En plena Gran Vía, una de las calles principales y más concurridas de la capital de España, abría sus puertas hace poco más de dos años Lobby Market. En tan poco tiempo se ha convertido en una referencia en la zona gracias a la a su acertada propuesta gastronómica. Lobby Market inicia ahora una revolución en su propuesta gastronómica de la mano del cocinero madrileño Jorge Reina, hoy desligado de la primera línea de fuego y en labores de asesoría. Un giro de 180º que logra conservar la esencia original de la cocina tradicional de Lobby Market -sustentada en el producto y fiel a la temporada- pero que se amplía con la experiencia profesional, las influencias y el dominio de las técnicas contemporáneas de su autor logrando en sus platos sabores puros, frescos, intensos, muy agradables.
COCINERO DE VOCACIÓN
Apasionado del rock, entusiasta de la guitarra y aficionado a la bici de montaña y al fútbol, desde niño Jorge Reina tuvo claro que la cocina era su verdadera vocación y tras terminar sus estudios en la Escuela Superior de Hostelería de Madrid, su inquietud le llevó a trabajar mano a mano con algunos de los mejores de los fogones. Con Quique Dacosta Jorge se empapó de las técnicas de la cocina de vanguardia española, en El Club Allard y de la mano de Diego Guerrero cultivó el uso de los colores en los platos, se ejercitó en la disciplina y el rigor de la cocina clásica con Jorge Joachim Wissler en el tres estrellas Michelin Vendôme, en Colonia, y en su estancia en el londinense Cambio de Tercio desarrolló su cocina más personal.
Un bagaje culinario que ahora el cocinero desarrolla en Lobby Market, el que se ha convertido en su primer proyecto en solitario al frente de los fogones. Su espléndido menú degustación (35€) es un homenaje no solo a sus maestros, sino a otros cocineros españoles como Joan Roca, Aduriz o León, de quien Reina reinterpreta platos con enorme acierto. Y lo hace imprimiendo su estilo más personal: una cocina estacional, perfilada por su manejo de las técnicas vanguardistas y por la pureza de los sabores tradicionales a través de una materia prima excelsa. Busca su inspiración recorriendo los mercados de todo el mundo, desde Nueva York, pasando por Londres, Alemania y los países mediterráneos, donde considera que existe una despensa excepcional.
PLATOS DE TEMPORADA Y TOQUES CONTEMPORÁNEOS
En la nueva carta conviven propuestas tradicionales con un toque contemporáneo en su elaboración como los huevos rotos con patatas, chistorra y pimientos de padrón; la paletilla de cordero de lechal cocinada a baja temperatura (47,5º durante 14 horas); o la lubina al horno con tupinambo y sus maderas; con platos originales. Entre estos últimos destacan los cuatro cucuruchos de tartar de atún, de salmón, de foie con mango y de steak tartar; la burrata de búfala –que traen de un pequeño productor de Italia- ahumada al momento y servida con compota casera de tomate y albahaca con pan de nueces y que llega a la mesa cubierta con una campana de cristal llena de humo extraído de bayas de enebro.
En la propuesta del autor también sobresalen platos de temporada como el solomillo de ternera con puré de castaña, boniato y setas; la parrillada de temporada con aceite de hierbas; las judías de la granja con perdiz escabechada, el risotto de boletus con trompeta de los muertos, el tagliattele cremoso con albahaca, trigueros y langostinos y el timbal de txangurro con emulsión de erizo. Fuera de carta también podrán encontrarse originales propuestas como la fideuá a base de fideos rossos -como los tradicionales que utilizan los pescadores- a la que el chef aporta su toque personal añadiendo hongos y foie. Y en el apartado de postres caseros se encuentran propuestas como la trilogía de chocolates, el ganache de chocolate blanco con fruta de la pasión y mango y la torrija de bayleis con helado de leche de cabra. En definitiva, platos con un producto de lujo a precios populares, con una factura media que ronda los 30 euros.
UNA PROPUESTA VERSÁTIL
El local cuenta también con un espacio consagrado a la informalidad del picoteo. Con una gran barra de mármol, mesas altas y mesas bajas desnudas, en esta zona se puede disfrutar, en horario ininterrumpido, de una amplia carta de pinchos y raciones. Además de la ensaladilla rusa con mayonesa de txangurro, la tortilla de patata y las croquetas caseras de jamón ibérico y de puerro con carabinero, en la barra de Lobby Market se pueden probar bocados con sabor a fusión como el bun bao de panceta hoisin a baja temperatura con huevo de codorniz.
La barra de Lobby Market también contará con una zona de showcooking donde los comensales podrán ser testigos de cómo se elaboran los diferentes platos de la carta de tapeo. En definitiva, la de la barra es una propuesta versátil que permite desde desayunar, tomar el aperitivo o disfrutar del after work hasta comer y cenar a base de tapas en función del momento y de los gustos de cada comensal.
Dirección: Gran Vía, 10
Teléfono: 91 532 68 67
Horario: de lunes a jueves de 8.30 a 1:00 h., viernes de 8:30 a 2:30 h., sábados de 10:30 a 2:30 h., domingos de 10:30 a 1:00 h.
Precio medio restaurante: 25-35 euros
Menú degustación: 35 euros
Menú del día: 13 euros
Web: www.lobbymarket.es
