El número de ricos sigue creciendo en España. Según la estadística del impuesto de patrimonio del ejercicio 2014, las grandes fortunas crecen y crecen en los tramos de base imponible mas altos. Los mayores crecimientos del número de declaraciones (un total de 181.874 por valor de 555.538 millones de euros) se producen en los tramos comprendidos entre los 90.000 euros y los 30 millones de euros. Un nivel este último que ya superan 508 personas.
La cifra es un 8% superior a la del cierre del ejercicio 2013, el año en el que España dejó atrás oficialmente la segunda recesión provocada por la gran crisis. Los números avalan el crecimiento de un segmento, el de la banca privada, que en un entorno de crecimiento de los patrimonios con los tipos de interés en el 0% ha conseguido la combinación de factores perfecta para continuar por la senda del crecimiento experimentada en los últimos años.
Según datos del estudio Competitors Banca Privada y Personal, elaborado por el Observatorio Sectorial DBK de Informa D&B, el patrimonio gestionado por la banca privada creció un 5,4% en 2015. Como demuestran los datos del impuesto de patrimonio del año anterior, hay más dinero entre las grandes fortunas. Pero también más necesidad que nunca de gestionarlo eficazmente para conseguir las rentabilidades que los ricos conseguían en los productos de ahorro tradicionales. Según los expertos, este año la banca privada debería crecer de nuevo por encima del 5% ante la evidencia de que el precio del dinero en Europa va a seguir en mínimos históricos durante mucho tiempo.
La mejora continua de la economía española y el crecimiento de las grandes fortunas (en los números oficiales tiene mucho que ver la amnistía fiscal declarada por el Gobierno en 2012) están provocando una gran batalla entre entidades por un negocio en claro ascenso y que deja jugosos márgenes. Grupos nacionales y extranjeros están reforzando sus equipos en España. Uno de los elementos clave de la batalla en estos momentos son la sicav.
El negocio de banca privada, liderado por Santander, BBVA y CaixaBank, tienen entre otros grandes jugadores nacionales a Bankinter, Banco Sabadell y un gran especialista como Banca March. Entre las entidades internacionales, UBS, Deutsche Bank, Andbank y A&G son las firmas más potentes. La batalla está servida en un mercado, el español, en el que los crecimientos anuales superan de forma significativa la media del resto de los países de la zona euro.
SICAVS
En pleno ataque desde el frente político sobre los vehiculos favoritos de los ricos para invertir en activos financieros, la banca privada está obteniendo jugosos créditos de la conversión de la sicav en fondos domiciliados en Luxemburgo. Un plaza en la que los ricos españoles pueden mantener las ventajas fiscales (dentro de casa tributan al 1% sobre beneficios hasta nuevo aviso y en el Gran Ducado deben abonar el 0,05% anual sobre el patrimonio) en un marco que les ofrece además mayor confidencialidad.
Si es usted uno de los afortunados 479.236 socios de una sicav en España, es muy probable que esté considerando cerrarla por temor a que el nuevo Gobierno endurezca su tributación, algo que llevan en su programa todos los partidos salvo el PP (incluyendo Ciudadanos). Es el camino que han seguido ya 177 de estos vehículos en lo que va de año, que se han disuelto o integrado en un fondo de inversión. Si se encuentra en esa situación, debe darse prisa y hacerlo antes de que se produzca este endurecimiento. Mejor aún, antes de que se forme el Gobierno que lo apruebe. Estas prisas se explican porque, si de lo que se trata es de anticiparse a la pérdida de las ventajas fiscales del instrumento de inversión por excelencia de los altos patrimonios (solo pagan el 1% de sus beneficios), no tiene sentido renunciar a él si hay que tributar por ello. Y para evitarlo, hay que incurrir en una paradoja: convencer a Hacienda de que no lo hace únicamente por motivos fiscales. Debe poder alegar que lo ha hecho en busca de una mayor eficiencia, de una gestión más profesional o de economías de escala con un vehículo más grande como es un fondo.
Obviamente, si espera que a que se cambie la ley para cerrar su sicav, será imposible defender esa tesis. También lo tendrá difícil si lo hace ahora -la inmensa mayoría de las que se disuelven lo hacen por motivos fiscales-, pero al menos contará con más posibilidades de que 'cuele' ante el fisco la explicación de que la cierra por otras razones. Y los asesores fiscales de las grandes fortunas están recomendando hacerlo cuanto antes, puesto que si ya hay un Gobierno apoyado por un partido que ha expresado su voluntad de modificar la regulación de las sicavs -aunque aún no se haya plasmado en una ley-, Hacienda tendrá más argumentos a su favor para penalizarle.
Ante esta situación, algunos bancos como Bankinter han propuesto a todos los titulares de sicavs integrarlas en fondos. Algo que ha aceptado en torno al 10% del total, más de 40. Pero en todas las entidades se está produciendo un movimiento generalizado de disolución de estos productos o de integración de los mismos en fondos de inversión, una solución que da seguridad porque nadie cree que se vaya a modificar la tributación de los fondos -idéntica a la de las sicavs-, dado que 7,8 millones de españoles invierten en ellos.
Ahora bien, esta solución tampoco está exenta de problemas: los propietarios pierden todo el control sobre la gestión de su dinero, que cae íntegramente en la gestora del fondo (las sicavs tienen un consejo que diseña la política de inversión y puede cambiar de gestor) y los fondos tienen comisiones más caras que las sicavs, aunque los que están optando por esta solución negocian unas comisiones 'especiales' más reducidas que las de los partícipes 'normales'
Hay otras alternativas, como llevarse el vehículo a Luxemburgo o incluso a Suiza o Londres, países estables y predecibles para los inversores que a su vez son centros financieros importantes. Ahora bien, esta solución conlleva unos costes más altos e incluso implica asumir un riesgo divisa, por lo que solo compensa a las sicavs con patrimonios más elevados.