España hacia países más solventes. En este contexto, bancos privados de otros países, fundamentalmente suizos y andorranos están aprovechando la situación para crecer en el mercado español?.

En cuanto al posicionamiento de la banca extranjera en España es una tendencia creciente, debido a dos razones principales. La primera, como consecuencia de la desaparición de la mitad del sector bancario español, motivado por la restructuración de las cajas de ahorro; y segundo, porque la banca española es mayoritariamente banca universal y ha estado sometida a un desprestigio nacional e internacional, que hace que los clientes de banca privada estén dispuestos a “escuchar” y plantearse otras alternativas.

A mi parecer, que exista mayor competencia cualificada en el país es muy sano, pues hará subir el nivel tanto de los clientes como de las entidades. Los bancos extranjeros sólo serán capaces de continuar en España si consiguen rentabilizar sus operaciones en el país, cosa que no es del todo sencillo y menos en el corto plazo.

 Goldenspain: ¿Cómo afectó al sector la fuga de capitales?

Las posiciones que han salido de España son más consecuencia de reasignaciones geográficas de grandes inversores extranjeros, que ahorro de los españoles que ha emigrado por el miedo del sistema. De todos los flujos económicos que han emigrado, no me equivocaría mucho si afirmara que menos del 5% es de familias y empresas españolas. A modo de ejemplo, un fondo de inversión luxemburgués que invierta en deuda de países AAA, no le queda más remedio que vender todas las posiciones en bonos españoles en el momento en que se rebajó el rating al país. Incluso en el supuesto de que el gestor no se encontrara del todo incomodo manteniendo su posición en nuestro país, las normas que rigen la política de inversión del fondo le obligaban a deshacer posiciones y buscar alternativas en otros países.

Aún así, los expertos consultados apuntan que el momento actual es propicio para una recuperación del sector, si bien el enfoque es distinto al de hace unos años: mientras antes de la crisis el sector se volcaba para captar a los nuevos clientes potenciales, ahora «el mercado está más cerrado. ¿La seguridad frente a la rentabilidad?.

La industria financiera ha perdido mucha credibilidad en los últimos años y en la actualidad es uno de los sectores más deteriorados y peor valorados por el público, según varias encuestas realizadas recientemente. Además, muchos inversores y clientes de entidades financieras reconocen no confiar plenamente en sus proveedores habituales. Este alto grado de desconfianza es común en la gran mayoría de los países y, sobre todo, a raíz de la última crisis financiera.

El sector de la banca, y en especial el de la banca privada se tienen que reinventar drásticamente, y lamentablemente, esto no es un proceso sencillo ni breve. Existen, en mi opinión, varios motivos que justifican y explican este deterioro reputacional reciente de la industria:

    • Gran parte de la industria financiera continúa estando motivada en sus resultados económicos, más enfocados hacia los resultados de corto plazo que en relaciones de largo plazo con los inversores y clientes, las cuales permitirían reducir los conflictos de interés.
    • Se priman en numerosas instancias los intereses de los accionistas de las entidades frente al de los clientes. Como ejemplo reciente de esto tenemos las campañas de depósitos de las entidades, las colocaciones de preferentes, salidas a Bolsa y venta de obligaciones convertibles entre los clientes minoristas y de banca privada de las entidades, con las correspondientes consecuencias, conocidas por todos.
 Goldenspain: Estamos ante un cambio radical del negocio. El cliente ha aprendido y querrá mayor especialización?

Para recuperar la normalidad se debe recuperar la confianza en la industria e incrementar su transparencia. Esto se puede conseguir mediante la suma de dos condiciones: el incremento del conocimiento y la alineación de intereses entre entidades e inversores. La industria de la gestión patrimonial va a tener que decantarse entre ser por un lado, un proveedor de productos global o de nicho o, ser un asesor (no comercializador) de inversiones. Ambos enfoques no son del todo factibles por los posibles conflictos de interés que se generan.

En cualquier caso, la tendencia es mayor hacia el pago explícito por los servicios que reciban los clientes en vez del pago de manera implícita u oculta como venía siendo habitual.

 Goldenspain: En este contexto de reinvención, sólo sobrevivirán aquellos capaces de hacer rentable su negocio. Algo nada sencillo teniendo en cuenta que las entidades trabajan con clientes conservadores, que prefieren productos simples (con menos márgenes) y que demandan cercanía, lo que obliga a destinar mayores recursos a su servicio.

Estoy completamente de acuerdo con su comentario. La industria ha vivido en un entorno de altos márgenes y una calidad de asesoramiento baja, en concreto lo que ha habido es una comercialización masiva de productos. La banca privada tiene que reconvertirse para sobrevivir en un entorno de menores ingresos y mayores costes, cosa que no va a ser nada fácil. Va a ser muy interesante contemplar como se gestiona este cambio significativo en las reglas del juego.

 Goldenspain: ¿Hay que poner impuestos a los ricos?

Por un lado, no me gusta el término “rico”, debido a que es algo ambiguo y normalmente utilizado de forma poco constructiva, y a que para cada persona puede significar algo distinto. Además, me gustaría destacar que este segmento de la población ya paga impuestos. Si la pregunta está orientada hacia si hay que imponer impuestos al patrimonio, creo que no por varias razones. Primero, porque ya se ha tributado por ello en el impuesto de las personas físicas y en el de las sociedades, además del IVA, IBI, etc.

Segundo, porque las personas que han sido capaces de alcanzar estos umbrales de patrimonio lo han hecho gracias a la inversión y desarrollo de empresas, la generación de puestos de trabajo y superando el correspondiente pago de impuestos. La aplicación de capas adicionales impositivas limitará sus ambiciones empresariales y patrimoniales, y redundará en una menor riqueza para el total de la economía. Si de algo está necesitado nuestro país es de ese espíritu emprendedor que tanto admiramos de países como EEUU, y es por ello que hay que facilitar y no desincentivar este tipo de iniciativas.

Tercero, el impuesto sobre la riqueza no hace sino desincentivar ciertas iniciativas y coartar la ambición positiva que contribuye al crecimiento de la persona y a su capacidad de superación.

Por último, porque el segmento de las personas con altas rentas o patrimonios tienen la capacidad tanto de deslocalizarse, como de estructurar mecanismos para evitar dichos impuestos, por lo que suele ser poco efectivo y acaba afectando en mayor medida, yde manera más injusta, a otras clases de la población. l

организации и предприятия предприятия ярославля.

Este sitio Web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies. Para obtener más información sobre las cookies que utilizamos y cómo eliminarlas, consulte nuestra política de política de cookies.

  Acepto las cookies de este sitio.