El crecimiento económico solo está beneficiando a los que más tienen. La súper concentración de riqueza se ha agudizado en el último año, amenazando la estabilidad y el crecimiento mundial. Ocho personas concentran en sus manos el equivalente a la riqueza de otros 3.600 millones, la mitad más pobre de la población mundial, según ha denunciado la ONG Oxfam en el informe “Una economía para el 99%”. La organización achaca la responsabilidad de esta situación, que califica de “extrema, insostenible e injusta”, al modelo económico actual, “al servicio del 1% más rico de la población”.
El panorama es igual de desolador en todas las regiones del planeta. En Vietnam, por ejemplo, el hombre más rico del país gana en un día más que la persona más pobre en 10 años. En Estados Unidos, según un estudio del economista Thomas Piketty, los ingresos del 50% más pobre de la población se han congelado en los últimos 30 años, mientras que los del 1% más rico han aumentado un 300%. La suma de los salarios anuales de 10.000 trabajadores de las fábricas textiles de Bangladesh equivale al sueldo del director general de cualquier empresa incluida en el índice bursátil FTSE 100, según cálculos de Ergon Associates. España tampoco es una excepción: pese a un crecimiento de su PIB desde 2014, la desigualdad se cronifica e intensifica. Este incremento se debe a una concentración de la riqueza en menos manos, a la vez que se produce un deterioro de la situación de las personas más vulnerables.
En particular, Oxfam apunta a las grandes empresas, acusadas de estar “al servicio de los más ricos” y de guiarse por un único objetivo: maximizar la rentabilidad de accionistas e inversores. En 2015, las diez mayores compañías del mundo obtuvieron una facturación superior al total de los ingresos públicos de 180 países. Sin embargo, este crecimiento no se distribuyó entre todas las capas de la sociedad.
El salario del trabajador o del productor medio apenas ha aumentado en los últimos años o incluso se ha reducido. En la India, por ejemplo, el director general de la principal empresa tecnológica del país gana 416 veces más que un trabajador medio del grupo. Para ahorrar en costes empresariales, algunas compañías incluso recurren al trabajo forzado o en condiciones de esclavitud. Las mujeres y las niñas son explotadas en las condiciones más precarias y representan la categoría peor remunerada.
Entre las estrategias para tributar lo menos posible, el informe denuncia el utilizo de paraísos fiscales, una práctica que causa pérdidas anuales de al menos 100.000 millones de dólares para los países en desarrollo. Una vez más, los más pobres pagan el precio más elevado. En Kenia, por ejemplo, las exenciones fiscales generan pérdidas anuales de 1.100 millones de dólares, una cifra que duplica la inversión en salud en un país caracterizado por una elevada probabilidad de que las madres mueran durante el parto. En 2015, las diez mayores compañías del mundo obtuvieron una facturación superior al total de los ingresos públicos de 180 países
Oxfam denuncia que las empresas utilizan su poder para garantizar que tanto la legislación como la elaboración de políticas nacionales e internacionales se diseñen a su medida, para proteger sus intereses y mejorar su rentabilidad, como demuestran, por ejemplo, los privilegios fiscales logrados por las petroleras en Nigeria. Este tipo de “capitalismo clientelar y cortoplacista”, además, coloca en una situación de desventaja a las pequeñas y medianas empresas, incapaces de hacer frente a las grandes corporaciones.
Oxfam analiza también las riquezas de 1.810 milmillonarios incluidos en la lista Forbes 2016, un 89% de los cuales son hombres. En el conjunto, poseen 6,5 billones de dólares, la misma riqueza que el 70% de la población más pobre de la humanidad. Una tercera parte de este patrimonio tiene su origen en la riqueza heredada, mientras que el 43% está vinculado a relaciones clientelares. Esta riqueza crece en un promedio del 11% anual desde 2009, una tasa muy por encima a la de un ahorrador medio. “Los super ricos no son solo receptores pasivos de la creciente concentración de riqueza, sino que contribuyen activamente a perpetuarla”, subraya el informe, por ejemplo a través de sus inversiones. Los más poderosos de la sociedad controlan la mayoría de las acciones, lo que les convierte en los principales beneficiados del modelo empresarial actual, generando un efecto multiplicador de riqueza para los ya súper ricos.
El estudio de Oxfam estima en 14.000 millones de dólares al año las pérdidas para África derivadas del uso de paraísos fiscales por parte de los milmillonarios. La organización calcula que esta cantidad sería suficiente para garantizar la atención sanitaria y salvar la vida de cuatro millones de niños y niñas al año o para permitir la escolarización a lo largo del continente.
Los tres más ricos de España
La brecha de las desigualdades se agranda en la España hija de la crisis. Según datos correspondientes a 2016, las tres personas más ricas de nuestro país poseen la misma riqueza que todos los habitantes de Cataluña y la Comunidad de Madrid juntas. Se trata del fundador y máximo accionista de Inditex, Amancio Ortega, su hija Sandra y el presidente de Mercadona, Juan Roig. Estos y otros datos se extraen del último Informe sobre la desigualdad en España elaborado por Intermon Oxfam y que se presenta este lunes en Madrid. Otro número que impresiona: las tres fortunas mencionadas tienen lo mismo que el 30% más pobre del país. Mientras las clases más bajas pierden poder adquisitivo, además, la élite económica va en aumento. Durante el pasado año hasta 7.000 nuevas personas han engrosado la lista de millonarios en España (en torno a 20 al día). Al mismo tiempo, el 30% más pobre de la población española sufrió una caída en más de un tercio de sus rentas (33,41%). Datos que, según apunta Oxfam, ponen “de manifiesto la creciente vulnerabilidad de un tercio de la población española”.
Según este trabajo, el 10% de los españoles más ricos poseían el 56,2% de la riqueza total del país en 2016 (es decir, 4,2 millones de personas en España acumulaban lo mismo que más de 42,6 millones). El informe también señala que en el último año, a pesar de las enormes carencias que aún persisten en la economía nacional, 7.000 nuevas personas han pasado a engrosar la lista de millonarios (unas 20 al día).En ese mismo período, el 30% más pobre de la población vio reducida su riqueza en más de un tercio, al caer sus rentas un 33,41%.
Sin embargo, las ya mencionadas tres personas más ricas vieron mejorar su economía levemente (3%). “Esta realidad pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad de un tercio de la población española y la importancia de los mecanismos de redistribución para evitar que queden fuera del sistema”, indica Oxfam. El trabajo recuerda asimismo que el 25% de la población española se halla en situación de pobreza y que el 10% más vulnerable vio incrementar sus deudas durante el último año.