La crisis económica ha afectado de una manera muy directa a los medios de comunicación. Desde 2008 se han cerrado en España 375 medios de comunicación, sumando diarios, revistas, cadenas de televisión y de radio y agencias de prensa. En este tiempo, hasta octubre de 2015, han perdido su puesto de trabajo 12.200 profesionales, según los datos recogidos en el Informe Anual de la Profesión Periodística elaborado por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y dirigido por Luis Palacio. En el país vecino, las cosas no andan mejor.
El cierre de la radiotelevisión pública valenciana (RTVV) y el expediente de regulación de empleo en Telemadrid han generado, por sí solo, la destrucción de alrededor de 2.000 empleos. En total, han desaparecido 4.459 puestos en televisión, 2.635 en diarios y 1.589 en revistas, 880 en radio y 613 en publicaciones gratuitas. En los 10 primeros meses de este año se contabilizan 246 despidos frente a los 2.465 de 2014 y los 2.771 de 2013, los peores años de la crisis.
La coyuntura económica ha tenido un impacto directo en el sector publicitario, principal soporte financiero de los medios. Además, la prensa (revistas y diarios) se ha visto afectada por una considerable caída de la venta de ejemplares como consecuencia de la competencia de Internet y los soportes digitales.
"Puede decirse”, afirma el informe, "que tras la crisis económica, los medios de comunicación españoles se han instalado en un escenario con un nivel de empleo significativamente menor, con unos puestos de trabajo de inferior calidad y con unas relaciones laborales más inestables, factores todos que, necesariamente, van en detrimento de la calidad del trabajo informativo”.
Paralelamente al cierre de medios han nacido otros. Desde enero de 2008 hasta noviembre de 2015, la APM ha registrado el lanzamiento por parte de los propios periodistas de 579 medios de comunicación mayoritariamente digitales y otros proyectos informativos. De ellos, permanecen activos 458 soportes y 121 han cerrado o están sin actualizar.
Según las conclusiones del análisis de este nuevo sector emergente, “los periodistas españoles han puesto en marcha más de medio millar de proyectos, en su mayor parte informativos, impulsados por esa crisis, como consecuencia de la pérdida del puesto de trabajo o por la imposibilidad de acceder a un empleo, profesionales experimentados y recién licenciados se vieron obligados a desarrollar una labor como emprendedores en la que no tenían experiencia ni conocimientos”. Estos periodistas emprendedores contaron a su favor con los huecos que fue dejando la industria de los medios tradicionales, que trató de combatir la crisis a base de recortes; y, en contra, se toparon con la escasez de recursos en forma de venta de ejemplares o de publicidad, señala el informe.
La bajada de los salarios ha sido constante desde la crisis. Los periodistas que trabajan en medios de comunicación y están amparados por un convenio tendrán este año una retribución básica en promedio de 26.972 euros (brutos) al año, lo que significa un salario de unos 1.927 euros (brutos) en 14 pagas.
La presidenta de la APM, Victoria Prego, apuntó que pese a los datos tan demoledores, hay "un punto de esperanza pequeñísimo" ante el menor ritmo en la caída experimentada en los últimos años.
Caída de sueldos
Los periodistas en activo cobran hoy en nuestro país, de media, hasta 5.560 euros menos que hace un lustro, en 2010, según la última radiografía del sector realizada por la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) en su 'Informe anual de la profesión periodística'. Una devaluación forzada por el ajuste acometido en los convenios laborales que ha dejado el salario medio de la profesión en 26.972 euros al año, un 17% inferior a los 32.534 euros que se percibían en 2010.
Se trata de una cifra básica (unos 1.972 euros en 14 pagas) a la que habría que descontar las deducciones a la Seguridad Social y los impuestos al rendimiento del trabajo, pero que demuestra el retroceso experimentado por la profesión de forma paralela a la desaparición de miles de puestos de trabajo (12.200 menos entre 2008 y 2015).
En los últimos cinco años, han sido los salarios de las categorías más altas los que han sufrido un mayor recorte, del 24% en el caso de los redactores jefe, y hasta de un 11% en el de los redactores B o júnior. Jefes de sección y redactores A o sénior han perdido, por su parte, hasta un 20% de su retribución.
Las televisiones son, sin embargo, el único medio en el que se ha registrado un incremento de las retribuciones en este último lustro.
Esta precarización del sector convive con otra realidad que pone de manifiesto la APM en su último informe. Y es que cada vez es más habitual encontrar en un mismo medio de comunicación a profesionales con idéntica categoría y trabajo pero que perciben cantidades muy diferentes. Es una de las consecuencias de los cambios implementados en la estructura salarial de los medios. Aquellos trabajadores que se fueron incorporando a las redacciones después de la renovación del convenio reciben compensaciones económicas muy por debajo de los profesionales más veteranos que ocupan idéntica categoría.
Las diferencias salariales en función del tipo de medio son muy grandes. Así, por ejemplo, el salario base de un redactor jefe en la radio es menos de la mitad que el de uno de un diario nacional, y un puesto de redactor sénior en televisión se valora casi el doble que en un diario local. En la prensa escrita, estos niveles también fluctúan enormemente en función de si se trata de diarios nacionales o locales, y si son periódicos especializados en economía o deportes.
En los diarios económicos y deportivos, los descensos en cada categoría se han situado por debajo del 20%.
En prensa, los redactores sénior han experimentado el recorte más acusado. Si en 2010 el salario base promedio era de 52.800 euros al año, ahora es de 37.300, un 29% menos, al igual que la rebaja experimentada por los redactores jefe. Les siguen, en la importancia del ajuste, los jefes de sección (-28%) y los redactores B (-23%). Por su parte, los redactores jefe de los diarios locales ganan, de media, un promedio de 30.000 euros al año, unos 2.140 euros brutos.
En los diarios económicos y deportivos, los descensos en cada categoría se han situado por debajo del 20%. El salario medio base de un redactor jefe y de un redactor A en uno de estos diarios es de 37.300 y 26.500 euros al año.
Las televisiones son, sin embargo, el único medio en el que se ha registrado un incremento de las retribuciones en este último lustro. Así, en las categorías A y B o en sus equivalentes, los salarios base han aumentado un 2 y un 20%, respectivamente.
El periodismo portugués, en peligro de extinción
El periodismo portugués es un animal en peligro de extinción; quedan 5.621 profesionales pero mañana serán varios cientos menos. Entre 2007 y 2014, el censo de los periodistas en servicio bajó de 6.839 a 5.621, un 17,8% inferior.
Según informaba el corresponsal de El País, Javier Martín, en estos años de troika, pre y postroika, ha habido despidos en los principales diarios, emisoras de radio y cadenas de televisión, aparte de las bajas voluntarias; aún así, la adaptación a los tiempos (malos) no ha acabado. Dos de los principales grupos de comunicación, Newshold y Controlinveste, están en manos de inversores angoleños que, con la crisis de su país (el barril de petróleo por los suelos), han desistido de seguir perdiendo dinero en sus aventuras portuguesas. En el caso de Álvaro Sobrinho, dueño del semanario Sol y el diario I, ya ha anunciado el despido de más de cien periodistas, dos tercios de su plantilla. Los 60 que sigan —renunciando a sus derechos de antigüedad— deberán mantener los dos periódicos como si nada hubiera pasado.
Otro angoleño, António Mosquito, se hizo cargo de Controlinveste, donde el principal acreedor es el banco BCP. Los despidos de 2009 y de hace un año se han revelado insuficientes para seguir sin nuevas medidas de recortes en sus medios Diario de Noticias, Jornal de Noticias, el deportivo O Jogo y la cadena de radio TSF. También el Diario Económico, del grupo Ongoing, está a la busca de un comprador que se haga cargo de la deuda, aunque de momento todo lo tiene embargado el fisco. Tampoco escapa de los despidos el diario Público, del grupo Sonae, su segunda reducción de personal después de la de 2008; ni Imprensa, del ex primer ministro Pinto Balsemão, que agrupa a la cadena de televisión SIC y el semanario Expresso, entre otros medios.
En Portugal, a diferencia de España, todos los medios cobran por el acceso a sus versiones digitales. Y han optado por volcar a la pantalla lo que ya va en papel. La única iniciativa periodística nacida en, por y para el mundo virtual ha sido el Observador. Ya se ha hecho con un sitio destacado en los móviles del país, pero le falta lo más difícil: cuadrar los números.