Por Javier Atance Ibar
Pablo Heras–Casado nació en Granada en 1977 en el seno de una familia de clase media que no tenía relación con la música, unos sencillos padres que han sido y son, como tantos otros en nuestro país, trapecio y red para sus hijos.
Su aventura musical comenzó en un coro de aficionados de Granada, después montaría un grupo de música antigua coral e instrumental, la Capella Exaudi, le encantaba la dirección coral y desde esa base, ha ido escalando puestos hasta llegar a la Orquesta St. Luke’s de Nueva York, en la Metropolitan Opera, donde lo valoran como una estrella y lo mismo sucede en Madrid como principal director invitado del Teatro Real cada vez que aquí dirige, algo que sucede con frecuencia, como el pasado diciembre donde lo ha hecho con gran éxito.
En este momento, Pablo es el director de orquesta español más internacional, ha dirigido las mejores orquestas del mundo y sigue su imparable carrera reconocida con los más importantes premios, como Mejor Director del Año por la revista Musical América en 2013. No dirige para ser feliz, es feliz porque dirige.
El pasado 30 de enero fue el primer director español en dirigir la emblemática Filarmónica de Viena en un concierto que se celebró en el Mozarteum de Salzburgo, dentro de la Semana Mozart, sustituyendo a toda una leyenda, el alemán Nikolaus Harnoncourt, que recientemente anunció que dejaba su actividad musical, y que ha avalado la elección de Heras-Casado. Es cierto que ya antes, Plácido Domingo había dirigido esta gran orquesta, pero no en un concierto sino en uno de sus bailes y que también otro español de inolvidable recuerdo, Ataulfo Argenta, lo tenía previsto para un mes de abril de 1958, con sus Sinfonías de Brahms, pero su prematura muerte accidental unos meses antes lo hizo imposible.
Su refugio y centro emocional es Granada, el origen de sus salidas y el destino de sus regresos, donde ha restaurado “un carmen” en el Albaicín, con la Alhambra al fondo, y donde conserva sus raíces y sus amigos que le ayudan a mantener los pies en el suelo. El reconocimiento de la ciudad hacia su persona se ha visto plasmado con el nombramiento de Hijo Predilecto de Granada en noviembre de 2015. Pablo sabe que es bueno reconocer que tenemos raíces, pero sin olvidar nunca que también tenemos alas y él las utiliza como nadie para volar por el mundo de la música a gran altura.
Está orgulloso de estar reconocido por los especialistas de música antigua, fundamentalmente del Renacimiento y del Barroco, pero también por los de música contemporánea. Poder hacer opera y sinfónico y todo con intensidad, sin distinciones de género o de época, no está al alcance de muchos. Todos los críticos destacan como su cualidad principal, la versatilidad. Él mismo afirma que tiene que mantener 500 años de la historia de la música en su dieta y eso exige mucho trabajo y mucho estudio.
Está casado civilmente con la popular presentadora Anne Igartiburu a la que conoció tras un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid en 2012 y desde el pasado 5 de junio, orgullosos padres de Nicolás que vino al mundo para poner broche de oro a una pareja donde la discreción y el pasar desapercibidos son sus notas de identidad junto con un amor incondicional por la música por ambas partes.
Algunos detalles curiosos de su personalidad y de su vida:
- Dos docentes le iniciaron en su camino hacia la música. El primero, un maestro de su barrio, Don Rafael, que dirigía un coro en las misas y fiestas escolares acompañado de guitarras; se apuntó Pablo al mismo y pronto llegó a cantar los solos. De este coro infantil, pasó pronto al coro García Lorca junto con su madre que no quería dejarlo solo. Otra figura importante en su vida fue la profesora Encarnita que se ofreció a darle clases de piano y le enseñó la disciplina física y mental que exige tocar este instrumento.
- Tiene muy claro que la música es para sentirla, no para entenderla. Ha sido básica su experiencia con coros de aficionados que se formaban con gentes de muy diferentes oficios y profesiones, pero con un rasgo común a todos: un entusiasmo por la música y el placer de hacerla juntos.
- Es de los que piensa que no hay futuro sin pasado y está convencido que el arte es nuestra memoria, nuestra identidad, nuestra esencia como pueblo y no tienen por qué ser rentables, pero hay que conservarlos y difundirlos.
- Le gusta hacer deporte y mantenerse en forma, de niño le atraía el fútbol, ahora se inclina más por la bicicleta y el yoga.
- Es zurdo, se siente incómodo con la batuta, por eso no la utiliza nunca, utiliza todo su cuerpo para comunicar y transmitir.
- No escucha música en sus largos paseos, rara vez lo hace en casa y nunca en los hoteles. Le gusta disfrutar del silencio y los paisajes sonoros.
- Siempre ejerce de embajador de Granada y de Andalucía. Le gusta todo lo español, siesta incluida, cuando puede permitírsela. Cuanto más viajes y más tiempo está fuera de su ambiente más valora y reconoce que como en su casa…, en ningún sitio.
- No dirige con frac, lo hace de negro en el escenario y le encanta la ropa informal, en la que nunca faltan los vaqueros, cuando viste de calle…
- Presume de tener un buen saque y le gusta la comida española: jamón, paella, cocido, remojón granaíno y judías con chorizo, especialmente si se los cocina su madre.
- Le encanta ser director invitado porque le permite conocer y disfrutar de diferentes orquestas de muy diversos lugares.
- Los vuelos transatlánticos que a otros tanto inquietan, él los aprovecha para relajarse, disfrutar de una buena copa de vino y preparar sus partituras con tiempo.
- De sus correrías nocturnas con los amigos por el Albaicín y la peña legendaria de la Platería, le viene el amor por el flamenco escuchado y vivido en directo desde siempre.
- Está en contra del IVA cultural y ve un despropósito haberlo subido al 21%, el arte no se puede mercantilizar.
- Sabe que la pantalla de su ordenador y su móvil es la puerta principal de la comunicación y que al abrirlos, nos ponen en contacto con todos los rincones del mundo, por eso, es usuario habitual de las redes sociales, acepta las críticas y se lleva bien con la prensa.
- Pablo tiene muchas virtudes, entre ellas la bondad que es siempre humilde y sencilla pero es a su vez, la que hace grandes a las demás virtudes cuando se junta con ellas. Solidario y comprometido, colabora con buenas obras como Ayuda en Acción.
- Piensa que hay que emocionarse con la música y reconoce que se necesita mucha destreza para darle vida, algo que se consigue teniendo oídos limpios, corazón abierto y mente despejada.
Las pasadas navidades tuvimos la oportunidad de disfrutar de su música en el Teatro Real y en el Auditorio Nacional de Madrid, pero en estos próximos meses podemos volver a maravillarnos con su sabia dirección ya que dirigirá el 2 y 3 de febrero a la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE en el Teatro Monumental; el 12 de febrero la Balthasar Neumann Chor&Ensamble en el Auditorio Nacional de Música y el 28 de marzo Acordes con Solidaridad. Concierto Benéfico para Ayuda en Acción en el Teatro Real.
Agradecer a este andaluz universal la sabia dirección que imprime a sus orquestas para conseguir esa gran música que ensancha y profundiza en los caminos del sentimiento y la sensibilidad musical, despejando nubarrones de tristeza y egoísmos cotidianos, para avanzar hacia la felicidad espiritual a la que todos aspiramos y merecemos.