La Sociedad Civil por el Debate, formada por destacados profesionales de distintas disciplinas y ámbitos geográficos, se presentó en el Congreso de los Diputados con el objetivo de dar la palabra a los ciudadanos para que realicen aportaciones rigurosas sobre los grandes desafíos a los que se enfrenta España. Esta nueva ¿asociación, lobby, foro grupo de amiguetes según Rajoy? pretende dar voz a los ciudadanos desde la independencia: "No somos el embrión de un partido", dicen.
Periodistas, abogados, médicos, empresarios, profesionales de todo tipo y condición se han unido por un interés común:sacar a la sociedad civil de su letargo y ayudar a aproximar dos mundos cada vez más alejados: la política y la calle. Forman la Sociedad Civil por el Debate, personas que se definen como absolutamente independientes; partidistas, pero no apolíticos. “No somos un partido, ni el embrión de uno, ni submarinos de nadie”, aclaró Manuel Campo Vidal, uno de los fundadores de este nuevo foro de diálogo que pretende “decirle a los políticos que es necesario llegar a acuerdos que ofrezcan soluciones”.
La asociación eligió para escenificar su arranque la sede parlamentaria, una manera simbólica de recuperar la política para los hombres y mujeres que componen la sociedad. La forman un grupo heterogéneo de profesionales que tienen entre sus compromisos el de "no apoyar a ningún partido político", sino intentar hacer llegar precisamente a aquellos la voz de la sociedad civil.
Filosofía y objetivos
Su impulsor y uno de los seis fundadores, el periodista Manuel Campo Vidal, explicó que esta asociación sin ánimo de lucro nace de la preocupación de sus integrantes por lo que está ocurriendo. “Venimos de una crisis más larga y profunda de lo que pensábamos cuando comenzó, sentimos el hartazgo de la corrupción y la falta de transparencia y, como ciudadanos, como sociedad civil, queremos tomar la palabra”, afirmó en un acto al que asistieron profesionales, empresarios y parlamentarios. “Queremos decirles a los partidos políticos que es necesaria más responsabilidad, más transparencia, llegar a acuerdos y pactos que nos ofrezcan soluciones”, explicó. Campo Vidal señaló que “hay demasiada tensión en la política y pocas soluciones”. Por ejemplo, abogó por pactos por la educación, frente al desempleo o por la profesionalización de la función pública. La asociación ya trabaja en cinco grandes temas: el conocimiento, el desempleo juvenil, la desigualdad social, la búsqueda de un nuevo modelo productivo y la despolitización de las administraciones.
En sus intervenciones, se repetía una idea general:"la voluntad de hacer país". Campo Vidal hablaba del "hartazgo" ante la "falta de transparencia" de los partidos; la rectora de la Universidad Europea de Madrid, Águeda Benito, de la necesidad de afrontar los grandes problemas a fondo y no limitarse a "hacer movimientos puramente decorativos"; Ignasi Riera, escritor, pidió "luchar contra todo lo que sea dogmatismo"; Francisco López Sobrino, médico, lamentaba que "hemos cambiado la ética por la estética"; Marisa Mesa, empresaria, recordaba que este colectivo es "imprescindible para la sociedad del bienestar"; Raquel Ruiz-Giménez invitaba a participar a quien quisiera colaborar con una entidad que nace de la necesidad de dar respuestas de una sociedad preocupada por "la incapacidad de los partidos para llegar a pactos de estado en asuntos vitales", como educación, salud o economía.
La Sociedad Civil por el Debate, que quiere ser una "red de redes" que aglutine otros esfuerzos en este mismo sentido, comenzará su actividad en cinco áreas: investigación, desempleo juvenil, desigualdad social, un nuevo modelo productivo y la despolitización de las instituciones. Será sólo el principio del trabajo de este grupo, abierto a nuevas contribuciones tanto de particulares como de otras asociaciones.
Como resumió Manuel Campo Vidal, "no queremos empezar de cero y de nuevo el edificio constitucional: hay cosas que se hicieron muy bien, pero otras hay que adecuarlas a los tiempos, ponerlas al día".