El empresario español, Alberto Cortina, está construyendo una presencia bancaria en África Occidental para aprovechar la demanda de los clientes soberanos y corporativos. Tras la compra de un banco minorista en Senegal, planea la creación de una unidad de banca de inversión al este de Costa de Marfil a finales de año. Bankinter ha firmado la compra del negocio de banca minorista de Barclays en Portugal por 100 millones de euros. BPI está a la espera de que CaixaBank salga de su capital en los próximos meses. Novo banco paraliza su venta. Y tampoco se vende el Villamagna...por el momento.
El futuro de África se enfrenta a una gran transformación, un gran cambio, un gran salto en el siglo XXI. Á frica está atrayendo el interés de los inversores, ya que el crecimiento supera al de muchos países desarrollados. El ex máximo responsable ejecutivo de Barclays, Robert Diamond, y el empresario ugandés, Ashish Thakkar, fundaron Atlas Mara para adquirir compañías africanas de servicios financieros y están en conversaciones para invertir en Banque Populaire du Rwanda. TPG Capital, de David Bonderman, también está estudiando ofertas, y se ha asociado con el multimillonario filántropo MoIbrahim, de Satya Capital, para invertir en salud, consumo y servicios financieros en África.
En este contexto, Alberto Cortina y un grupo de socios planean operar en la región de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, UEMOA por sus siglas en francés. La región contiene una relativa estabilidad política y una moneda común, el franco CFA del África Occidental, respaldado por el Banco Central francés. “A través de la banca de inversión, la compañía apunta a actuar como asesora en operaciones corporativas, así como también en emisiones de empresa y soberanas y banca privada”, ha declarado Cortina. Alberto Cortina no ha escatimado esfuerzos para que su último proyecto empresarial, el Banco de Dakar, se convierta en una de sus mejores jugadas y está convencido de que una modesta inversión alcanzará elevadísimas cuotas de rentabilidad; por ello ha logrado reunir a 14 sociedades en un conglomerado empresarial (BDK Financial Group) que aglutina el 78% de las acciones de la entidad. "En el negocio está metida media España", explica, en sentido metafórico, uno de los inversores participantes. Blas Herrero, propietario de Kiss FM, y César Álvarez, hermano del fallecido Isidoro Álvarez que capitaneó hasta su muerte a El Corte Inglés, son dos de los inversionistas. Cortina también ha logrado el apoyo financiero del empresario venezolano Alejandro Betancourt, que ha ganado 12 de los 14 concursos para levantar plantas eléctricas en Venezuela en los últimos años.
El conocimiento de ese continente ha sido clave para ganar la confianza de sus inversiones. Cortina aterrizó en Senegal con una empresa multinacional minera: SP Mining, con sede en Singapur, y especializada en búsqueda de oro, zinc y diamantes. Ha ganado importantes concesiones como la de 1.300.000 kilómetros cuadrados en Chad. También es socio de Star Petroleum, con sede en Luxemburgo y con dos concesiones petroleras en Chad del Sur. La empresa que congrega a todos los inversores del banco, BDK Financial Group, tiene sede en Luxemburgo, así que el negocio parece bien montado: se conquista de un mercado emergente con el aval de los gobiernos africanos y se resguardan los beneficios en un paraíso fiscal.
El grupo inversor capitaneado por Alberto Cortina y el empresario venezolano afincado en Madrid Alejandro Betancourt va a extender sus tentáculos financieros a nuevos países del África francófona. Después de la inauguración este último verano de la sede social del Banco de Dakar en la capital de Senegal, la siguiente estación en la estrategia de desarrollo corporativo del empresario español se orienta a Costa de Marfil, con la próxima adquisición del Versus Bank ubicado en la ciudad de Abiyán, principal centro comercial y de negocios del país.
La compra está siendo ultimada con el Gobierno marfileño de Alassane Ouattara, si bien la operación no se materializará hasta que no se celebren las elecciones presidenciales convocadas para el próximo mes de octubre. El actual Ejecutivo, en el poder desde el año 2011, ha conseguido reactivar el país después de una sangrienta guerra civil, llevando a cabo una decidida intervención económica que ha permitido recuperar el esplendor de Abiyán, considerada en su día como el 'paraíso' de África Occidental.
Versus Bank fue nacionalizado por el Estado marfileño en 2009 dentro de un proceso de reestructuración y saneamiento que ahora entrará en su recta final con la venta de la entidad. El grupo español tiene previsto la toma de control mayoritario de hasta un 67% de las acciones, en tanto que el 33% restante será transferido a inversores locales. La participación del consorcio encabezado por Alberto Cortina pasará a estar controlada por una sociedad con sede en Luxemburgo que también posee las acciones del Banco de Dakar.
El proyecto de Alberto Cortina cuenta con un capital inicial de 50 millones de euros destinados a crear un red financiera en las principales plazas de la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) con el fin de aprovechar el proceso de modernización de estos países de la zona francófona, que poco a poco están experimentando nuevas tasas de crecimiento económico. La mayor estabilidad política de Senegal facilitó la elección de Dakar como centro neurálgico de las operaciones que el grupo inició el pasado mes de junio.
Los compañeros de viaje de Alberto Cortina se aglutinan en torno a la empresa Derwick Associates, domiciliada en España pero dirigida por el venezolano Alex Betancourt, hijo de Lilia López, quien fuera novia del torero Sebastián Palomo Linares. Cortina y Derwick emprendieron sus relaciones de negocio en el sector petrolífero y han ampliado ahora el ámbito de actividad al mercado financiero, dando entrada a otros representantes del empresariado español, entre los que destaca Blas Herrero, presidente de la cadena de emisoras Kiss FM.
Bankinter entra en Portugal
Bankinter ha decidido dar su salto al exterior con una operación de relevancia para su tamaño. La entidad ha firmado la compra del negocio de banca minorista de Barclays en Portugal por 100 millones de euros. La transacción supone la primera gran incursión de la entidad española en el exterior. Hasta ahora sólo se había instalado en Luxemburgo a través de una pequeña filial dedicada a grandes patrimonios. La adquisición excluye los negocios de tarjetas y banca de inversión que Barclays cuenta en Portugal. As, el grupo británico sigue los pasos seguidos en España, donde hace exactamente un año selló la venta de su división de banca minorista a Caixabank por 800 millones. La CEO, María Dolores Dancausa fue muy clara respecto a sus objetivos en el país luso: “No queremos ganar dinero a costa de reducir oficinas y personal, sino de crecer”. La operación no incluye ni el negocio de banca de inversión, ni el de tarjetas ni tampoco unos 300 clientes de banca corporativa, que seguirán en manos de Barclays.
Parece que la operación es bastante buena y positiva para los accionistas de la entidad. Por dar algunas magnitudes: la cartera de créditos aumentará un 11,3%, hasta cerca de los 48.000 millones; los recursos minoristas subirán un 7,7%, hasta los 35.000 millones; sumará casi 185.000 clientes y se situará en 812.357 y también crecerá su número de empleados, que ascenderá a 5.278, y de sucursales (+84), hasta las 446. Y todo ello con un coste de morosidad “prácticamente nulo”, cuya cobertura es del 86%. Dancausa ha comentado que la cuota de mercado de Barclays Portugal en banca privada era del 5% y en banca comercial, del 6%. Porcentajes que espera aumenten, “mínimo”, al 10%. Por tanto, estarán absolutamente centrados y descartan, por ahora, ver si después continúan creciendo en Portugal o en otros país o en España, donde “tenemos mucho recorrido”. Lo que sí quiso dejar claro Dancausa es que no van a reestructurar la plantilla, pues Barclays ya ha sufrido duros ajustes. También pretende extender y replicar su modelo de negocio en el país vecino. Además quieren crecer en el país vecino, pero “con gente local”. Algunas pruebas de esto se pueden ver en que la rama retail de Barclays se llamará Bankinter y la liderará Carlos Brandao, la misma persona que la ha dirigido hasta ahora.
Dancausa no teme la retirada de la banca española de Portugal, sino que lo ve como “una oportunidad de aprovechar la situación que se está viviendo allí, igual que lo hemos hecho en España, donde, con el sistema financiero reduciéndose, Bankinter ha sido capaz de crecer”. Es más, afirma que pueden contribuir al éxito de un país que ya ha emprendido la senda de la recuperación y ser un ejemplo para el sector.
Novo Banco paraliza la privatización
El Banco de Portugal no ha llegado a un acuerdo ni con los chinos (Fosun y Anbang) ni con Apollo, por lo que se da un año más para venderlo y empezar de cero. Bankinter compra el negocio de banca minorista de la filial portuguesa de Barclays.
La idea era venderlo antes del verano y esa idea ha fracasado finalmente por falta de acuerdo con los tres finalistas. Dos de ellos son chinos, Fosun y Anbang, con problemas coyunturales con denominación de origen (la crisis en su país), y el otro un fondo de inversión americano, Apollo. Para los primeros, Portugal es una puerta de entrada en Europa y para el segundo, una oportunidad de especulación. Pero para los tres, el precio es demasiado elevado: 4.900 millones de euros.
La crisis china ha dejado una secuela en Portugal, como es obvio, pero es igualmente cierto que Novo Banco tampoco ha despejado las dudas, ni en sus cuentas ni en su saneamiento. Ni sus activos eran tan buenos como decía el Banco de Portugal, ni sus pérdidas han menguado desde enero. Al contrario: están en 450 millones de euros.
Así las cosas y con el plazo que se ha dado el Banco de Portugal, la privatización se colará indefectiblemente en la campaña para las próximas elecciones. Es la otra lectura que sobrevuela en esa decisión. Habrá pelea entre el actual gobierno de centro derecha de PSD-CDS y los partidos de la oposición. Y en eso han influido dos de los principales bancos del país, BPI, que ha provocado no pocos problemas a Caixabank, y BCP. Esos dos bancos piden que Novo Banco pase, en noviembre, la prueba de los test de estrés del BCE, por la que no pasó en 2014, y a partir de ahí se puede saber mejor si necesita ser recapitalizado y en qué medida y, desde ahí, ajustar el precio de venta.La banca se escora hacia un modelo que nada tiene que ver con Novo Banco, en este caso, banca domestica y de servicios, frente a banca de inversión y de gestión de patrimonios. En cuanto a los bancos españoles, sólo el Santander perseveró algo en el empeño, como Caixabank, pero en este último caso por un compromiso entre caballeros con el BPI, que luego se quedó en agua de borrajas.
El futuro de BPI
Banco Português de Investimento (BPI), el tercer banco de Portugal, vive en estos momentos una situación de bloqueo. Tras la OPA que lanzó Isidre Fainé y que fracasó, ahora los lusos están esperando que CaixaBank salga del capital y venda su 44% en el banco. El comprador podría ser algún grupo inversor chino.
La operación debe hacerse en los próximos meses, porque como reveló en una entrevista al Diário Económico el financiero portugués Tiago Violas Ferreira, miembro de la familia Violas, desde el Banco Central Europeo se ha dado de plazo a BPI hasta marzo de 2016 para salir de Angola y vender su participación del Banco de Fomento Angola (BFA), donde tiene el 50.1%. La familia Violas sólo tiene el 2,6% de BPI pero su opinión es muy significativa, porque es el primer accionista portugués de BPI. Violas asegura que una fusión con Banco Comercial Português (BCP), tal y como había defendido Isabel dos Santos, hija del presidente de Angola y segunda accionista de BPI, no es posible por la diferente calidad de los activos entre las dos entidades. Desde CaixaBank ya se había advertido que la fusión que la hija del presidente angoleño defendía carecía de cualquier viabilidad financiera.
A 30 de junio de 2015 el 44% de BPI estaba valorado en 654 millones en los libros de CaixaBank. Es la participación bancaria del grupo laCaixa más antigua y la salida será el final del intento del presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, de crear un gran banco ibérico. El mayor problema es la sombra que se cierne en este momento sobre la economía china. Los grupos chinos Angbank y Fosun eran los que estaban pujando por Novo Banco (el banco bueno de los restos del antiguo Espírito Santo). Pero los problemas en el gigante asiático podría hacer que escaseasen nuevo inversores para el paquete de BPI de CaixaBank. Una alternativa rápida sería que el perdedor de esa subasta fuese el que abriese negociaciones para adquirir el paquete de CaixaBank, aseguran fuentes financieras.
Tmpoco se vende el Villamagna
A finales de junio se llegó a publicar que Gilinski, quien controla más de un 5% de Sabadell, había cerrado la compra del hotel. El vendedor era el holding portugués Sodim, del empresario Pedro Queiroz Pereira, propietario de compañías en diversos sectores, como la papelera Portucel. Pero el millonario luso finalmente ha rechazado esa oferta.
“No es cierto que se haya vendido el Hotel Villa Magna. Sodim no aceptó las últimas condiciones para la transacción”, asegura una fuente oficial de la compañía portuguesa. “En ningún momento esa venta estaba cerrada”, añade.
La última oferta de Gilinski fue de 190 millones, un montante que para los expertos parecía definitivo, a falta de ultimar los flecos del acuerdo. Pero Queiroz rechazó finalmente la cifra a principios de agosto. “Sospechamos que se dio la noticia de la venta para hacer presión”, se lamenta desde la compañía portuguesa. “La realidad es que el señor Queiroz dijo que no a los 190 millones”, añade. La consultora JLL tenía el mandato de venta del hotel, pero ha declinado hacer comentarios sobre este tema. Para la portuguesa Sodim, la última oferta es insuficiente. Y lo justifica en que la economía española está creciendo y los ingresos en turismo también aumentan, incluso a un mayor ritmo, especialmente entre los visitantes de Madrid, lo que está beneficiando al negocio. “El hotel Villa Magna mantiene un alto nivel en tasas de rentabilidad y ocupación”, asegura el portavoz de Queiroz.
De hecho, las cuentas presentadas en el registro muestran esa mejora. Si en 2013 el hotel había facturado 19,5 millones, un año después la cifra ascendió hasta los 23,4 millones, un 19,36% más. A su vez, el beneficio creció un 62,75%, hasta alcanzar los 6,2 millones.
El Villa Magna es un hotel de cinco estrellas situado en el paseo de la Castellana. Junto al Ritz y al Palace, se encuentra en la más alta gama de turismo de lujo en la ciudad. Históricamente ha estado gestionado por Hyatt, pero tras la remodelación terminada en 2009, las riendas pasaron a Sodim. La transacción, de momento truncada, sigue la estela de la reciente venta, también en Madrid, del Hotel Ritz, comprado por la familia saudí Olayan y el grupo hotelero Mandarin, quienes desembolsaron 130 millones. En principio, el potencial comprador Gilinski tenía como objetivo llegar a un acuerdo con alguna marca hotelera de prestigio que se hiciera cargo de la gestión.
Fuentes cercanas al proceso aseguran que está aún abierto, que no se ha descartado a falta de un renegociación de precio. Y apuntan a otras operaciones como el Hotel Ritz, que tardó dos años en cerrarse, mientras esta lleva solo cuatro meses en discusión.
Por su lado, Queiroz no descarta escuchar ahora otras ofertas, ya que se asegura que inversores árabes y estadounidenses han mostrado interés. Otras voces dan por fallida la operación, aunque especulan que se pretenda una mejora de la puja por parte de Gilinski. “Siempre hay una cifra, aunque el señor Queiroz no maneja ahora mismo ninguna”, señala su portavoz.