¡¡¡PUTIN, ESE HOMBRE!!!

El presidente de Rusia ha hecho un particular presente de Año Nuevo a más de 1.000 trabajadores públicos: un libro de textos políticos que deberán leerse. También se ha creado un perfume y un calendario Putin, el último grito en regalos navideños en Rusia. "El frasco es sobrio y conservador en colores. Debe ser masculino como el presidente ruso. Debe transmitir una imagen de contención", dice el creador del perfume.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha enviado un libro de 400 páginas con sus textos más “proféticos” a más de 1.000 trabajadores públicos como regalo de Año Nuevo. Y, según informa 'The Daily Mail', el Gobierno ha obligado a todos los altos funcionarios a que lo lean y lo tengan en un lugar visible de sus despachos.

El libro, que lleva por título 'Palabras que están cambiando el mundo', es una recopilación de diversos discursos y artículos de opinión que Putin ha elaborado en los últimos doce años. “Estas son las palabras que predicen y predeterminan los cambios globales de la política internacional”, se lee en la introducción. Muchos críticos con el líder ruso no han dudado en comparar su libro con las 'Citas del presidente Mao', uno de los textos más leídos de la historia, cuyo estudio ha sido obligatorio en China desde el triunfo de la revolución comunista.

El libro deja claro que el presidente se considera a sí mismo como uno de los más grandes líderes políticos de la historia reciente, una mente preclara que siempre acierta, algo que ha sido criticado por algunos historiadores como Nikolai Svanidze, representante ruso del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que asegura que Putin “ha ido más lejos que el dictador Josef Stalin”. En declaraciones a la agencia de noticias RBK, Svanidze ha explicado que “en los países con regímenes autoritarios y autocráticos siempre se están publicando los discursos más brillantes de sus líderes, aunque estos no sean tan brillantes”.

Por supuesto, Putin tiene también muchos defensores. Uno de los editores del libro, que ha preferido no dar su nombre, ha defendido el texto en 'The Daily Mail', asegurando que “todo lo que dice el presidente acaba siendo cierto de una u otra manera”. En su opinión, a Occidente le iría mucho mejor si hubieran hecho caso al líder ruso: “Si todos aquellos que estuvieron presentes en la Asamblea General de la ONU de 2003 hubieran escuchado las palabras de Putin el mundo sería muy distinto hoy en día. Cientos de miles de personas seguirían vivas y Europa no habría sido sobrecargada con los refugiados de Oriente Medio. Las palabras de Putin podrían ser calificadas de proféticas”.

El perfume Leaders Number One de Putin.

El primer perfume inspirado en el presidente ruso, Vladímir Putin, y un calendario satírico de 2016 con sus mayores proezas internacionales en Siria y Ucrania son también el último grito en regalos navideños en Rusia. "El aroma de Putin debe ser fuerte y cálido, pero nunca sentimental. Debe ser atractivo y despertar confianza, pero sin correr muchos riesgos", explica Vladislav Rekunov, perfumista bielorruso y autor del nuevo aroma presidencial.

El perfume Leaders Number One, que pretende transmitir una imagen de éxito y liderazgo, ya está a la venta en el más exclusivo centro comercial de Moscú, los almacenes GUM, en plena Plaza Roja. Su precio es de 90 dólares, un precio no prohibitivo, pero alto si se tiene en cuenta la actual devaluación del rublo y la recesión económica en Rusia, aunque Rekunov considera que "el aroma de Putin no puede ser nunca barato".

"Hemos utilizado los mejores elementos y la receta más cara. Hemos distribuido 2.000 unidades, aunque estoy seguro de que para el 7 de enero (Navidad Ortodoxa) se habrá agotado y tendremos que lanzar una nueva partida después de las fiestas", señaló. El frasco del perfume de Putin incluye su inconfundible perfil, pero no su foto, ya que, tratándose del jefe del Kremlin, eso sería "frívolo". "El frasco es sobrio y conservador en colores. Debe ser masculino como el presidente ruso. Debe transmitir una imagen de contención", precisó.

Otro regalo navideño que está haciendo furor estos días son unos calendarios satíricos protagonizados por Putin, obra del conocido cartelista Andréi Budáev, que ha sabido subirse a la ola nacionalista que recorre Rusia desde la anexión de Crimea. Se trata de seis calendarios políticos que aluden sin tapujos a los grandes temas del año que termina, en el que, según sus partidarios, Putin ha logrado darle la vuelta a la tortilla del aislamiento y las sanciones occidentales con la intervención militar en Siria. "2016. En la guerra como en la guerra", reza la portada de uno de esos calendarios apocalípticos con Putin armado con un revolver, cartuchera incluida, y los misiles intercontinentales Tópol como fondo.

Budáev no deja títere con cabeza, ya que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aparece en febrero en paños menores y en mayo como un sanguinario guerrillero del grupo yihadista Estado Islámico junto a camiones cisterna con el petróleo robado en Siria e Irak. También comparte mesa en agosto con el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que es caracterizado aquí como un oficial nazi y en otro mes como una simple marioneta de Estados Unidos. Como es de esperar, el líder sirio, Bachar al Asad, es el protagonista de varios almanaques, pero casi siempre en postura desvalida, enterrado bajo la arena del desierto -adonde acude al rescate un osado Putin-, o vestido de soldado a la espera de las órdenes del Kremlin.

No sin sorna, Putin y el presidente norteamericano, Barack Obama, se agarran de la solapa en plena Asamblea General de la ONU, adonde el líder ruso regresó en septiembre pasado tras diez años de ausencia para pedir una coalición internacional contra el yihadismo. También acude raudo Putin al rescate de Grecia, del ex presidente de la FIFA Joseph Blatter y del líder de los separatistas prorrusos de Donetsk, Alexandr Zajárchenko; al tiempo que supervisa el trabajo de Edward Snowden, el espía de la CIA que se exilió en Rusia tras denunciar una trama de escuchas en EEUU.

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