Mariano Guindal está considerado uno de los periodistas más influyentes de España. En su obra 'Los días que vivimos peligrosamente analiza los últimos 4 años de la historia de España y como políticos y autoridades financieras permitieron el hundimiento de España. En la tarde-noche del 9 al 10 de mayo de 2010 España pudo ser intervenida por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Una auténtica catástrofe que habría hipotecado el futuro de dos generaciones. El presidente Zapatero lo evitó in extremis a cambio de aprobar el mayor ajuste social de la democracia. Aquel día el PSOE se hundió. Unos meses después, Irlanda y Portugal fueron rescatadas. Una ola de indignación recorrió España. Un año más tarde, el 15 de mayo de 2011 miles de jóvenes y no tan jóvenes ocuparon calles y plazas para protestar contra la falta de oportunidades y de futuro. Los sacrificios realizados por los españoles fueron totalmente insuficientes: la especulación siguió siendo salvaje; las agencias de rating continuaron degradando la deuda española como si se tratase de bonos basura.
Al inicio de agosto de 2011 el Banco Central Europeo (BCE) envió una carta confidencial al gobierno exigiéndole ocho durísimas condiciones para seguir comprando los bonos españoles. Si no las cumplía la economía se colapsaría y tendría que solicitar el rescate. Zapatero pactó con Rajoy una modificación exprés de la Constitución y convocó elecciones.
Los españoles se corrieron a la derecha con el vano intento de escapar de la crisis. El líder del PP se convirtió en el presidente del gobierno con más poder de la democracia. Hizo de las exigencias del BCE, cuyo contenido íntegro es desvelado por primera vez y con todo detalle en esta obra, su hoja de ruta. El ajuste exigido es tres veces superior al realizado por los socialistas. El esfuerzo es y será tremendo, pero saldremos a flote.
A pesar de lo amarga que es analizar la crisis económica (la obra comienza en la cola del INEM), Mariano Guindal saca lecciones positivas de las situación actual:
"Como dijo Einstein, esta es una crisis de competencia e incompetencia. (...) La crisis es una oportunidad para superarnos y si no, la crisis termina superándote a ti. Y mira España, siempre ha progresado a golpe de crisis porque cuando tienes crisis terminas haciendo, esforzándote, te ajustas a la realidad y eso yo creo que es muy importante. Cuando tú ajustas, haces los deberes que tienes que hacer, te preparas para dar un salto adelante". Mariano Guindal, que ha colaborado con multitud de medios de comunicación, a destacar La Vanguardia o Radio Intereconomía (en la actualidad convertido en canal de TVE económica 'Business'), ha seguido de cerca todas las andanzas económicas de nuestro país durante los últimos 40 años.
Su anécdota más conocida es aquella pregunta suya que provocó la intervención del Gobierno contra Rumasa en febrero de 1983.
"Un periodista es una nariz pegado a la pared, olemos donde están las noticias. Y hay que ver, el que pregunta tiene muchas posibilidades de conocer, de saber, el que no pregunta, no lo averigua. Y a mí me había llegado, como ahora llega el rumor. En aquellos años, en 1982 o 1983, sabíamos que Rumasa iba mal, como Bankia. Sabíamos desde hacía tiempo que Bankia iba mal".
"Y entonces en un almuerzo con el entonces ministro de Economía, Miguel Boyer, pregunté: ¿ministro, qué pasa con Rumasa? Pues nada, que como no me den las auditorías les mando a los inspectores del Banco de España. Al día siguiente la gente empezó a sacar el dinero de los bancos de Rumasa y hubo que intervenir, nacionalizarla para evitar lo que se llama 'una corrida bancaria'. La gente saca los depósitos y cuando se produce el pánico financiero, hay que cortar radicalmente porque si se contamina, si todo el mundo fuésemos al banco a sacar nuestros depósitos, los bancos no tienen nuestro dinero, lo han prestado". "Y eso fue lo que provocó Rumasa y el actual vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia [Ministro de Trabajo en 1983] siempre que me ve, me dice: eres el periodista que más caro le ha costado al Estado español, medio billón de las antiguas pesetas y yo le decía: Joaquín no, no fue la pregunta, fue la respuesta".
Los días que vivimos peligrosamente
Mariano Guindal
Editorial Planeta