El Museo Thyssen-Bornemisza organiza, en colaboración con el Museo Sorolla, una exposición dedicada a la influencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla que podrá verse simultáneamente en ambas sedes. Comisariada por Eloy Martínez de la Pera, la muestra reunirá en torno a setenta pinturas, procedentes de museos y colecciones privadas nacionales e internacionales y algunas de ellas nunca expuestas públicamente, junto a una selección de complementos y vestidos de la época.Gran amante de la moda, Sorolla es el cronista perfecto de los cambios en las tendencias y estilo de la indumentaria a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus obras reúnen un evocador catálogo de vestidos, joyas y complementos, realzados por su trazo suelto y vigoroso. La exposición prestará especial atención a los magníficos retratos femeninos que el pintor realizó entre los años 1890 y 1920.
Retratista de la alta costura
Por su origen –nació en una familia humilde dedicada a la venta de tejidos–, su estancia en París y su matrimonio con Clotilde García del Castillo, que le introdujo en un entorno burgués, Sorolla estuvo muy en contacto con las costumbres y novedades indumentarias. Su profuso trabajo como retratista de la alta sociedad –incluyendo su propia familia– llevó a su obra todo un catálogo de moda y complementos de la época
El gran éxito en vida del pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863–1923) hizo que en su obra, junto a sus célebres marinas y escenas costumbristas, abunden los retratos de encargo de personajes de la alta sociedad, además de los de su propia familia, cuya vida se desarrolló en esos mismos círculos.
En esos retratos puede encontrarse un variado muestrario de los vestidos, joyas y complementos que jalonaron el devenir del vestir en la transición entre los siglos XIX y XX y que ahora podemos admirar reunidos en una ambiciosa muestra en que se exponen junto a icónicas piezas de moda de la época.
La exposición, que podrá verse del 13 de febrero al 27 de mayo dividida entre el Museo Sorolla y el Museo Thyssen-Bornemisza, reúne 72 obras del pintor –sobre todo retratos femeninos– en diálogo con 60 piezas de indumentaria.
En el Museo Thyssen la muestra incluye secciones dedicadas al ámbito más íntimo del artista, los retratos de sociedad, el incipiente y elitista veraneo y la vida moderna imperante en París (los cafés, el teatro, la ópera...).
El Museo Sorolla, por su parte, integra vestidos emblemáticos en el ámbito doméstico de la familia que constituye su colección permanente, además de acoger también apartados dedicados a los retratos familiares y a los de sociedad.