La XXV Cumbre Luso-Española, celebrada el 9 de mayo en Oporto, ha puesto en evidencia que los dos países que forman la península ibérica son algo más que dos países que han vivido de espaldas tantos años.
España y Portugal nunca hemos sido capaces de mantener, en estos años de crisis, una voz política común para saber imponernos en el marco europeo”, afirmaba recientemente en Madrid Mário Soares, ex presidente y primer ministro de Portugal. “Nuestros dos Estados ibéricos atraviesan por un espléndido período en sus relaciones, independientemente de los gobernantes que los dirijan. Pero nunca hemos sido capaces de mantener, en estos años de aguda crisis, una voz política común, o concorde cuanto menos, para saber imponernos, en el marco europeo, con la suficiente fuerza como para ser escuchados”.