La Cámara de Comercio Hispano Portuguesa, continuando con su objetivo de dinamizar las relaciones bilaterales ibéricas, organizó el pasado miércoles 9 mayo de 2018, un Almuerzo-Coloquio con D. Juan Rosell, Presidente de la CEOE. Dentro de la vocación que posee la CHP para dinamizar encuentros con los principales actores del mundo empresarial ibérico, “contamos en esta ocasión con don Juan Rosell, ya en su etapa final de mandato al frente de la CEOE”, y para el que el presidente de la Cámara Hispano Portuguesa, António Calçada de Sá, desgranó sus principales hitos biográficos.
Nacido en Barcelona en 1957, Juan Rosell es Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Barcelona y cursó estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid. En 1983 fue Director General de Juguetes Congost para, desde allí, pasar a ser Presidente de Enher (1986-1999), de Fecsa (1999-2002) y Consejero de Endesa (2002-2008). Rosell ha sido Presidente de Corporación Uniland, Presidente de Miura Capital Riesgo (2008-2013), Presidente de OMB Sistemas Integrados de Higiene Urbana (2000-2013) y Consejero de Sociedad General de Aguas de Barcelona, de Gas Natural Fenosa, de Applus Servicios Tecnológicos y de Siemens.
En la actualidad es: Presidente de Zoeller Equipos Urbanos S.A.; Presidente de Congost Plastic; Consejero de Caixa Bank. En cuando al mundo institucional, además de Presidente de CEOE, es Vicepresidente de la Confederación Europea de Empresas BusinessEurope. También ostenta la presidencia de la fundación ÁNIMA, y es miembro de la Mont Pelerin Society.
Calçada de Sá aprovechó para destacar el momento “casi muy dulce” que viven empresarialmente los dos países, lo que se demostró hace un mes en el Foro Empresarial organizado por la CEOE, que contó con la presencia del Presidente de la República Portuguesa, Exc. SR. Marcelo Rebelo de Sousa, iniciativa que revela las magníficas relaciones existentes entre los dos países. “Vivimos una etapa excelente en lo que se refiere a innovación y diversificación de los sectores importadores y exportadores”, reveló el presidente de la CHP. “Este es un mercado que va a más y que vive un momento muy positivo. Para dar una idea, la Cámara Hispano Portuguesa recibió el año pasado más de 75º solicitudes de información de empresas para invertir en Portugal. Portugal es el primer cliente de España y, recíprocamente, España está cada vez más presente en Portugal, lo que se visualiza en que cada día hay más empresas, individuos y colectivos portugueses en Madrid y Barcelona, y españoles en Lisboa y Oporto. Nosotros pensamos que estamos cumpliendo nuestra misión y la hoja de ruta que nos marcamos de acercar a líderes empresariales y políticos de ambos países. Creemos en el trabajo en equipo, creamos espacios de formación y aspiramos a duplicar el número de afiliados para potenciar nuestra labor en este momento histórico que vive el mundo ibérico”, con lo que finalizó su presentación para dar paso al orador invitado.
Discurso de Juan Rosell
Juan Rosell se reafirmó en las palabras de su presentador, pero alertó que veníamos de una gran crisis en la que había caído estrepitosamente el PIB, perdido cuatro millones de puestos de trabajo de los que se han recuperado solamente tres millones. Las exportaciones se han multiplicado por 2,2% y la economía crece a un 3%, lo que demuestra que hemos recuperado el ritmo de crecimiento que tuvimos desde principios de siglo hasta el advenimiento de la crisis en 2OO7.
Recordó también los beneficios que aportó a ambos países la entrada del euro y la época en que las inflaciones eran tan bajas que permitían la subida de los salarios hasta llegar a los convenios colectivos surgidos con la reactivación de la economía post crisis. “Las empresas grandes están firmando convenios colectivos buenos, las medianas están intentando hacerlo y las pequeñas tendrán que esperar aún un tiempo para conseguirlo”, afirmó Rosell. “Lo hemos pasado muy mal, pero ahora estamos recuperando el empleo y los beneficios empresariales empiezan a ir mejor, lo que permite que las empresas puedan invertir más y subir salarios, al tiempo que pueda exportar como antes de la crisis. Los gastos no los hemos recortado de manera escandalosa, dado que hemos hecho una reforma financiera y laboral importante”, dijo.
Rosell se mostró dispuesto a “hablar" de los salarios más bajos para "intentar" aumentarlos. En esta línea, defendió que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), "propuesta por los empresarios", no ha provocado el "desastre y el aumento" del paro que "algunos". Por ello, aboga por adelantar la subida pactada con los sindicatos (850 euros mensuales en 14 pagas en el 2020) en los convenios en que sea posible. "Subir los salarios no es solo una cuestión de decencia en tiempos de recuperación económica, sino de inteligencia, especialmente cuando se pueda”, argumentó.
En su última asamblea como presidente, reclamó también “reformas de calado y continuas” al Gobierno, aunque ha admitido que son “muy difíciles”. En particular, recodó haber pedido un impuesto de sociedades “muy bajo” para las empresas con escasa facturación para desincentivar la economía sumergida, la reforma de las administraciones, y un aumento de la inversión pública.
“¿Qué nos queda por hacer?”. “Muchas reformas, pues el funcionamiento de este país sigue siendo demasiado caro para las empresas y para los particulares, hay demasiadas regulaciones. ¿Para qué es mejor estar en Europa, para mejorar las legislaciones locales o las estatales?”, se preguntó. “Hay que conseguir que las empresas sean más competitivas, lo que exige también la reforma de las Administraciones: los errores de la Administración central los hemos multiplicado. Hay que priorizar para que vuelva la rentabilidad y el retorno. Y también hemos de volver al I+D, formación y educación para la que hemos elaborado proyectos estupendos. En lo que sí hemos acertado de lleno –terminó– es en el proceso de internacionalización, de la misma manera que lo ha conseguido Portugal, ahí vamos de la mano. Permítanme una metáfora final: En EEUU, cuando alguien tiene una idea o un proyecto, la gente le aplaude; si sucede en China, lo copian; y si es en Europa, preferimos reglamentarlo para publicarlo después”.