La Embajada en Londres crea un club 'secreto' de banqueros españoles
El nuevo Foro Financiero nace con polémica tras la renuncia del catedrático Luis Garicano a ocupar su presidencia, la ausencia de algunos destacados ejecutivos de la City y la decisión de mantener sus encuentros con carácter confidencial. Una de las obsesiones de la Embajada en Reino Unido durante la crisis de los últimos años ha sido mejorar la imagen de España entre los inversores y bancos de la City londinense, el principal centro financiero de Europa.
Tanto el actual embajador, Federico Trillo, como el anterior, Carles Casajuana, han intentado embarcar a los españoles que trabajan en la City en el proyecto para expandir ese mensaje positivo. La última iniciativa, promovida por Trillo junto a la Cámara de Comercio en Gran Bretaña, ha sido la creación de un foro privado de banqueros para «movilizar la presencia española en puestos de responsabilidad en empresas y entidades financieras de Londres, sirviendo de foro de diálogo, de seminario de ideas y de plataforma para una mejor proyección de la percepción de nuestra economía y de nuestro país en su conjunto», explican fuentes oficiales.
Pero la nueva organización nace con controversia por la renuncia de algunos invitados a participar y por la decisión de mantener en secreto las reuniones del foro, convirtiéndolo más en un club privado que en un centro de discusión abierto, según admiten algunos de sus miembros. Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics (LSE), rechazó la propuesta de ser el presidente del Foro, que finalmente ha sido ocupada por Ahmad Rahnema, profesor de la escuela de negocios Iese. Trillo pidió inicialmente a Garicano que ocupara la presidencia del foro para darle un toque de prestigio académico en círculos británicos. Pero según fuentes de la City, el profesor de la LSE y consejero de Liberbank renunció a ese puesto por falta de independencia política del Foro (hay tres miembros de la Embajada sobre un total de 25 miembros), por las dudas sobre el nivel final de los participantes y por la falta de apoyo financiero y técnico para preparar los debates y análisis del foro.
Otro revés se ha producido después de que varios de los principales españoles de la City no acudieran a la cita inaugural, celebrada en la sede del bufete White & Case en Londres el 3 de marzo. Pese a que esta reunión tuvo como invitado especial a Antonio Carrascosa, director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), fue notable la ausencia de destacados directivos de bancos y fondos de inversión como Manuel Falcó (Citi), Javier Oficialdegui (UBS), Jesús Olmos (KKR), Emilio Saracho (JP Morgan) y los antiguos ejecutivos de Santander que ahora están en Lloyds como Juan Colombás y Antonio Lorenzo. Aunque algunos banqueros alegaron problemas de agenda y otros aseguraron desconocer la convocatoria del encuentro, personas cercanas al denominado Foro Financiero Español afirman que el nivel final de los participantes ha quedado por debajo de lo pretendido por Federico Trillo y por la Cámara de Comercio española en Gran Bretaña.
Otra cuestión polémica ha sido la decisión de los miembros del foro de desarrollar de manera secreta sus cónclaves, sin utilizar sus conclusiones para hacer lobby ante otros reguladores y organismos. Algunos componentes abogaron por dar publicidad a los encuentros para trasladar a la opinión pública y a los inversores la mejora de la economía española, pero la mayoría pensó que los banqueros perderían espontaneidad para opinar si no era bajo estrictas reglas de confidencialidad. Esto distancia al foro español de un órgano similar que tienen los franceses de la City, que mantiene una amplia actividad pública. El objetivo del foro, que tuvo un encuentro preliminar en la Embajada el 30 de enero en el que Trillo arengó a sus miembros, es organizar reuniones cada dos o tres meses para debatir la situación de la economía española. En ese acto en la Embajada, Trillo indicó que el Foro es «privado», pero contará con "el apoyo de la Embajada bajo el auspicio de la Cámara».
A la reunión del 3 de marzo acudieron, además de Ahmad Rahnema y el invitado Antonio Carrascosa, varios directivos españoles que trabajan en Londres como José María Nus (Santander UK), Ricardo Laiseca (BBVA), Arturo Recio (HSBC), Bárbara Carmona (CaixaBank), Sergio Gámez (BofA Merrill Lynch), Álvaro Huete (Société Générale), José Antonio Carretero (Morgan Stanley), Eduardo Barrachina (White & Case), Juan Carlos Machuca (Uría Menéndez), Javier San Basilio (Mapfre) y Enrique Ibañez (Apollo Global Management). En representación de la Embajada acudieron José Manuel Gutiérrez, consejero de Finanzas, Blanca Sánchez-Robles, consejera de Empleo, y José Antonio Zamora, director de la Oficina Comercial. Por la Cámara de Comercio acudieron su presidente, Javier Fernández, y el secretario general, Igor Urra. Otros miembros del foro que no pudieron acudir a la reunión son Carlos Franqués (Sabadell) y Antonio García Pascual (Barclays). En el encuentro, indican fuentes de los asistentes, Antonio Carrascosa explicó la reciente venta de un 7,5% del capital de Bankia por parte del Frob.
El director del fondo estatal explicó que la operación da más liquidez en bolsa al valor, haciéndolo más atractivo para los grandes inversores, pero admitió que todavía hay discusiones sobre la potencial fecha de venta del resto del capital del Gobierno en el banco. «Puede ser en tres meses, seis meses, o dos años», dijo. Durante su viaje a Londres, Carrascosa también mantuvo otros encuentros con inversores financieros para explicar la situación de las entidades participadas por el Frob.
Esperanza Aguirre en el Parlamento británico
Fiel a su estilo liberal, Esperanza Aguirre aprovechó su intervención en el Parlamento británico a puerta cerrada para aplaudir que en Reino Unido se valore la originalidad y la excentricidad frente al pensamiento único de que “todo el mundo piense igual”y, en un perfecto inglés, abogó por aliñar con un “toque British” la política española para que los partidos políticos “no sean monolíticos”.
El tirón de la madrileña permanece intacto hasta entre los residentes en Londres: más de 500 personas se interesaron por un acto en el que sólo cabían 180. Aguirre no defraudó a su público: se declaró “anglomaníaca”, pero sacó su orgullo español. “Creo en una buena mezcla de las dos maneras de entender la vida: la británica y la española. Podría ser una fórmula ideal para todo. Con unas gotas de anglomanía, todo en España marcharía mejor”, matizó.
Aguirre admiró el patriotismo de los británicos, “que les lleva a defender siempre los intereses de su patria” y alabó el “fair play” que caracteriza a las discusiones en el Parlamento británico y su “question time”, un sistema de control al Gobierno que hace que las sesiones sean mucho más ágiles y directas que en España.
Las expectativas en la madrileña eran tan altas que más de la mitad de los interesados en escucharla no pudieron hacerlo. La British-Spanish Society, que organizó la conferencia de la expresidenta, ofreció a los que se interesaron en asistir a ella a una recepción privada el miércoles por la tarde en un hotel de Londres. Aguirre desembarcó en la ciudad del Támesis el miércoles. Llegó acompañada de su familia y estuvo flanqueada durante su estancia por Federico Trillo, embajador de España en Londres y viejo compañero de Aguirre en la era de José María Aznar.
Fuentes cercanas a la baronesa popular reconocen que es el discurso al que más tiempo le ha dedicado desde que este verano le llegó la invitación desde la British-Spanish Society, una organización dirigida por el periodista británico-español Jimmy Burns Marañón. Aguirre hará hincapié en lo “orgullosa” que se siente de ser española y explicará por qué siente tanta admiración por los ingleses. Según ha podido saber El Confidencial, en su discurso ensalzará su visión de cómo entiende ella la vida en general y la política en particular, conjugando lo británico y lo español como fórmula ideal “para todo”.
Esperanza Aguirre fue una de las escasas representaciones políticas españolas en el funeral que se ofreció a Margaret Thatcher el 17 de abril del año pasado. De riguroso luto y con tocado, no dudó en compartir que sentía una envidia sana de los ingleses. “Todos los partidos políticos y primeros ministros estaban allí. Tendríamos que tomar nota de la excelente organización y de lo orgullosos que se sienten de ser ingleses”, confesó entonces.