Marcelo Rebelo de Sousa, Presidente de Portugal, fue el invitado de honor en una Cena-Homenaje organizada por la Cámara de Comercio e Industria Hispano Portuguesa (CHP), a la que asistió cerca de un centenar de empresarios y directivos que representan al grueso de las empresas ibéricas en Madrid.
Acompañado por el rey emérito Juan Carlos, inspirador de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica, que preside hoy su hijo el rey Felipe VI, el presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, asistió en Madrid, junto con su homólogo, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, a la XI Cumbre Cotec Europa y a un posterior almuerzo, al que se sumó el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. Con este motivo, la Cámara de Comercio e Industria Hispano Portuguesa (CHP) organizó una Cena-Homenaje a la que asistió casi un centenar de empresarios.
Presentó el acto, como ya es habitual, el presidente de la CHP, Antonio Calçada de Sá, quien inició su alocución alertando de que el ilustre invitado no necesitaba presentaciones. Tras una brillante carrera académica y política, Rebelo de Sousa preside un país que se encuentra en un cruce de caminos históricos, con unas relaciones europeas e iberoamericanas más activas que nunca. “Se cumplen ahora –afirmó el presidente de la Cámara– 11 meses desde su toma de posesión. Durante estos meses ha tenido tiempo para estrechar las relaciones entre ambos países ibéricos, tanto por sus visitas a Madrid como por las que realizó el Rey Felipe VI en su toma de posesión y la visita de Estado que realizaron Sus Majestades los Reyes de España a Oporto, Guimarães y Lisboa el pasado mes de noviembre, con resultados tan esperanzadores. Todo ello ha contribuido a intensificar los contactos entre ambos Gobiernos”.
“Esta Cámara y sus miembros e invitados presentes y las empresas que forman parte de Cotec están aquí como ejemplo nacidos de la intensidad de estos lazos que unen a ambos países. Han venido para escucharle Sr. Presidente, pero también para mostrarle su gratitud por sus manifestaciones públicas inequívocas de apoyo a nuestras actividades, su disposición permanente para la escucha y su constante estímulo a la creatividad, al emprendimiento y a la innovación. Pero nuestro agradecimiento no termina hoy, ni nuestra cooperación se acaba aquí. Todo lo contrario: esta Cámara es y será siempre su casa. Gracias por concedernos el honor de disfrutar de su presencia y escuchar sus palabras”.
DISCURSO DEL PRESIDENTE
El Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, agradeció esta invitación a la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa y las palabras de introducción del ingeniero António Calçada de Sá. “Tengo, por mi parte, la particular satisfacción de conocer a algunos de los miembros y directivos de esta Cámara desde hace muchos años, lo que me lleva a recordar especialmente una comida en 2003 junto con el doctor António Vitorino, mi sucesor como presidente en el Consejo Consultivo de la Cámara de Comercio Luso-Española en Portugal. Estoy convencido de la inapreciable labor de esta Cámara y el mérito conseguido a través de sus más de 40 años de actividad en la promoción de las relaciones económicas y empresariales entre Portugal y España, lo que la ha convertido hoy en referencia obligada en las relaciones entre los dos países hermanos. Veo también entre nosotros a dos de los más antiguos presidentes de esta Cámara, João Flores y Aureliano Neves, a los que les envío unas palabras de gratitud por haber dedicado tanto tempo a incrementar las relaciones entre España y Portugal. Quiero destacar también los méritos que han tenido siempre todos los presidentes y directivos de esta Cámara en mantener unas excelentes relaciones con la Embajada de Portugal en Madrid, así como con la Embajada española en Lisboa, reforzando y dando dimensión a las relaciones entre ambos países”. “Estoy hoy aquí especialmente dispuesto a expresarles mis impresiones sobre las relaciones bilaterales entre ambos países. Y decimos España, un país con el que tenemos un ejemplar entendimiento político e institucional; hablamos de una país con el que compartimos el peso y la responsabilidad de pertenecer a un núcleo de las naciones más antiguas de Europa, lo que se traduce en valores comunes y legados únicos en la historia de la Humanidad. Tenemos una agenda común en la UE –anotó el presidente Rebelo– pero también en el espacio iberoamericano y en la Naciones Unidas, que se refleja en nuestras políticas positivas y en una articulación conjunta de nuestras políticas exteriores, como ha sido el caso reciente del apoyo fraterno de España para la elección de António Guterres como Secretario General de la ONU”.
“Las pruebas de amistad y consideración que hemos recibido por parte de de sus Majestades, los Reyes de España, permiten corroborar sentimientos de convergencia e interés compartido por los dos Jefes de Estado, ya que en los 11 meses que vengo desarrollando mi cargo, he recibido a Felipe VI en tres ocasiones: en mi toma de posesión, la visita de Estado que hicieron el pasado mes de noviembre y la asistencia al funeral del antiguo Jefe de Estado, Mário Soares; y, por mi parte, ésta es mi segunda venida a Madrid”.
“En apenas once meses, hemos realizado cinco encuentros al más alto nivel, a los que hay que añadir los que han realizado los Jefes de Gobierno por su parte: recuerdo que el primer ministro portugués, António Costa, fue el primer gobernante europeo en venir a Madrid tras la toma de posesión del presidente Mariano Rajoy en octubre del año pasado. Este ejemplar entendimiento del Gobierno se corresponde con la intensidad y diversidad de relaciones bilaterales habituales, entre las que cabe destacar la organización de las Cumbres luso-españolas habituales, a las que añadiremos excepcionalmente este año la 28 Cumbre Ibérica dedicada a la Cooperación Transfronteriza en un creciente conocimiento mutuo de nuestras respectivas poblaciones”.
¿Qué quiere decir esto?. ”Que cada vez nos conocemos mejor. Gracias a entidades privadas como esta Cámara de Comercio, de los empresarios, de Cotec española y portuguesa, tenemos la oportunidad de profundizar, consolidar y establecer nuevos lazos políticos, económicos, sociales y culturales. Por otra parte, son crecientes los flujos de turistas españoles a Portugal, como también lo son los de portugueses a España. El conocimiento mutuo nos enriquece y nos permite conocer mejor nuestra historia común, lo que se traduce en asumir las diferencias y festejar las semejanzas”.
LOS MEJORES PARCEIROS
“Esta relación única en Europa –prosiguió el presidente– se debe también a que España es nuestro principal socio económico. La cantidad y calidad de nuestros intercambios comerciales –productos, bienes y servicios, mercancías– y de inversión merecen ser destacados. No existe otro caso mejor que el nuestro en todo el continente europeo. Los indicadores económicos son conocidos, sobre todo cuando hablo con empresarios. Pero hay elementos que quiero destacar: en primer lugar, una tendencia creciente en las exportaciones portuguesas a España el año pasado, fruto del trabajo de más de 5.400 empresas nacionales que eligieron a España como mejor mercado para sus exportaciones. Inversiones directas de españoles a Portugal, pero también de Portugal a España. El turismo en los dos sentidos también ha crecido sustancialmente desde 2014. Y no debemos olvidar que cerca de 350 empresas españolas cuentan con capital portugués”.
“Del otro lado de la frontera, sobresalen más de 1.080 empresas portuguesas con capital español en numerosos sectores de nuestra economía, desde el petrolífero, la distribución y la banca. Esta interacción entre tejidos empresariales, esta complementariedad e interdependencia hace que España sea para nosotros el mejor socio político, empresarial y económico en Europa, Iberoamérica y mundial, un socio indispensable; y al revés, también transforma a Portugal en el mejor socio político y económico para España, sus empresarios y su sociedad. A pesar de las diferencias de dimensión de las dos economías, debemos encontrar un poco de equilibrio benéfico para ambas partes y, en especial, para los empresarios de ambos países, que tienen que recorrer un camino conjunto”.
“Termino con un nota de esperanza para Portugal. Nuestra economía y nuestras finanzas están en un camino ascendente en términos de control del déficit publico, reducción de la tasa de desempleo, de consolidación de nuestros sistema financiero y de creación de las condiciones necesarias para el crecimiento económico. Estos indicadores positivos, no sólo coyunturales, nos permitirán respetar los compromisos europeos y luchar diariamente para mantener y reforzar credibilidad en las instituciones internacionales. Con este espíritu de esperanza, de apuesta por Europa, de convergencia con España y de aproximación a Cotec también y con Italia, el otro socio. Esperanza y convicción en nuestras economías a través de empresarios, transformando estas señales coyunturales positivas en un crecimiento sostenido y estructurado. Esperanza y confianza en vuestra visión estratégica en relación al futuro y a vuestras empresas. Los empresarios saben bien que esperanza y optimismo generan confianza, y ésta es esencial para promover nuestras economías y las relaciones entre los agentes económicos. Estoy seguro de que todos los presentes tienen, igual que yo, confianza en el futuro de España y de Portugal”.
TURNO DE PREGUNTAS
En el turno de preguntas, el Presidente de la República aseguró que España y Portugal son la mejor plataforma de diálogo para estrechar lazos con Iberoamérica. “Ambos países tienen una masa crítica muy fuerte, que hace que el diálogo sea muy positivo en estos momentos desde la Cumbre de Cartagena de Indias. Pero esta relación es también muy importante para Europa, a la que deben aportar estabilidad frente a los radicalismos. Sin contar que ambos países forman parte también del bloque mediterráneo, que tanto tiene que decir a este respecto”.
En lo que se refiere a relaciones internacionales, Marcelo Rebelo recordó que “con cualquier Presidente de Estados Unidos, con cualquiera de los líderes europeos, los Estados Unidos necesitan de Europa y la Europa necesita tener una buena relación con los Estados Unidos de América”, dijo. La reciente elección de Donald Trump como Presidente de los Estados Unidos y los cambios en la política tradicional de Washington implementadas en las primeras semanas de mandato ha llevado a algunos líderes europeos a adoptar una postura de recelo por el futuro de la relación entre las dos partes. El Presidente insistió en que, “en el momento decisivo, la relación siempre será buena” entre los dos bloques. “Me gusta buscar lo esencial y no perder mucho tiempo con el superficial”, añadiendo que “la espuma de los días es menos importante que la constancia de las relaciones”.
Respecto a las relaciones actuales con España, aseguró que “es muy difícil para un jefe de Estado extranjero formular opiniones sobre un país amigo y vecino, pero digo que la evolución de España me parece muy positiva. Con la intervención arbitral de Su Majestad, muy prudente, muy inteligente, muy serena, con la comprensión por parte de los partidos de la necesidad de estabilización en el Gobierno en un momento muy difícil, en un momento en el que España y Portugal tienen que ser un ejemplo de estabilidad política y económica. La evolución del mundo pasa inevitablemente por una evolución de apertura. Hay siglos que son más cerrados, pero la tendencia hoy es a la apertura. Todo lo que sea cerrar horizontes se convierte en una visión condenada, lo que, por desgracia, para muchos se convierte en una visión atractiva. Pero es errónea a medio y largo plazo. La humanidad no camina en este sentido. Camina en sentido opuesto”.
Finalmente, destacó el momento actual de las relaciones bilaterales entre Portugal y España como excelentes, únicas. “Hemos tenido en el pasado momentos como estos, pero raros. Porque ahora hay una convergencia natural de intereses. Los intereses son esenciales; más allá de las culturas y de las simpatías, hay intereses comunes en la UE, en el Mediterráneo, con los países árabes, con el mundo latinoamericano, las relacionas transatlánticas... Hay intereses comunes económicos”, reiteró el presidente portugués. En cuanto a la convivencia de españoles y portugueses, citó a José Saramago como el mejor ejemplo de convivencia e iberismo. No nos podemos quejar: tenemos relaciones culturales, económicas, sociales y cotidianas constantes. Es un buen momento para los dos países. El egoísmo de los tiempos de crisis, que cierra puertas, no abre nuevas perspectivas en un momento en que, sin embargo, es necesaria la innovación. Tenemos que trabajar más juntos, pues somos dos países que tenemos mucho protagonismo en Europa y en el mundo. Estamos obligados ser optimista en este momento histórico”.