El idilio del príncipe Aga Khan con Portugal, fraguado desde hace más de una década, llega a su momento cumbre: desembarcó el pasado 11 de mayo en Lisboa, justo cuando se acaba de hacer oficial que ha adquirido el Palacio Henrique Mendonça por 12 millones de euros. La Fundación Aga Khan, con presencia en Portugal desde 1983, maneja en su conjunto un presupuesto anual que sobrepasa los 800 millones de euros, dirigidos sobre todo a iniciativas de corte social. El Jefe de los Ismaelitas lo acondicionará para su fundación y para usar el edificio como vivienda, tal para la Infanta Cristina de Borbón en un más que probable condena de su marido, Iñaki Urdangarín
El acaudalado líder la comunidad ismaelita y jefe de la Infanta Cristina en Ginebra llevaba varios meses buscando un edificio de estas características al otro lado de la frontera con la intención de establecer la sede de la Fundación Aga Khan, puntera en diversos proyectos de cooperación internacional. Además, sus planes pasan por reservarse una parte para destinarla a su nueva vivienda.
El palacio alberga en la actualidad la prestigiosa Nova School of Business and Economics de la Universidade Nova de Lisboa, por lo que se abre ahora un periodo para su rehabilitación y adaptación, en manos de un estudio de arquitectos portugueses aún por designar, según el acuerdo firmado.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, invitó a cenar al príncipe para agradecerle su implantación en el país. También le aguardaba el primer ministro socialista, António Costa. Y es que desembarcará con él toda una “troupe”, además de arrastrar otras inversiones específicas que pueden caer como un maná en vista de las dificultades económicas que atraviesa Portugal.
El Palacio Henrique Mendonça
La venta del edificio y su futuro uso se ha convertido en un verdadero asunto de Estado en Lisboa, ya que acogerá la morada más importante del mundo para esta facción del Islam chiíta.
Se trata de un palacio cuya orden de construcción data de la primera década del siglo XX, a instancias del empresario del sector del café Henrique Mendonça, quien encargó el diseño al exquisito arquitecto Ventura Terra. Su ubicación se alza en las proximidades de la Avenida António Augusto de Aguiar, junto a El Corte Inglés. Un precioso parque circunda el edificio, presidido por una cúpula acristalada y una escalera monumental. Los jardines tienen acceso público, algo que no podrá alterarse. Hoy pueden contemplarse esculturas prestadas por laFundación Gulbenkian, de artistas locales como Rui Chafes, José Pedro Croft o Joao Cutileiro.
Se refrenda así el documento rubricado en 2005 por Aga Khan y el Estado portugués, en el que el primero se comprometía a «apoyar activamente los esfuerzos de la República para mejorar la calidad de vida de todos aquellos (ismaelitas) que viven en Portugal, sobre todo a través del desarrollo de proyectos de investigación de nivel mundial en las áreas científica y económica».
Como contrapartida, el príncipe obtiene una serie de beneficios: por ejemplo, la exención total de los impuestos sobre el rendimiento y el patrimonio. La implicación de Aga Khan con el país vecino queda retratada en su penúltima iniciativa para dejar claro que su compromiso va más allá de sus propios intereses. La adquisición del lienzo «Adoración de los Reyes Magos» (1828), del emblema pictórico Domingos Sequeira, ha movilizado a las instituciones culturales del país para que el cuadro no saliera de Portugal. Finalmente, lo compró el lisboetaMuseo Nacional de Arte Antiga gracias a una exitosa captación de fondos que encontró en el príncipe a uno de sus mejores aliados, pues donó 200.000 euros.
Tres décadas de relación
Semejante conexión abarca más de tres décadas. Tuvo su punto de inflexión en 1998, cuando se inauguró un centro ismaelita especializado en la cooperación y el desarrollo, en un acto que contó con la presencia del entonces presidente de la República, Jorge Sampaio.
El príncipe tiene en mente no sólo trasladarse él personalmente a Lisboa, sino fijar la residencia de la fundación en esta ciudad. En la actualidad, se ubica de forma interina en Chantilly, muy cerca de París. Pero él pretende centralizar todos sus servicios en la capital portuguesa.
Únicamente Ontario (Canadá) puede disputar ese traslado, aunque le entusiasma mucho más focalizarse en Europa, donde han arraigado sus vínculos personales y profesionales, tal cual evidencian sus mediaciones para la Infanta Cristina.
Por otra parte, había un proyecto para construir una Academia Aga Khan en Cascais, cerca de Lisboa, pero finalmente se ha cancelado debido a la falta de entendimiento con los propietarios de los terrenos. La inversión global se aproximaba a los 100 millones de euros, que finalmente no entrarán en juego.
Sintra, Oeiras, Almada y Seixal también pujaron por llevarse la citada sede, aunque finalmente sólo Cascais daba las garantías suficientes. Sin embargo, se generó una gran polémica al respecto, dado que los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento que comanda Carlos Carreiras pusieron el grito en el cielo porque, de acuerdo con sus estimaciones, se quebrantaba la ordenación urbanística vigente.
El “exilio” de los exduques de Palma
Si Alfonso XIII vivió el exilio romano y su hijo, el conde de Barcelona, eligió Estoril (Portugal) como lugar de residencia, ahora es la infanta Cristina, nieta e hija respectiva de los anteriores, la que podría cambiar su 'exilio' dorado de Ginebra por Lisboa. La razón de este futuro traslado de país tiene que ver con la decisión del Aga Khan, íntimo amigo del Rey emérito, de cambiar la sede de su fundación de Suiza a Portugal. Y la ciudad que ha elegido el acaudalado líder de la comunidad religiosa de los ismaelitas ha sido Lisboa.
En este lugar ya se han iniciado obras de acondicionamiento para la que será la nueva oficina de la exduquesa de Palma cuando se haga efectiva la 'Operación Lisboa'. Aseguran que esta compra parece estar diseñada para dar una salida digna a la vida de la infanta Cristina y su familia, una vez que su vuelta a Madrid o Barcelona se convertiría en una complicación más para la existencia del Rey Felipe VI. Ahora el Aga Khan es la tabla de salvación de unos Urdangarin Borbón con demasiados frentes abiertos. El más importante, la posibilidad de una sentencia desfavorable para ambos, que incluye la petición de cárcel. Siempre resultarían más discretos los desplazamientos en coche que en avión desde Ginebra. Este sería uno de los puntos importantes para el cambio de domicilio además del económico y el de la aparente soledad en la que vive el matrimonio.
Lisboa queda muy cerca de Estoril y Cascais, donde se sentirían más arropados. Las infantas Pilar y Margarita, al igual que Don Juan Carlos, pasaron allí el exilio de su padre y después vacaciones. Tienen grandes amigos que abrirían las puertas de sus casas a los recién llegados. Respecto al tema económico, Portugal es mucho más barato que Suiza. Hay que tener en cuenta que desde que a Iñaki Urdangarin le rescindieron su megacontrato en Telefónica no ha vuelto a trabajar y oficialmente la única que mantiene la estructura familiar es la infanta Cristina.
En La Caixa, como en otras grandes entidades, existe lo que se denomina un 'compliance legal', que en el caso de la empresa catalana lleva el título de Código de Valores Éticos y Principios de Actuación y no se aceptaría a un trabajador con una imputación como la de la infanta, que dañara la imagen de marca. En el caso de la hermana de Felipe VI su salida sería por decisión propia, ya que su traslado a Lisboa no tendría mucho sentido en el organigrama de La Caixa, a pesar de la creciente presencia de la entidad catalana en el país vecino.. En cambio, dirigir a tiempo completo la fundación del Aga Khan estaría totalmente justificado con una importante remuneración y, sobre todo, no habría que dar explicaciones, ya que el presidente de los ismaelitas contrata a quien quiere y con el sueldo que considere.