En pleno barrio del Retiro, Triana lleva casi diez años acercando a los madrileños la esencia del barrio más emblemático de Sevilla a través de su ambiente y de sus platos del recetario andaluz de toda la vida como el cazón en adobo artesanal, los chocos o los flamenquines
Madrid, julio de 2016.- Ubicada desde hace casi diez años en el número 48 de la calle Narváez, en pleno barrio del Retiro, Triana fue el primer proyecto de Santiago Orejana y Daniel Bañón, dos jóvenes emprendedores que con solo 27 y 24 años, respectivamente, tenían claro que querían tener su propio negocio. Después de probar suerte en el mundo de la publicidad, ambos decidieron dejar sus trabajos y apostar por abrir su propia taberna. Un espacio de marcada esencia andaluza que con el paso de los años se ha consolidado en esta zona consagrada al tapeo en Madrid. En constante evolución desde que abriera sus puertas, Triana estrena ahora una nueva imagen más moderna. Una renovación que mantiene la esencia andaluza de la taberna original -conservando detalles emblemáticos del local como las fotos en blanco y negro y los jarrones de coloridas flores que cuelgan de sus paredes- pero que logra crear un ambiente más cálido, cómodo y agradable que hace sentir al cliente como en casa.
LOS SABORES DE ANDALUCÍA
Al estilo de las tabernas de toda la vida, en Triana se come rico y se recibe al cliente con una sonrisa. Una filosofía que marca el día a día en este espacio y con la que los dos empresarios pretenden seguir acercando a sus clientes de siempre y al nuevo público madrileño los sabores tradicionales del recetario andaluz a través de elaboraciones sencillas pero siempre apostando por el producto excelso que adquieren de pequeños productores. Además de los platos estrella de su carta: su jugosa tortilla de patatas, el lomo de buey y sus carnes y chacinas ibéricas de bellota, aquí se pueden probar ensaladas y salazones, tostas, huevos rotos y revueltos y raciones muy del sur como el salmorejo cordobés, las tortillitas de camarón, los flamenquines, los boquerones, los chocos, el pescaíto frito y el cazón en adobo (que ellos mismos elaboran). Fuera de carta se pueden disfrutar de los pescados frescos del día como el rape, la lubina o la dorada y el rabo de toro en el apartado de carnes.
Una propuesta que se completa con una bodega en la que no faltan manzanillas y fino y donde hay representación de todas las D.O. de la geografía española. Referencias que van cambiando con el tiempo en la carta de vinos de Triana con incorporaciones que Santiago y Daniel seleccionan.
“TRIANA ES MUCHA TRIANA”
Esta es una propuesta que puede disfrutarse a cualquier hora del día tanto en el local como en su terraza abierta durante todo el año. Estructurado en dos plantas, al entrar en el local el cliente se encuentra con una gran barra, más grande que la del Triana original, consagrada al cañeo y al picoteo y una zona de mesas altas más cómodas para compartir unas raciones y probar los platos que anuncia la gran pizarra de su pared. Al fondo y presidido por una gran pintura que representa el barrio de Triana, el local cuenta con una zona de mesas bajas que invitan a comer a la carta o pobrar su menú del día y hacer la sobremesa. Bajando las escaleras, en la planta baja, Triana cuenta con un comedor de alma sevillana, suelo hidráulico en mosaico, mesas bajas y sillas clásicas de Andalucía.
Dirección: Calle Narváez, 48.
Horario: de lunes a viernes de 10:00 a 00:00 h. Sábados de 11:00 a 00:00 h. Domingos de 10:00 a 16:00 h.
Precio medio: 30-35 €
Parking gratuito en calle Menorca, 31.
