EL NÚMERO DE MULTIMILLONARIOS CRECE UN 8% EN ESPAÑA CON LA RECUPERACIÓN

El número de multimillonarios no ha dejado de crecer en España ni durante lo peor de la crisis y con la recuperación económica han tomado un nuevo impulso. Un total de 508 personas declararon al fisco tener propiedades valoradas en más de 30,05 millones de euros en 2014, según la estadística del impuesto sobre patrimonio difundida por la Agencia Tributaria. La cifra muestra que el número de súper ricos aumentó un 8% respecto al año anterior, lo que supone que 37 personas se incorporaron a este selecto club de acaudalados.

El incremento de los que reconocen tener más de 30,05 millones de euros es el mayor de entre todos los grupos de renta, lo que refleja un crecimiento de la desigualdad social y económica como advierten diferentes estudios de destacados organismos internacionales. De hecho, se han duplicado desde que estalló la Gran Recesión, hace casi una década.

La estadística del impuesto de patrimonio también muestra que los contribuyentes que declaran un patrimonio valorado entre 48.000 euros y 60.000 euros descendió un 18%. En realidad, se desconoce si han salido por tener menos bienes que declarar o por lo contrario, porque han aumentado su patrimonio y han pasado al siguiente escalón.

En total 181.874 españoles (un 1,9% más) declararon bienes y derechos por importe de 555.538 millones de euros, un 3,4% más que el ejercicio anterior. La mayor parte de esta riqueza se encuentra en acciones y participaciones en empresas no cotizadas (223.894 millones de euros). Otros 75.094 millones se encuentra en acciones en sociedades de inversión colectiva (sicav). Los españoles más pudientes reconocen tener 53.848 millones de euros en sus cuentas corrientes.

LOS PRIVILEGIADOS

La estadística muestra que los españoles con una situación más desahogada confiesan tener inmuebles y fincas valorados en 99.549 millones de euros. Además, aseguraron al fisco ser titulares de 10.758 millones en bienes afectos a actividades económicas; otros 10.264 millones en seguros y rentas, y 14.371 en otros bienes y derechos.

Entre las curiosidades destaca que los españoles que presentaron esta declaración reconocen poseer joyas, pieles, vehículos, embarcaciones y aeronaves valoradas en 602 millones de euros. Y otros 503 millones en objetos de arte y antigüedades.

Las comunidades recaudaron 937 millones de euros por este impuesto, solamente ocho millones más que el año anterior, pese al aumento de los declarantes (un 1,9%) y de la base imponible (4% más). La mayor parte de esta recaudación procede de los contribuyentes que tienen entre 1,5 millones y seis millones de euros. Aunque los más pudientes, los que declaran más de 30 millones, fueron los que, obviamente, más pagaron de media: 461.872 euros. (Cuadro 1)

BIENES EN EL EXTRANJERO

El aumento del patrimonio declarado por los españoles es menor del que podía esperarse por las decisiones de las autoridades tributarias para aflorar la riqueza oculta.

El Gobierno aprobó en 2012 una amnistía fiscal, que afloró unos 40.000 millones. En 2013 puso en marcha la declaración de bienes en el extranjero, una declaración fiscal que obliga a registrar todos los bienes y derechos que tienen los españoles en otros países bajo la amenaza de sanciones muy exigentes. Desde entonces, los contribuyentes han declarado tener casi 98.000 millones en el exterior. Ante estas dos medidas, muchos españoles decidieron repatriar sus bienes lo que hubiera hecho pensar en un mayor aumento de los bienes declarados en el impuesto de patrimonio.

No obstante, la estadística de este tributo hay que tomarla con cierta cautela y no reflejan la realidad patrimonial de los españoles. La estadística procede de las información que recopila la Agencia Tributaria de las declaraciones que realizan los contribuyentes y pueden no contener toda la información bien porque la omitan para defraudar o porque mediante técnicas de elusión fiscal la trasladen a sociedades instrumentales o a otros países más opacos. La estadística es incompleta por la propia regulación del impuesto, cedido a las comunidades, que tienen competencia para regular su funcionamiento. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP, solo exige que presenten la declaración a los que tengan bienes valorados en más de dos millones de euros, lo que deja fuera a muchos millonarios. (Cuadro 2)

IMPUESTO DE PATRIMONIO

El impuesto de patrimonio es particular y controvertido. Esta cedido a las comunidades autonomías que han legislado sobre él variando la liquidación en función del territorio donde se resida. Este impuesto está parcheado.

Fue suprimido por el Gobierno de Zapatero en 2008, que decidió bonificar la totalidad de la cuota del impuesto y eliminó la obligación formal de presentar la declaración.

Pero lo recuperó temporalmente en 2011 y 2012, ante el azote de la crisis. Desde entonces, el Ejecutivo popular de Rajoy lo ha ido renovando año a año en la ley de presupuestos. Madrid es la única comunidad que mantiene la bonificación del 100% y no recauda nada por esta figura tributaria.

En los de 2016 se volvió a ampliar la vigencia del impuesto hasta 2017, por lo que si el Gobierno no toma nuevas medidas el impuesto desaparecerá el próximo año.

MÁS MILLONARIOS TRAS LA CRISIS

Las cifras de Eurostat y los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya han mostrado en repetidas ocasiones cómo la crisis económica ha provocado un enorme aumento de la desigualdad en España. La diferencia entre la parte más rica y más pobre de la población ha aumentado significativamente durante la crisis, al tiempo que aumentaba el porcentaje de personas en paro y las familias en riesgo de pobreza o exclusión social. Pues bien, en 2013, último año de la recesión, un año en que la tasa de personas en riesgo de pobreza o exclusión social alcanzó al 29,2% de la población (según los datos del Instituto Nacional de Estadística), hubo más personas que nunca que en España se declararon poseedores de un patrimonio multimillonario (según las cifras de Hacienda).

Con las estadísticas de Hacienda siempre hay una salvedad importante: se trata de lo que declaran los contribuyentes. El número de ricos declarados no tiene por qué ser igual al de los reales. Es verdad que son todos los que están (nadie declara lo que no tiene para pagar impuestos por ello), pero no están todos los que son (dado el fraude y las maniobras de elusión fiscal, además de los criterios del impuesto que dejan parte del patrimonio exento). Se puede sostener que el nivel de fraude suele ser relativamente constante, con lo que no distorsionaría la comparación, pero en este caso hay algunos factores que obligan a examinar los datos con especial cautela.

AMNISTÍA FISCAL

El Gobierno aprobó en 2012 una amnistía fiscal que permitió aflorar patrimonios multimillonarios, en ocasiones con origen delictivo, sin apenas dar explicaciones y casi sin tributar. Aunque inicialmente se exigía pagar por un 10% del patrimonio aflorado, al final Hacienda fue admitiendo que se tributase por el 10% de los rendimientos de los años no prescritos, con lo que la tributación efectiva en relación con el patrimonio declarado fue mínima, del orden del 3% para los aproximadamente 40.000 millones de euros aflorados. Además, Hacienda ha ampliado las exigencias de declaración de bienes en el extranjero y endurecido el castigo para los que incumplan esa obligación.

No se sabe, sin embargo, qué efecto puede haber tenido eso sobre el número de contribuyentes que declaran patrimonios multimillonarios. Lo que sí es cierto es que en 2012, año de la amnistía fiscal, hubo un fuerte aumento de quienes declaraban más de 6 o más de 30 millones de euros. También influyó que ese año Comunidad Valenciana y Baleares dejaron de bonificar el impuesto.

Con esa salvedad, los datos muestran que en 2012 hubo 471 personas que declararon un patrimonio neto de 30.651 millones, a una media de 65 millones por persona. Pero no sólo hubo un máximo de patrimonios de más de 30 millones de euros, sino que también se batió el récord de quienes declaran entre 6 y 30 millones de euros (que pasan de 5.205 a 5.469) y de los que declaran entre 1,5 y 6 millones (de 46.531 a 48.742).

Todas esas cifras corresponden a la base imponible, que es el criterio por el que clasifica Hacienda las declaraciones. En realidad, los bienes y derechos de los contribuyentes tienen un valor superior, porque se deducen no sólo las deudas y cargas, sino también los bienes exentos (desde parte de la vivienda habitual hasta los dedicados a la actividad empresarial, pasando por otros muchos).

MADRID ATRAE A LOS RICOS

Los madrileños son con gran diferencia los que declaran un patrimonio medio más alto (siempre dentro de los declarantes por este impuesto), con 8,17 millones de euros, frente a una media de 3,01 millones para el Estado (excluyendo Navarra y País Vasco, no sujetos al impuesto estatal). Los madrileños, sin embargo, están exentos de pagar impuesto sobre el patrimonio por decisión de su Gobierno autonómico y eso implica indirectamente, además, que solo tengan que presentar declaración quienes tengan un patrimonio de más de 2 millones, lo que explica que haya menos declarantes y por importe más alto. La bonificación autonómica supuso a los 16.153 adinerados madrileños que presentaron la declaración ahorrarse 612 millones de euros. Teniendo menos del 10% de los declarantes, la exención madrileña representa el 40% de lo que recaudaría el impuesto.

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