Se prevé un aumento del 10% en las ganancias empresariales en Europa, que pueden aprovecharse en los mercados. La revalorización esperada para el Ibex es del 10% y la clave para ganar rentabilidad son los fondos mixtos. Los inversores se verán abocados, un año más, a buscar en la renta variable, y en los productos cotizados, los retornos esperados en sus inversiones. Y es que las perspectivas para la Bolsa, en especial la europea, son positivas de cara a 2016, fundamentalmente por el apoyo de los bancos centrales, la recuperación económica y la mejora de los beneficios empresariales.
Mientras el mercado europeo seguirá dominado por las inyecciones de liquidez y la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) para limpiar los balances de las entidades financieras, al menos hasta marzo de 2017; al otro lado del Atlántico, la más que esperada subida del precio del dinero de la Reserva Federal, provocará una probable apreciación del dólar y un incremento en las rentabilidades de la deuda.
Los focos de tensión de 2016 se encuentran en los cuatro siguientes apartados: la evolución de las economías y mercados emergentes; el desarrollo del escenario y el ciclo económico en China; la dinámica de los mercados, especialmente ante la posibilidad de divergencias en política monetaria de los principales bancos centrales; y, por último, las incertidumbres políticas, geopolíticas y sociales, en toda su extensión y complejidad, que afectarán a las anteriores. El sentir generalizado entre los expertos sitúan de nuevo a la renta variable como la mejor alternativa para obtener rentabilidad en 2016. Los beneficios empresariales en Europa tendrán un aumento en torno al 10%.
Las compañías españolas se verían beneficiadas el año que viene por todos esos factores que han impulsado el crecimiento de la economía europea, y que aún no ha sido aprovechado por el parqué español. Así, la Bolsa patria se encuentra entre las más baratas de Europa. Los expertos vuelven a mostrar su unanimidad respecto al Ibex 35, al que dan un potencial de revalorización por encima del 10%, en el entorno de los 11.500 puntos. Ahora bien, los analistas coinciden en que en 2016, más que nunca, los inversores han de mantener una actitud exhaustiva en la selección de los activos. Los mejores recorridos del sector financiero serán para el Santander, Deutsche Bank y Société Générale entre los bancos europeos con mayor atractivo. En España, destaca Telefónica, a la que otorga un recorrido hasta los 14 euros por acción desde los 10,89 actuales, al igual que Iberdrola o Gas Natural. Entre los valores medianos resalta el sector de las comunicaciones, con Mediaset, y el turístico, con NH, a la cabeza y, entre los valores más pequeños, apuesta por Robi, Amadeus y Dia.
Las expectativas de crecimiento en Europa son mayores a las del resto del mundo, lo que beneficiará a los mercados continentales, especialmente en los sectores relacionados con la demanda interna, debido al incremento del consumo doméstico y una mejora en los salarios. Apuestan por valores cíclicos y defensivos, con alto dividendo como Roche o Bayer, y por entidades de Estados Unidos, como JP Morgan, por la previsible subida de tipos por parte de la Fed, y “bancos europeos diversificados como ING”. También seleccionan Dia, Iberdrola y Enagás. Se muestran, asimismo, muy receptivos a compañías de consumo, presentes en gran parte de las carteras de los inversores, en especial Danone y Nestlé, o cerveceras como Anheuser-Busch InBev (ABI) y Heineken.
Junto a valores defensivos como Adidas, también apuestan por una selección centrada en empresas con capacidad de crecimiento sostenido en el tiempo, como Sacra o Airbus en defensa y aeronáutica, Saab en automoción y Atos en el sector de las tecnologías.
La cartera ideal para un inversor de riesgo medio, se recomienda la siguiente cartera tipo para 2016: un 45% en renta fija, repartido a su vez en distintos niveles de riesgo y activos; un 30% en renta fija a corto plazo europea, por ejemplo, BGF Euro Short Duration Bond o Mutuafondo D; y un 15% en renta fija global flexible: Amundi Global Aggregate. Igualmente, pondría un 10% en un fondo mixto, el Gesconsult León Valores. Y el 45% restante en renta variable, distribuida de la siguiente manera: el 20% en Europa, a través de un fondo como el UBAM Europe Equity o de un ETF, como el Lyxor Eurostoxx 50; otro 20% en Estados Unidos, a través del Fidelity America o el ETF Lyxor Dow Jones IA; y un 5% en Japón, a través del Schroder Japanese Equity.
Una cartera para batir al Ibex
Serán los valores del año. Los que rebasen de largo al Ibex. Para que el inversor español, conservador por excelencia, pueda beneficiarse de los títulos con mayores expectativas de crecimiento en 2016, les ofrecemos una cartera siguiendo las recomendaciones de las grandes gestoras y bancos:
IAG. Se verá favorecida por los bajos precios del petróleo, por el crecimiento de las reservas aéreas y del turismo.
ACS. Uno de los títulos con más recorrido del Ibex, debido a la gran cartera de pedidos que tiene en Estados Unidos, uno de sus principales mercados, así como en países maduros como Alemania, que se espera sean los de mayor crecimiento en 2016. DIA. No tiene una rentabilidad por dividendo muy alta (3%), pero se va a beneficiar de la mejora del consumo.
MELIÁ. Se verá impulsada por la mejora del turismo y el tipo de cambio. Además, está cerca de adjudicarse un gran proyecto en Cuba.
Abertis. Tras una caída próxima al 15% en Bolsa en 2015, la concesionaria ha triplicado su beneficio por el avance del tráfico en sus autopistas así como de la contratación internacional. Acciona. Con una rentabilidad superior al 2,5%, tiene expectativas de revalorización. Acerinox. Lo puede tener complicado en tanto que las materias primas tocan suelo, pero la recuperación de la demanda del acero y de Estados Unidos le van a beneficiar. BME. Su rentabilidad por dividendo es del 6%. Además, está penalizada respecto a sus pares del mercado.
Enagás. Este valor no dará ni grandes sorpresas ni grandes sustos, dado su perfil defensivo. Su rentabilidad por dividendo supera el 4%.
Gas Natural. Su rentabilidad por dividendo supera el 4% y tiene una cuenta de resultados que sorprende cada año, aun con crecimientos bajos.
Crece el vehículo de inversión preferido por las grandes fortunas
Las relacionamos siempre con las grandes fortunas y no nos equivocamos. Son ellas las que generalmente están detrás de las sociedades de inversión de capital variable (Sicav). No debería extrañarnos teniendo en cuenta que para montar una es necesario un patrimonio mínimo de 2,4 millones de euros, cantidad al alcance de muy pocos.
Y parece que a nuestros millonarios las cosas les van bien últimamente, ya que este tipo de vehículo de inversión vive desde la amnistía fiscal de 2012 –que regularizó unos 40.000 millones de euros– un repunte claro. En 2013 se registraron más de 120 Sicav en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) frente a las 36 del ejercicio anterior. El año pasado el patrimonio total gestionado por estas sociedades creció en 3.700 millones de euros.
En 2015 continúa la tendencia alcista, ya que en solo nueve meses el dinero depositado en ellas ha aumentado en casi 1.500 millones, hasta sobrepasar los 35.000 millones. En cuanto al número de sociedades, a finales de octubre había vuelto a crecer en 120 más que en enero, con lo que su número es de 3.400 Sicav, con cerca de medio millón de accionistas.
Como demuestran las cifras, el negocio resulta cada vez más interesante para las entidades. Bankinter, por ejemplo, ha protagonizado uno de los crecimientos más espectaculares. Según datos de Inverco, ha pasado de gestionar 379 sociedades en enero de 2015 a 455 al cierre de octubre, consolidándose como la segunda entidad por número de Sicav. Desde el banco creen que la clave del crecimiento radica, no solo en el fin de los depósitos de alta remuneración, sino también en sus atractivos fiscales –se benefician del tipo reducido del 1% en el impuesto de sociedades– y en las buenas expectativas de los mercados de renta variable. Pero quien realmente domina el negocio, tanto por número de Sicav (511 a finales de octubre) como por patrimonio es Santander Private Banking, con más de 5.062 millones de euros, 280 millones más que a comienzos de año.
Las Sicav han entrado en la campaña electoral, ya que los partidos emergentes han mostrado públicamente sus reticencias hacia este vehículo de inversión. Podemos opta por eliminarlas, mientras que Ciudadanos promete inspeccionarlas a conciencia para saber si cumplen la normativa. Y es que la ley exige que estas sociedades dispongan de al menos 100 accionistas para poder beneficiarse del tipo reducido del 1% en el impuesto de sociedades frente al general del 28%, pero es vox populi que en muchos casos es un gran inversor quien controla todo el capital y el resto está en manos de inversores de paja, conocidos como mariachis. En ese sentido va también la modificación incluida en el programa económico del PP con la que busca obligar que cada partícipe de una Sicav tenga al menos el 0,55% de su capital. Sobre su rendimiento, la rentabilidad media ponderada de las Sicav en España ascendía al 4,7% hasta octubre de 2015; aunque los inversores con elevada capacidad de ahorro no solo invierten en Sicav, sino también en el resto de productos de ahorro (depósitos, seguros, unit-linked, etcétera). Muchas Sicav cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde, a través de un bróker, cualquier pequeño o mediano inversor puede comprar una participación en la sociedad que más le guste.
Las ‘celebrities’ del sector: Torrenova de Inversiones –ligada a la familia March y empleados de la entidad–, con más de 1.200 millones de euros, es la Sicav más grande, pero el tamaño de Morinvest –vehículo mediante el que Alicia Koplowitz maneja 500 millones de euros– tampoco es despreciable. Le sigue de cerca Cartera Bellver, también de la familia March, o Soandres, la Sicav de Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega, con un patrimonio próximo a los 420 millones de euros. Una minucia si lo comparamos con los 1.000 millones que llegaron a sumar Alazán Inversiones 2001 y Keblar antes de que el fundador de Inditex y, hoy por hoy, el hombre más rico del mundo, decidiera cerrarlas hace ahora cinco años. El quinto lugar en fortunas familiares en Sicav es para la familia Gallardo Ballart, fundadora de Almirall, gracias a Elitia Invest. Y a continuación se encuentran los más de 350 millones de los Del Pino y Ferrovial, y Cartera Mobiliaria, vinculada a la familia Botín.
Retrato del inversor maduro
El ahorro en España es conservador, mujer y cortoplacista. Lo relata un trabajo fechado en noviembre del Observatorio Inverco. Los productos con mayor presencia en la cartera de los inversores son los depósitos (63%) y los planes de pensiones (47%). Detrás caminan los fondos de inversión (29%), la renta variable (27%), los seguros (22%) y la renta fija (10%). Resultados que sorprenden poco en una tierra con un déficit profundo de cultura financiera y donde la sucursal (herencia de un país muy bancarizado) todavía es el centro de la toma de decisiones. Allí llegan, sobre todo, mujeres, de unos 44 años, quienes representan el grueso de los ahorradores con adjetivo “conservador”.
Pero hombres y mujeres buscan lo mismo: una inversión con un plazo de uno a tres años. Además los españoles tenemos un concepto patrimonialista de la vida. De ahí el peso del ladrillo en el ahorro. Algo que va cambiando, y que chirría con la otra Europa. En ella se guarda más pensando en la jubilación. Una mirada que habría que imitar ante los retos demográficos que sufre España.
Estrategia para ‘millennials’
En un escenario con una economía abotargada, donde mandan el paro juvenil y la precariedad, ¿en qué pueden invertir los jóvenes?. Pueden invertir casi en lo mismo que los no tan jóvenes; en concreto, los fondos de inversión se han convertido en el bálsamo de Fierabrás financiero para quienes tienen ahora entre 18 y 34 años (millennials). Admiten pequeñas cantidades, no pagan impuestos hasta que no se venden, permiten compensar pérdidas y ganancias, y tienen liquidez diaria. Con el reloj vital de su lado, se abre la puerta a los fondos de inversión de renta variable y a los ETF (fondos cotizados). Incluso podrían recurrir a las plataformas de micromecenazgo para préstamos (crowdlending). Ofrecen con poco capital (menos de 10.000 euros) beneficios del 6% o 7%, una inversión minoritaria pues los jóvenes muestran un desconocimiento absoluto de los productos financieros.
Los planes de pensiones son otras de las herramientas recomendables. Por lo que representan y por lo que plantean. A través de pequeñas aportaciones (30, 50 o 100 euros mensuales) se crea un hábito de ahorro. Además estos productos se benefician de una novedad legislativa introducida este año que posibilita recuperar las aportaciones una vez transcurridos diez años.
Esta fe en la vanguardia de su tiempo hace que cada vez más chicos plateen sus decisiones de ahorro a través de plataformas tecnológicas. Una opción que gana fieles son los asesores robot (robot advisors, en la jerga financiera inglesa). Se trata de programas informáticos que construyen de manera automática carteras a partir de la inversión en ETF. Estos autómatas financieros pueden seleccionar las propuestas de activos, reinvertir los dividendos, compensar pérdidas fiscales e incluso invertir en mercados foráneos.