REPENSANDO ÁFRICA, UN CONTINENTE DE FUTURO

En la sede de la madrileña Casa América se celebró el Primer Encuentro de Periodistas África-España, organizado por Casa África: 30 profesionales de diversas nacionalidades que en varias mesas redondas reflexionaron e intercambiaron ideas con una meta común: remar juntos para que el continente sea más y mejor contado en España. Habrá que recorder, y añadir a este encuentro de profesionales, el también I Encuentro de Think Tanks África-España, que se celebró el pasado de noviembre en su sede, en Canarias.

La jornada, patrocinada por Ria Money Transfer en colaboración con la Agencia EFE, la ONG Mujeres por África y el Ayuntamiento de Madrid, fue inaugurada por la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, quien destacó que esta "es la ciudad del abrazo y la acogida". A continuación, seis mesas redondas para hablar de nuevas tecnologías, de mujer, de rigor periodístico, de derribar tópicos y, sobre todo, de mucha África ante un auditorio repleto —las 250 plazas disponibles se cubrieron la semana anterior al evento— que demostró que sí que existe un público interesado en saber qué ocurre más allá del Mediterráneo.

Casa África hizo posible un encuentro muy singular debido a que puso bajo el mismo techo a periodistas de gran renombre provenientes de países muy diferentes y lejanos entre sí para debatir entre ellos, una experiencia única y difícil de conseguir. Entre los extranjeros, mujeres como Verashni Pillai (redactora jefe del diario sudafricano Mail & Guardian), Eric Chinje (director del African Media Initiative), la reportera Aysha Dabo y Daouda Coulibaly o el editor de Quartz África Yinka Adegoke. ¿Y qué es lo que pidieron reporteros africanos y españoles? Sobre todo, que se dé más espacio a los primeros en los medios de comunicación occidentales, que se intente mirar hacia África sin una idea preconcebida, que se trascienda del afropesimismo o afrooptimismo y se cuente lo que ocurre con objetividad y realismo. "Hay una nueva África que contar al mundo, y es lo que tenemos que hacer los africanos", subrayó Chinje en su conferencia inaugural. En la misma desafió a España a ser nuevo líder en la información que se realiza sobre el continente. "Es el momento más excitante para ser un actor en la nueva África. Id y contadlo", animó.

Durante la primera mesa redonda, los medios de comunicación españoles fueron abiertamente criticados por dar, en general, escasa importancia a África. Son "predecibles y perfectamente aburridos" para el periodista Alfonso Armada. Se habla poco y se habla desde estereotipos: guerra, crisis, hambrunas, pobreza. Lo demás no es noticia. "Estamos fracasando estrepitosamente, tenemos una miseria informativa brutal sobre el continente africano", sostuvo la reportera Gemma Parellada. "La única forma de eliminar la barrera sobre África es informar con normalidad", expuso Javier Marín, delegado de la agencia EFE en su sede de Nairobi (Kenia), quien opina que España está instalada en la gran tragedia africana o en la mera anécdota.

Mujeres por África

También hubo espacio para el optimismo, pues se reconoció el creciente interés que está suscitando el continente y que ha propiciado el nacimiento de nuevos portales como Wiriko, Afribuku, Radio África Magazine o Afrikaye y el aumento de periodistas jóvenes que viajan a países africanos para informar desde allí, tal y como recordó Lola Huete Machado, redactora jefe de Planeta Futuro. Eso sí, muchos de ellos son freelance a quienes les cuesta un gran sacrificio cubrir estas informaciones. "Conozco compañeros a quienes han llegado a pagar 35 euros por una pieza informativa desde una zona de conflicto", criticó José Naranjo, colaborador en EL PAÍS.

En la mesa redonda bautizada “Si hablas de nosotros: el periodismo en África y la visión de África en el mundo”, varios periodistas africanos reclamaron menos condescendencia, menos exageración con los tópicos de siempre y más voces locales en los medios de comunicación. "No queremos que se cuenten historias positivas de África. Queremos que se cuente la verdad" , reclamó Eric Chinje, quien contó una anécdota sobre la sorpresa que se llevó una interlocutora suya cuando este le contó que la primera vez que vio un león fue en un zoo de Washington. Mientras, Verashni Pillai, que acaba de ser nombrada directora del Huffington Post en Sudáfrica, reclamó que les mire con la misma normalidad con la que nos vemos nosotros, como seres complejos y con distintos intereses: "Vosotros no vais por ahí pensando que sois europeos. Lo mismo nos pasa en África".

Yinka Adegoke, editor de la revista Quartz Africa, reclamó un trato de igualdad y puntualizó que los medios tradicionales de papel, apegados al poder, son "igual allí que aquí". "Me importa la gente y escribo para ellos. Hay que tener la mente abierta y contar todas las historias". Adegoke subrayó la importancia hoy de los nuevos canales, redes sociales y teléfonos "inteligentes" para realizar esta labor. Todos, además, coincidieron en defender que deben ser los periodistas africanos quienes escriban sobre África y destacaron que hoy hay profesionales más comprometidos que hace 20 años.

M. Teresa Fernández de la Vega

El papel de la mujer en los medios también tuvo su espacio. María Teresa Fernández de la Vega, presidenta de la Fundación Mujeres por África, apeló a la responsabilidad de los periodistas en garantizar que se vele por el rigor y la seriedad frente a la banalización de la información en la mesa Mujeres, espacio público y comunicación, que se inició con la percepción de que queda mucho por hacer en el terreno de la igualdad de género y concluía con la idea de que es necesario hacer un esfuerzo continuado y consciente para lograrla. Lola Huete Machado pidió que siempre se dé una mirada de género para todo aquello que planteamos. "Se escribe bastante poco sobre ellas, pero son temas que funcionan". Aisha Dabo, por su parte, afirmó que la mayoría de las periodistas se convierten en defensoras de los derechos de otras mujeres. “No soy feminista, soy una defensora de los derechos humanos y los derechos de las mujeres son derechos humanos. Hay que continuar luchando”, dijo.

Verashni Pillay recordó las violaciones correctivas a lesbianas y la violencia sexual que aparece en frecuentes titulares sobre su país, Sudáfrica, además del sexismo cotidiano en los espacios empresariales, mediáticos y de todo tipo. “Creo que lo que tenemos que hacer es seguir hablando sobre ello”, afirmó. “No alcanzaremos la igualdad si no la perseguimos intencionadamente”. La periodista Ana Henríquez recordó que sigue existiendo un techo de cristal debido al sexismo que pervive en nuestras sociedades. “A las periodistas nos da miedo abordar temas de género, porque sentimos que nos encasillan, como si sólo pudieras hablar de temas de mujeres”.

Nuevos canales tecnológicos

Durante las jornadas también se debatió sobre la importancia hoy de los nuevos canales, redes sociales y teléfonos "inteligentes" en la comunicación e información en los países en desarrollo de África y también se subrayó el papel de los blogueros y otros escritores que trabajan en competencia y con su propio lenguaje en los medios tradicionales, como expuso la periodista ugandesa Rosebell Kagumire en la mesa redonda titulada “El periodismo africano en la era de las nuevas tecnologías”. Otro experimentado bloguero, Daouda Coulibaly, aportó abiertamente por el mundo digital. "Es el mundo de la libertad. Sean celosos de su libertad, que es lo más importante". Para Aysha Dabo, el diálogo y la posibilidad de ampliar la información con enlaces, por ejemplo, son las principales ventajas en internet. Dabo pertenece al colectivo Africtivistes, una plataforma que sin esta herramienta digital nunca se hubiera hecho realidad.

La última mesa, destinada a debatir sobre rigor periodístico en tiempos del tuit, puso de relieve algunas de las claves para hacer un buen reportaje. El tiempo, por ejemplo, fundamental para comprender historias que son ajenas al periodista y para generar confianza en sus interlocutores. "Taramos un mes en hacer un reportaje que se lee en un café", dijo Marta Arias, de la revista 5W. También se subrayó la importancia del contexto para un público que no siempre está especializado en asuntos africanos. "Es esencial contextualizar y ofrecer una información completa", señaló Lola Hierro, redactora de Planeta Futuro. "Cada vez que escribo, intento recordar que en España tienen poca idea de lo que pasa en África", apoyó la reportera freelance María Rodríguez. La necesidad de visibilizar a los afrodescendientes, la de buscar variedad de fuentes y también la del rigor de los datos también fueron aspectos destacados por los periodistas. Como colofón, y quizá sirva de reflexión final de esta jornada, la de Alberto Rojas, redactor de El Mundo, cuando se le pidió que la definiera con un tuit: "Es imposible contar África en 140 caracteres".

Retos communes

"El reto es persuadiar a la opinión pública de que los desafíos africanos ya son también los nuestros, y eso se puede hacer posible a través de los medios de comunicación", planteó Ignacio Cartagena, subdirector del área de África subsahariana del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, también presente en el acto junto a los principales responsables de Casa Árabe y Casa África.

Precisamente, ese reto se topa con importantes limitaciones: una de ellas, romper tópicos. Durante una visita a la sede de la agencia EFE de noticias, Aisha Dabo preguntó cuánto porcentaje de las noticias que genera la agencia se refieren a asuntos políticos, a lo que José Manuel Sanz, director del area de Internacional de la misma, respondió que en torno a un 60%, aunque añadió que el problema no es solo de las agencias sino de los medios, pues ellos envían unas 30 informaciones diarias sobre el continente a sus 2.500 clientes, y muchas se quedan sin publicar. "El desafío está ahí, en salir del estereotipo, solo se habla de política y de crisis", opinó Coulibaly.

En esta primera toma de contacto se consideró la falta de cercanía como una de las razones que lastran la ausencia de información en la prensa, la radio y la televisión. Sanz se preguntó cuántas historias sobre España se publicarán en África. "Las buenas noticias no son noticia si no hay cercanía de por medio", opinó. También se planteó la ausencia de diversidad de miras. Chinje explicó que un reciente estudio de su equipo ha concluido que el 80% de la información sobre África que usan los medios africanos viene tan solo de dos agencias de prensa: Reuters y Agencia France Press (AFP).

Lejos de acabarse, estos periodistas y algunos más, —entre ellos los redactores de Planeta Futuro y de los blogs África no es un país y Migrados—, se reunieron en el Palacio de Cibeles de Madrid para debatir en varias mesas redondas sobre la visión de África en España y el resto del mundo, sobre el periodismo africano en la era de las nuevas tecnologías, sobre economía, desarrollo, sobre la cultura como herramienta para desmontar estereotipos o acerca de los retos del reporterismo en la era de las redes sociales.

I Encuentro de Think Tanks África-España

Apropiación, relaciones justas y equilibradas con Occidente (incluidos sus think tanks, agencias y donantes), soluciones africanas para los desafíos africanos, muchas más mujeres en puestos de decisión política y económica, crecimiento inclusivo, avisos demográficos, creación de empleo (especialmente juvenil), educación de calidad como derecho básico para todos, paciencia, planificación a largo plazo y, sobre todo, mucha más reflexión e ideas sobre África. Estos fueron algunos de los conceptos escuchados en Casa África en boca de expertos, académicos e investigadores que intercambiaron opiniones y confraternizaron durante dos jornadas. Les invitó la institución de diplomacia pública, económica y cultural en el marco del I Encuentro de Think Tanks África-España, que se celebró el pasado mes de noviembre en su sede, en Canarias.

El evento tenía la intención de sugerir las bases de una red hispano-africana de centros de pensamiento y reflexión, pero acabó convirtiéndose en algo más ambicioso: los primeros pasos reales de una red euro-africana que incluye a grandes nombres del sector think tank como Chatham House, el Instituto de Estudios de Seguridad - ISS, el Centro de Liderazgo Africano o el Centro Europeo para el Desarrollo de la Gestión de Políticas (ECPDM). En total, 25 organismos procedentes de África, Europa y España y con representantes llegados de tres continentes. En su corazón, muchas y combativas mujeres y pesos pesados llegados de Mauritania, Ghana, Sudáfrica, Cabo Verde, Kenia y Somalia como el citado ISS, Africa 2.0, African Youth Panel o el Centro Africano para la Resolución Constructiva de las Disputas – ACCORD. También centros ligados a universidades españolas y con una larga trayectoria de trabajo contrastado en el continente como la Escola de Cultura de Pau o el Grupo de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid. Y, por supuesto, el Real Instituto Elcano, uno de los think tank españoles más reconocidos, y otros centros de reflexión e investigación como el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria.

La reunión concluyó con la firma de una declaración de intenciones con el nombre de Las Palmas de Gran Canaria impreso. El director general de Casa África, Luis Padrón, se comprometió a poner la institución al servicio de la red para favorecer que su trabajo sea efectivo y sostenible. Ofreció la difusión de estudios e iniciativas, la traducción de investigaciones y la puesta en marcha de una plataforma para que los investigadores trabajen y avancen juntos en el marco de esa red. También repetir los encuentros cada dos años. Quizás, de manera anual.

Sesiones de trabajo

El encuentro constó de dos partes diferenciadas y se desarrolló en un ambiente cordial y productivo. La primera parte se celebró bajo la regla Chatham House, a puerta cerrada, para identificar terrenos de trabajo común y buscar posibles sinergias. La segunda parte, abierta al público, contó con dos conferencias y dos mesas redondas, una sobre juventud y oportunidades económicas y otra sobre (in)seguridad en África. La primera corrió a cargo de Victor Borges, de la Fundación de Cabo Verde para el Desarrollo y los Intercambios Internacionales (FDI-CV) y el Instituto Pedro Pires para a Liderança, y versó sobre el papel de los think tank en los países en desarrollo. La de clausura, sobre la relación entre España y los think tank africanos, fue impartida por Ricardo López-Aranda Jagu, director de la Oficina de Análisis y Previsión del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

En esta segunda parte se habló y mucho de la complejísima y frágil Somalia, de Al Shabab y el terrorismo. También de Burundi, un país diminuto e ignorado por los medios mientras sufre una violencia terrible que data de las últimas elecciones, celebradas en julio. Se reflexionó sobre la situación de Sudán del Sur y la de Guinea Bissau. Se mencionó a Costa de Marfil, Nigeria, Mali.

El punto común de todas las intervenciones fue que llegaron desde la documentación e investigación rigurosas, las propuestas sobre el terreno por y para los africanos y la asunción de la complejidad de un continente muy diverso, formado por 54 países y que no se puede explicar en dos minutos de televisión, cinco frases de radio y usando sólo blanco y negro.

El tono lo marcó ya la conferencia inaugural de Victor Borges, crítica con la utilización de los think tank para legitimar relaciones de poder desequilibradas. A su juicio, obran mal tanto los donantes del Norte, que se limitan a citar los trabajos de estos en lugar de aplicarlos, como los países del Sur, que acatan estos mismos trabajos occidentales sin análisis ni debate, integrándolos en sus estrategias de desarrollo de forma pasiva. Borges también llamó la atención sobre los pocos think tank existentes en África, con la salvedad de Sudáfrica. “Los think tanks sólo prosperan con buena gobernanza y aperturismo", argumentó como posible explicación de esta carestía.

Agenda 2063

Moderado por el doctor Alex Vines, el primer panel lo inauguró Natacha Kunama, coordinadora de la Unidad por la Paz del Centro Africano para la Resolución Constructiva de las Disputas (ACCORD). En primer lugar, definió los tres tipos de actores presentes en los conflictos africanos: los internos (gobiernos, sociedad civil, sector privado, desplazados, etc.), los externos (las organizaciones internacionales) y aquellos que tienen un mandato, en el caso del continente, la Unión Africana (UA). Lamentó que el 95% de la financiación para la paz de la UA procedan de fondos externos, pues “dificulta implementar actuaciones sostenibles en el largo plazo”.

En el marco de la Agenda 2063, que persigue un cambio socioeconómico integral en África de cara a un desarrollo inclusivo y sostenible, Kunama habló de Visión 2020, iniciativa con la que el continente debe quedar libre de conflictos en los próximos cinco años. Admitiendo la envergadura de esta tarea, afirmó divertida que es bueno ser ambiciosos y explicó que, para alcanzar tal fin, se han creado la Red Panafricana de Sabios (PanWise) y la Fuerza Africana de Respuesta Rápida ante las Crisis (ACIRC), a la que ya han aportado efectivos cinco países del continente.

Kunama concluyó su exposición comparando los porcentajes de población empleados en el sector público, en el privado y en la sociedad civil en Suecia, Sudáfrica y Burundi. Mientras que en Suecia el 100% trabaja en alguno de los tres ámbitos, el 70% de los sudafricanos y el 95% de los burundeses se sitúa en una especie de limbo fuera de esos sectores. La experta recordó que la violencia no es espontánea ni sinrazón y que se liga a la exclusión de la gran mayoría de la población de las oportunidades económicas y la toma de decisiones políticas. Señaló que el conflicto viene de la frustración por esa falta de expectativas, sobre todo entre una juventud preparada e impaciente que no ve opciones en su camino, y lanzó su aviso a navegantes: África duplicará su población en 2050 y el 80% de ella será joven. Que manejemos bien o mal esta realidad demográfica puede marcar la diferencia entre oportunidad de crecimiento y prosperidad o desastre.

Gustavo Barros de Carvalho, investigador senior en el Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) de Pretoria (Sudáfrica), abordó el complejo tema de la consolidación de la paz. Defendió la necesidad de incluir y comprometer a la amplia gama de actores de los conflictos. “No elegir a dedo a quién involucrar; cuantos más, mejor”, dijo. “Incluso, los llamados terroristas, porque están y no se van a ir”, añadiría su compañera de panel, Natacha Kunama, en el turno de preguntas al hablar de reconciliación. De Carvalho se quejó del cortoplacismo y de los simplistas análisis de conflictos que buscan soluciones rápidas para situaciones complejas. “Tenemos que evitar las respuestas fáciles”, sentenció.

El experto brasileño abogó por centrarse no sólo en las raíces de los conflictos, sino también en sus contextos y las dinámicas que llevan hacia la paz o la violencia. Recordó que los retrocesos en los procesos de paz son normales, previsibles, parte del guión. Mencionó conceptos como largo plazo, apropiación, cuestiones estructurales o desarrollo y crecimiento inclusivo, ligados todos a la resolución de conflictos. Reseñó que las intervenciones en caso de guerra o violencia deben hacerse desde un buen análisis de la situación, siempre en movimiento.

La tercera panelista, Hannah Wambui Kihiu, coordinadora en el Foro Cívico Nacional, arrancó su presentación con un “prefiero hablar de estado frágil en lugar de estado fallido” en alusión al país en el que trabaja, Somalia. Como primer desafío a la seguridad somalí, destacó el terrorismo de Al Shabab, al que uniría la perspectiva negativa de la etnia —por el excesivo protagonismo del mayoritario clan Hawiye—; la desobediencia del Gobierno central de Mogadiscio a las nuevas leyes federales; los desplazados y refugiados; las fricciones entre la población local y la diáspora que ahora vuelve y reclama sus propiedades; así como la problemática relación con los estados vecinos, en especial, con Kenia. Como principales necesidades de Somalia, Kihiu pidió infraestructuras, mejora de los recursos humanos y ayuda en agricultura y ganadería. Acabó manifestando su recelo ante el reciente hallazgo de yacimientos de petróleo en el Estado de Puntlandia.

Tanto la sudafricana Natacha Kunama como la somalí Hannah Wambui Kihiu subrayaron la importancia de las mujeres como parte de la solución a los conflictos africanos. Kihiu afirmó que no tomar en cuenta a las mujeres en el proceso de paz y reconciliación ni en la consolidación política y económica de Somalia lleva al fracaso.

Oportunidades económicas

Bajo el atractivo título de “Los retos del desarrollo económico para la juventud africana hoy”, el segundo panel del encuentro tuvo como moderadora a Grace Obado, presidenta en España de Africa 2.0, convencida de que ser presidente de un país es un trabajo duro. "Por eso, hace falta gente joven, mejor preparada y conectada con el mundo".

En la misma línea, Vera Magan Jawol, vicepresidenta del African Youth Panel en Ghana, declaró que hay desafíos "pero también mucho potencial” en los jóvenes africanos, que “pueden ser una baza para el desarrollo”. Puso como ejemplo la “revolución de los medios de comunicación” que están llevando a cabo mediante el uso de nuevas tecnologías. Jawol aprovechó la tribuna para pedir al partenariado público privado (PPP) que ayude a los jóvenes emprendedores y recomendó a los gobiernos africanos que se comprometan más con su juventud. Llegada del recóndito norte de Ghana, de Tamale, habló con pasión y voz queda de la necesidad de incluir a los jóvenes en las políticas de empleo y de que sean ellos quienes se encarguen de sus asuntos en las administraciones públicas. De ministros de la Juventud jóvenes, de jóvenes cambiando las cosas sobre el terreno.

Por su parte, el investigador senior en el Centro de Liderazgo Africano (ALC) de Londres, Olaf Bachmann, llamó la atención sobre algo que faltó en las independencias africanas: “diálogo con la gente para decidir qué políticas y qué Constitución querían”.

Para Bachmann, los jóvenes africanos pueden ser de tres tipos: los que se rebelan, los que migran y los que sufren en silencio. Planteó que algunos dirigentes africanos quizá ven en la migración masiva de la juventud una válvula para librarse de potenciales enemigos políticos y también, una fuente de ingresos gracias a las remesas.

En la conferencia de clausura, Ricardo López-Aranda, Director de la Oficina de Análisis y Previsión del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, reconoció el valor de los think tanks y de otras instituciones productoras de conocimiento en España que trabajan sobre África y declaró que “nadie se plantea cerrar los puestos diplomáticos en África subsahariana porque es una región prioritaria”.

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