El presidente de la Cámara Hispano Portuguesa, Antonio Calçada de Sa, agradeció una vez más la presencia de los asistentes y la del invitado, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo.
Tras detallar su ya largo curriculum académico y profesional, destacó que, desde su nombramiento en 2011, “García-Margallo ha desarrollado una excelente labor en las relaciones bilaterales entre España y Portugal. Nuestros dos países representan juntos un mercado potencial de más de 1.200 millones de consumidores y España se encuentra –refirió el presidente de la CHP– en un ciclo de crecimiento con mejores perspectivas y más confianza en cuanto a inversiones, exportaciones y consumo privado”. Las exportaciones desde Portugal en 2014 han crecido de una forma significativa alcanzando una cifra de 48.000 millones de euros, y las importaciones están cercanas casi a los 60.000 millones de euros. “Y hay que insistir –añadió– en que España sigue siendo el principal cliente y el principal proveedor de Portugal. Ambos países cuentan con infraestructuras y logística reconocidas a nivel internacional, así como en transporte ferroviario, aéreo y marítimo de pasajeros y de mercancías, unido todo ello a las casi 24.000 empresas y empresarios que trabajan en el mercado ibérico”. Esta situación se enmarca dentro de unas excelentes relaciones bilaterales, desarrolladas una vez más en la última Cumbre celebrada en Baiona (Pontevedra), y en la que se analizaron expresamente de las interconexiones energéticas de la península, encaminadas a la construcción de la Unión Europea de la Energía. “La próxima semana organizamos precisamente el I Foro ibérico del Gas y de la Electricidad con una extensa participación sectorial y la presencia de los Secretarios de Estado de ambos Gobiernos”, añadió Calçada de Sa, quien recordó que España es un magnífico puente de las empresas portuguesas hacia Latinoamérica y, a la inversa, Portugal se sitúa estratégicamente para las relaciones de las empresas españolas en los países africanos de lengua portuguesa, principalmente Mozambique y Angola, país en el que operan y exportan ya más de 10.000 empresas portuguesas. “Como decimos siempre en esta Cámara Hispano Portuguesa –terminó el presidente antes de dar paso a la intervención del ministro–, España y Portugal juntos somos más fuertes en Europa y en el mundo”.
Discurso del ministro
Tras alertar de que no iba a dar ni una conferencia ni menos una charla, “sino abrir brechas al diálogo posterior”, D. Juan Manuel García-Margallo inició su exposición refiriéndose a la crisis inmobiliaria que más tarde, en una economía globalizada, se trasladaría a la financiera: crisis de liquidez y de solvencia, crisis de deuda soberana. “En España no debiera habernos afectado tanto –dijo– pues no teníamos activos tóxicos, pero todo ello devino rápidamente en un endeudamiento masivo, un sector inmobiliario en caída libre y pérdida de competitividad”. Así que cuando llegaron al Gobierno “nos encontramos con un espectáculo dantesco.
Inmediatamente hibo que arbitrar la consolidación fiscal, el saneamiento del sistema financiero, las reformas estructurales en el medio laboral, pensiones y Administración, y, en definitiva, el cambio radical del modelo. Hoy la economía crece más del 3,5% gracias a la reforma laboral: hemos creado un millón de puestos de trabajo y llegaremos a los 20 millones. El Estado del Bienstar sólo es posible si se trabaja y se cotiza”. El ministro hizo alusión a la situación de riesgo que vivía Europa en estos momentos – “debemos mantener a Grecia dentro de la UE y preparar un plan B si no presenta un plan creíble”, dijo– e ir a una Unión Federal en la que el Banco Central y un Gobierno económico y monetario fuerte obtuviera la consolidación fiscal, el crecimiento y el empleo para mantener el Estado del Bienestar, y la competitividad, en la que la UE ha demostrado ser la menos competitiva que el resto de las regiones del mundo.
España y Portugal tienen agendas comunes, “pero hay que acabar con los cuellos de botella y con aquellos obstáculos que nos impiden crecer: el crédito, la energía y el transporte, en la energía. Debemos conseguir que la Unión Bancaria tenga carácter europeo; España y Portugal han sido islas energéticas, pero ahora están en el sitio correcto para encontrar fuentes alternativas de energía que disminuyan nuestra dependencia del mercado ruso; en materia de transporte contamos con una red de infraestructuras envidiable, pero debiéramos compartir el corredor mediterráneo para vender mejor nuestros productos. Yo siempre digo que para nuestros dos países lo mejor está por venir: hemos superado una de las crisis más feroces desde 1929, hemos sido capaces de apretarnos el cinturón en medio de una recesión. Sabemos lo que hay que hacer para recuperar competitividad y ganar el futuro”.