Por Javier Atance Ibar
Cuando una persona es feliz de dar un dinero por la adquisición de un producto o servicio y la otra parte es feliz de recibirlo por el intercambio comercial, hablamos de dinero feliz o happy Money…
La vida, tiene más sentido si cada cierto tiempo la Música en directo nos acompaña. La nocturnidad de Madrid, como la de tantas ciudades españolas, no sería lo mismo sin sus cafés con encanto y sin sus refugios para los amantes del jazz en vivo con ese clima mágico que lo rodea y distingue de otros estilos y géneros ya que como afirmaba Louis Amstrong: "El jazz no es una música, sino una manera de tocarla".
Desde la sección de Música de Golden Spain queremos rendir un pequeño homenaje a estas salas emblemáticas y representativas que varias noches de la semana hacen una programación musical de calidad y a todos aquellos que suben a sus escenarios.
Seguramente, no exista ninguna estadística de cuál es el grupo de Jazz, que más conciertos ha dado en Madrid en los últimos años. Si se admiten apuestas, la mía es para la Canal Strett Jazz Band, que en unos meses, cumplirán 50 años tocando en directo sin interrupción y haciendo felices cada noche a todos los que asisten y generando “happy money”, porque en cada encuentro todos son felices, los músicos, los asistentes y las salas de conciertos que cuelgan el cartel de lleno y es que el jazz es la única música donde puede tocarse una misma canción muchas veces y sonar siempre distinta.
Con la Canal Strett Jazz Band es imposible aburrirse o considerar que el jazz es intelectual y minoritario, el “feeling” que se siente en los clubs de jazz, restaurantes, fiestas privadas y eventos en los que actúan crea una magia desde el primer compás, que hace que sea un disfrute para todos los sentidos y nos llena de buenas vibraciones, a la vez que nos asombra porque como decía Benny Green: “Los músicos de jazz son unos malabaristas que emplean armonías en lugar de naranjas”.
Seguramente, a todos nos ha pasado alguna vez que compramos una cosa y en el momento nos hace mucha ilusión, pero días después, ni nos acordamos. Con las experiencias, ocurre al revés… Ganan con el tiempo. Y conocer a este fantástico grupo, en vivo y en directo, no sólo te llena de felicidad en el momento, sino que su impacto aumenta con el tiempo.
La Canal Street Jazz Band, es la más veterana banda de jazz tradicional que podemos encontrar en Madrid con músicos de reconocido prestigio y dilatada trayectoria profesional. Su formación clásica más habitual ha sido siempre de cinco componentes: Jim Kashisian (trombón y único miembro no español, nacido en California), Pepe Núñez (trompeta), Antonio Domínguez (bajo), Fernando Sobrino (piano) y Antonio Calero (batería). Todos sus componentes son grandes músicos que han participado en innumerables grabaciones, guardan un equilibrio musical cuando trabajan en equipo y todos ellos son virtuosos de cada instrumento.
La Canal Street Jazz Band nació en 1967, afincada en Madrid de estilo Dixiland y con inconfundible swing que aporta ese balanceo en los pies con cada una de sus honestas y coherentes versiones de grandes clásicos del Jazz.
Hablar de La Canal, es hablar de Jim Kashishian, productor musical infatigable, autor de la famosa cuña publicitaria “Scotch Brite”, arreglista y toda una vida dedicada al mundo del sonido profesional en España, alquilando desde los años 70 equipos auxiliares de grabación y con estudio propio, teniendo a otros estudios de música como principales clientes.
Jim es posiblemente, el mejor trombón que puede verse en directo, no es de extrañar que haya acompañado a Henry Mancini, Tom Jones, Isaac Hayes, Lisa Minelli… y participado como músico de estudio en muchas grabaciones de discos de diferentes géneros, desde la recopilación de los cantos gregorianos de los monjes de Silos, hasta discos infantiles como el inolvidable “Para bailar…”, con Nuevo Mester de Juglaría y colaborado con editoriales como Pearson para la grabación de sus CDs de algunos de sus métodos musicales para educación primaria.
Termino con una curiosa anécdota. Los estudios de Jim, se encuentran en la zona de Arturo Soria, en los años 70 era una zona retirada del Centro de Madrid y no es de extrañar que en aquellos años, muchos grupos musicales, encontraran en esta zona locales de alquiler para ensayar. Como anécdota, Joaquín Sabina y su grupo en aquellos años, ensayaban pared con pared con Los Secretos y cuenta Álvaro Urquijo que asombrados por el sonido espectacular y calidad de los músicos de Sabina, al principio dejaban de tocar y se ponían a escuchar… Años después, comprobaron que cuando Los Secretos tocaban, eran los músicos de Sabina los que dejaban de tocar para escuchar y aprender de esta peculiar manera unos de otros. Y a la vez Los Secretos, en sus inicios alquilaban el equipo de audio a Jim Kashishiam haciendo realidad el dicho: “Dios los cría y ellos se juntan”.
Me encanta que la Canal siga teniendo el tiempo lleno, la vida cargada de actividades gratificantes, los veo radiantes y compruebo que su medio siglo ha sido luminoso y que siguen dando luz y ejemplo después de tantos años, dando sentido a su jazz y estando encantados de vivir su vida y hacerla vivir musicalmente a quienes les rodean.