La reunión del Club Bilderberg 2015 tuvo lugar este año en el hotel Interalpen Tirol, un lujoso establecimiento situado en el corazón de Austria que está a solo 40 minutos del castillo bávaro donde acaba de reunirse el G7. Los temas de debate en la reunión más secreta y trascendente del año giraron en torno a la inteligencia artificial y el terrorismo internacional pasando por Oriente Medio y las próximas elecciones en EEUU, entre otros temas. Pero la importancia de la reunión de Bilderberg es destacada por ser la más influyente que la reunión del G-7 de las principales economías.
Hace ya 61 años, en mayo de 1954, se celebró la primera reunión del club Bilderberg en el hotel holandés Bilderberg de Oosterbeek (Países Bajos) –de ahí su nombre– y fue auspiciada en 1954 por David Rockefeller y Bernardo de Holanda (padre de la princesa Beatriz, madre del actual rey Guillermo). Una confluencia de intereses entre EEUU y Europa al más alto nivel que ha venido sucediéndose ininterrumpidamente desde entonces en distintos puntos del planeta. Todos los años desde entonces, y por las mismas fechas, 130 personalidades de la política, la economía y los ejércitos del mundo Occidental, se reúnen para hablar del futuro del mundo.
Poco más se sabe con certeza de estas reuniones, pero parece claro que las personas más poderosas de Occidente no se juntan sólo para tomar un café y charlar. También toman decisiones y llegan a acuerdos: a puerta cerrada y sin tener que dar explicaciones a la siempre molesta opinión pública. Desde hace unos años, en una pretendida muestra de transparencia, el club indica la fecha y lugar de su reunión anual, que este año se celebró entre el 10 y el 14 de junio en un lujoso resort de los Alpes, el Interalpen Hotel, cerca del municipio austriaco de Telfs.
Quiénes asistieron
De las 133 personas que se esperaba llegaran a la pequeña ciudad de Telfs-Buchen, Austria, esta semana, 21 son políticos. Entre ellos se encuentra el Ministro de Finanzas británico, George Osborne. Otra figura notable es Ed Balls, exdirigente del partido Laborista, que recién perdió su escaño en el Parlamento en las elecciones generales de mayo, pero todavía se considera lo suficientemente influyente para ser invitado.
Laurence Boone, asesor especial para asuntos financieros y económicos para el presidente estadounidense Barack Obama, al igual que el primer ministro holandés, Mark Rutte, y el presidente de Austria, Heinz Fischer.
Varios de los integrantes del contingente político en Bilderberg están retirados de la escena partidista cotidiana, como el ex primer ministro italiano, Mario Monti, y el ex presidente de la Comisión Europea, José Barroso.
Las empresas y organizaciones de tecnología tienen seis representantes. Eric Schmidt, jefe de Google, estuvo allí, junto con otros dos altos ejecutivos de la compañía.
Henry Kissinger es un asiduo visitante a la reunión de Bilderberg.
Sin embargo, se esperaba la participación de sólo 27 mujeres, en comparación con 106 hombres. Entre ellas se encontraba la presidenta del grupo Santander Ana Botín, la presidenta de la junta directiva de la BBC, Rona Fairhead, y Zanny Minton Beddoes, editora en jefe de The Economist. Una ausencia notable es la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, quien asistió el año pasado.
La única integrante de la realeza en participar es la Princesa Beatriz de Holanda, cuyo padre, el príncipe Bernhard, cofundó las reuniones, celebradas por primera vez en el Hotel de Bilderberg en Oosterbeek, Países Bajos, en 1954.
El general retirado estadounidense David Petraeus, exdirector de la CIA que fue condenado a dos años de libertad condicional y una multa a principios de este año por filtrar material clasificado a su amante, estuvo en Telfs-Buchen. En la actualidad trabaja en el sector privado.
El ex primer ministro francés, Alain Juppé, quien en 2004 fue excluido de la política durante un año por su participación en un escándalo de financiación ilegal de su partido-, estuvo allí también. A menudo es mencionado como un posible futuro presidente del país.
El mundo de las finanzas se hizo presente con 31 asistentes, mientras que la industria y el transporte contabilizan otros 18. La mayoría no son nombres conocidos, pero una de las figuras más polémicas es Michael O'Leary, presidente de la aerolínea europea de bajo costo Ryanair, conocido por sus observaciones francas.
Henry Kissinger, ex secretario de Estado estadounidense, que llegó por primera vez a una reunión de Bilderberg en la década de 1950, regresó de nuevo. Su país encabeza la lista de asistentes con 33. Es seguido por Reino Unido con 12, Francia 10 y Austria con nueve. En total, se esperaba la llegada de personas provenientes de 22 países.
Agenda de temas
La lista oficial de los temas en la agenda de la actual reunión del club Bilderberg es tan vaga que parece no tener sentido, afirmó el periodista Paul Joseph Watson, ofreciendo la que estima como agenda real del grupo secreto de los más poderosos del mundo. El periodista subrayó que lo inhabitual para este año es que la reunión se haya celebrado después del G7 y no antes. “Esto supone que el papel del grupo Bilderberg de no solamente buscar un consenso, sino también tener la última palabra, será crucial este año”, acentuó en su videoblog.
- Según Watson, uno de los temas clave en la actual reunión en Austria fue la inteligencia artificial. Entre los novatos más interesantes del foro se encuentra Regina Dugan, exdirectora de la DARPA y actualmente vicepresidenta de Google para ingeniería, proyectos y tecnología avanzada. Es una pionera en microesquemas ingeribles. Junto con el presidente ejecutivo, Eric Schmidt, y Demis Hassabis, el vicepresidente para proyectos de intelecto artificial, "discutirán con las élites cómo conseguir la aceptación y adopción por el público de las tecnologías del 'gran hermano'".
- El club Bilderberg consideró también la imposición de restricciones más duras en la banca para "eliminar lo que queda de nuestra privacidad financiera", así como una presión coordinada de la UE sobre la venta de metales preciosos. - Watson mencionó que las élites están interesadas en disturbios similares a los de Ferguson, dado que les permiten sacar ventaja del caso, posicionarse como 'salvadores' e introducir soluciones de totalitarismo estatal y económico.
- Prevenir la salida de Grecia del euro y descreditar la campaña británica para su salida de la Unión Europa también estuvo entre las tareas clave. “La UE y la moneda común es el proyecto favorito del club Bilderberg y si este pilar del Gobierno global empieza a desmoronarse, va a socavar lo restante de la arquitectura del Gobierno global, incluido el TPP, que, pese a que no está en la lista oficial, también se discutió en la reunión”, dijo.
- El grupo intentó seguir aislando a Rusia, suministrando armas al Ejército ucraniano y fomentando un amplio enfrentamiento con la OTAN. Este sería uno de los pasos para inhabilitar al BRICS en el desafío al sistema unipolar.
- La invitación a Jim Messina, consejero delegado de Messina Group, una de las organizaciones detrás de la campaña de reelección de Obama en 2012, evidencia que la elección de Bilderberg para las presidenciales del 2016 es Hillary Clinton, también entre los invitados. Por eso se discutió sofocar el apoyo financiero a los potenciales rivales de Clinton. En este sentido serán importantes las conversaciones sobre el futuro de la OTAN, que tiene un nuevo secretario general, y que va a reactivarse para plantar cara a los desafíos de Rusia.
- La insistencia en acabar con el cambio climático es conveniente para Bilderberg, pues tiene grandes intereses económicos puestos en la lucha contra este en torno a las energías renovables.
- El TTIP está completamente relacionado con China, su objetivo último es atacarle. Esto surge en el año 2011, después de la catástrofe de Fukushima, cuando Japón y China deciden comerciar con su moneda, en yenes, y eso altera mucho a los poderes financieros del Bilderberg. Quieren contraatacar con un tratado transpacífico y sacan el TTIP, con el que intentan configurar de nuevo un bloque fuerte económicamente y monetariamente para volver a revalorizar el dólar en el mercado”.
España en Bilderberg
Según Martín, que acaba de publicar un libro que lleva por título “Los planes del club Bilderberg para España” (Temas de hoy), tanto el gobierno de Rajoy como el de Zapatero han seguido al pie de la letra los designios del Bilderberg, por lo que nuestro país no preocupa en absoluto a los gerifaltes del club. La periodista no cree siquiera que les preocupe especialmente la aparición de nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos. “El club Bilderberg lo que no quiere es una España fuerte”, asegura. “Les da igual que gobierne Pablo Iglesias, siempre que puedan controlarlo. Tanto Podemos como Ciudadanos saben dónde está el poder y cómo funciona. Iglesias jamás ha elevado una crítica al club, que es la verdadera casta internacional, porque sabe con quién tiene que aliarse si quiere llegar a gobernar el país”.
Allí asisti por primera vez Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. Repitieron Juan Luis Cebrián, CEO de Prisa y miembro del comité ejecutivo del Club Bilderberg, y Ana Botín, presidenta del Banco Santander. Quien no estuvo fue la Reina Sofía, habitual del club, por razones que solo ella conoce. “Las puertas de Bilderberg siempre le estarán abiertas”, asegura Daniel Estulin, analista de contraespionaje y exmiembro del Servicio Federal de la Federación Rusa (FSB), sucesor del viejo KGB. Este año, para su sorpresa, se vio incluido en la lista de candidatos a un premio Pulitzer y, pásmense, al Nobel de la Paz. “Lo que antes era tachado de consipiranoico se ha convertido en mainstream”, señala Estulin.
La sucesora de Emilio Botín estudió en Bryn Mawr con la élite norteamericana y es una perfecta encarnación del poder financiero: ocupa hoy el nada desdeñable puesto de 18ª mujer más poderosa del mundo, según Forbes, cuando hace cuatro años estaba en el 77. Ella aún es novata en el Bilderberg, pero la institución que preside, el Banco Santander, lleva años representado en la reunión anual. Ana Botín es, además, consejera de Coca-Cola.