Los vinos de Valdepeñas están de moda. 22.000 hectáreas, 19 bodegas adscritas y cerca de 60 millones de litros comercializados en 2013 son cifras que avalan su trayectoria en el sector. La histórica zona de producción vinícola pone en marcha un ambicioso plan de promoción de sus vinos .
Conseguir visibilidad y relevancia en el mercado, además de promocionar los vinos tanto en España como en el ámbito internacional, son los objetivos prioritarios de la Denominación de Origen Valdepeñas -la tercera institución vinícola del país- tanto por antigüedad como por reconocimiento de los consumidores. De hecho fue registrada como tal entidad en septiembre de 1932, aunque sus reglamentos han sufrido modificaciones posteriores.
Desde los tiempos de los íberos en Valdepeñas se elabora vino, una tradición que ha sabido traspasarse de generación en generación. No sólo en el cultivo de la vid, sino en la crianza de vinos en barrica de roble, lo que permite la producción de tintos con toda la personalidad que da la tierra y la historia. Pero tampoco se olvida de los vinos jóvenes -blancos, rosados y tintos- un amplio abanico de elaboraciones que abarca todos los gustos y les permite llegar a un gran número de consumidores.
El viñedo protegido por la DO Valdepeñas –con 22.000 hectáreas- representa más del 95% del existente en la zona de producción, situada en el borde meridional de la meseta sur. Limitada al norte por la llanura manchega, al este por los Campos de Montiel, al sur por Sierra Morena y al oeste por el Campo de Calatrava, incluye los términos municipales de Valdepeñas, Alcubillas, Moral de Calatrava, San Carlos del Valle, Santa Cruz de Mudela, Torrenueva y parte de Torre de Juan Abad, Granátula de Calatrava, Alhambra y Montiel.Actualmente la denominación cuenta con 19 bodegas adscritas, que elaboran entre 50 y 60 millones de litros año, vinos con denominación de origen que se comercializan casi al 50% entre el mercado nacional e internacional. Frente a la crisis económica que tan duramente está afectando al sector, la DO Valdepeñas puede mostrarse optimista, pues solamente en España creció comercialmente un 15%.Exportan a 92 países, y en lo que va año (meses de enero y febrero) se ha vendido en el mercado internacional 2,5 millones de litros.“A pesar de que el año pasado fue bueno creemos que nuestra presencia no responde a nuestro peso histórico y reconocimiento internacional”, señala Carlos Nieto, presidente de la DO Valdepeñas. Para ello están desarrollando un ambicioso plan de marketing y publicidad en dos áreas diferenciadas: el público joven (de ahí la organización de eventos relacionados con la moda, la música o la innovación) y el consumidor especializado, potenciando la variedad, trayectoria y calidad de unos vinos que siempre han estado entre los más conocidos por los españoles. Vinos con historia La tradición de Valdepeñas es la historia de sus viñedos, de sus frutos y sus vinos, escrita con pasión por gentes dedicadas al cultivo de la vid desde tiempos ancestrales. Su tradición vinícola se remonta al tiempo de los íberos, hecho constatado tras el hallazgo de materiales orgánicos relacionados con la producción del vino en el yacimiento Ibérico del Cerro de las Cabezas (s.VII a IV a.c.) La ciudad de Valdepeñas fue fundada durante la época musulmana en 1232 por la reina Doña Berenguela, años en los que Valdepeñas se convirtió en una importante área de producción por una concesión especial hecha por el Califato de Toledo que permitía la elaboración de vino para el abastecimiento de la ciudad. Durante la corte del Rey Felipe II en Madrid (1561) la fama de los vinos de Valdepeñas se extiende, y se populariza su consumo hasta el punto de que los impuestos especiales sobre su comercio permitieron al rey Carlos III sufragar algunas de las obras magnas de su reinado, como las madrileñas Puerta de Alcalá o Puerta de Toledo. Ya en 1790 se habla de una producción anual de 200.000 arrobas de vino, pero es en el siglo XIX cuando su comercio queda establecido de forma continuada. La construcción del ferrocarril en 1861, y la concesión a Valdepeñas del título de ciudad en 1895, fueron grandes impulsos. Se estableció entonces un tren especial con salida de Valdepeñas y destino Madrid compuesto por más de 25 vagones, y popularmente llamado Tren del Vino, al ser ésta la única mercancía que transportaba. Estos años en que el vino de Valdepeñas era degustado por todo Madrid, fueron también los de las grandes exportaciones a Filipinas, Cuba y Centroamérica a través del puerto de Cádiz.
La importancia de los vinos de Valdepeñas llevó al Ministerio de Fomento a crear la Estación Enológica y Campo de Experimentación y, en 1925, la Federación Regional de Viticultores. Tres años más tarde, se constituye el Círculo Mercantil Vitivinícola, con el objetivo de defender y promocionar los vinos de la zona. En 1930, se establece en Valdepeñas la Junta Regional Vitivinícola. El 8 de septiembre de 1932, el Estatuto del Viñedo (primera ley que regulaba el sector vitivinícola español) recoge y reconoce la Zona de Producción de Valdepeñas. De esta forma nacía la Denominación de Origen Valdepeñas.