Perpetual, el vino icono de Bodegas Torres con DOQ Priorat, consigue expresar, de una manera única y amable, a lo largo de los años, toda la tipicidad y carácter de esta comarca vitivinícola pequeña y montañosa, de clima extremo y suelo de pizarra (llicorella). Así lo comprobaron el centenar de asistentes a la cata vertical de Perpetual, de las añadas 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011, celebrada el pasado martes, 28 de enero, en Enofusión, la sección vinícola del salón gastronómico Madrid Fusión.
Elaborado con sumo cuidado y delicadeza, a partir principalmente de uvas de la variedad cariñena, que se caracteriza por su alta concentración y capacidad reductiva, Perpetual es un “vino de autor y de terroir”, según Jordi Foraster, enólogo de Torres Priorat. Las uvas provienen de viejas cepas de entre 80 y 100 años, cultivadas en costales, y confieren al vino la esencia de esta tierra en su estado más puro. “Pensamos y elaboramos cada cosecha teniendo en cuenta las condiciones climatológicas para que el estilo y atributos de este extraordinario vino se mantengan año tras año”, señala Foraster.
El resultado es un tinto elegante y robusto, que consigue mantener tres atributos básicos en todas las añadas: fruta madura, un contrapunto fresco y una barrica totalmente integrada, si bien se aprecia “una clara evolución a partir del cuarto año hacia un vino más fresco, más vivo y más actual”, según Foraster.
Torres en el Priorat
Desde mediados de los años 90, la familia Torres cultiva viñedos en Porrera y el Lloar de las variedades de garnacha tinta, cariñena y syrah, seleccionadas por Mireia Torres - 5ª generación de la familia y directora general de Torres Priorat- y el enólogo Jordi Foraster. Con estas variedades y unos rendimientos muy bajos se elaboran caldos de calidad superior para Salmos y Perpetual, los dos vinos de Torres con DOC Priorat.