La crisis ha provocado una explosión de libros sobre las relaciones de la economía y el poder. Los hay de todos los colores y temáticas. De divulgación, de superación, apocalípticos, académicos… Una nueva aportación es 'El dinero en The New Yorker: La economía en viñetas' (Libros del Asteroide), que acerca la visión del universo del dinero y las finanzas desde el cómic, utilizando las tiras publicadas por la legendaria revista estadounidense que lleva retratando la vida cultural de Nueva York desde 1925. Otros dos libros que abordan el mismo tema desde diferentes persapectivas son: “Memorial del engaño” y “Capital”.
“Tiene el lector en sus manos una rareza: un libro de viñetas sobre el mundo de las finanzas y la economía extraídas de las páginas de The New Yorker. Digo “rareza” porque la nuestra es una revista dirigida a un público para el que el dinero es algo secundario. […] ¿Qué diantres se le pasa a The New Yorker por la cabeza cuando piensa en el dinero? La respuesta inmediata es: bromear sobre la cuestión”. Así explica Malcolm Gladwell en el prólogo la razón de ser de esta antología de viñetas publicadas en la revista The New Yorker desde 1920 hasta nuestros días.
The New Yorker es considerado liberal en el espectro ideológico norteamericano, una vitola en la que encaja algún minoritario sector del partido demócrata. Es punto de encuentro del pensamiento crítico, escaparate literario de lujo (Cheever, Salinger, Updike, Roth, Nabokov, Munro…) y reducto de un periodismo en vías de extinción: profundo, preciso, investigador, caro y aún así rentable. La difusión de su edición tradicional, algunas de cuyas portadas son consideradas obras de arte, supera el millón de ejemplares y constituye la base del negocio.
Además de una hilarante colección de viñetas, “El dinero en The New Yorker” ofrece también un panorama de las cuestiones económicas que han preocupado al hombre occidental en el último siglo; por asombroso que parezca, las tribulaciones económicas que tenemos hoy son muy parecidas a las que tenían nuestros abuelos. Suban o bajen los mercados, estemos o no en crisis, hay una cosa que el ser humano no debería perder jamás: la capacidad de reír. - “Yo también odio ser un cabrón codicioso, pero somos responsables ante nuestros accionistas”.
- “Queremos volver a expresar nuestra firme convicción de que una empresa como El País se debe, como cualquier otra, a sus accionistas”. (Cita de un artículo sin firma, titulado A nuestros lectores, publicado el 11 de noviembre en el “periódico global en español” para justificar el Expediente de Regulación de Empleo con el que se despide con indemnizaciones de saldo a 129 trabajadores, entre ellos algunos de los más prestigiosos periodistas de España).
La argumentación es en ambos casos la misma aunque, por supuesto, en el segundo ejemplo falta el mea culpa que encarnan los términos cabrón y codicioso. Capitalismo puro y duro. Reflejado en hechos en El País. Fustigado con ironía en The New Yorker.
MEMORIAL DE ENGAÑO
El libro se llama “Memorial del engaño”, se publicó recientemente, su autor es J. Volpi. Está escrito en primera persona y presentado como una autobiografía del susodicho. El hombre se autorretrata como un genio del sistema financiero, que está en apuros. Se describe como uno de los tantos talentos que generaron plata del aire en el glorioso siglo XXI y que se vino abajo a partir de la quiebra de Lehman Brothers. Fue acusado por las autoridades de haber cometido un desfalco de 15 mil millones de dólares. El tipo bromea, sin restarse lustre: es menos que los 65.000 millones que dejó Bernard Madoff, pero no es poca cosa. Fugado y escondido en un paraíso fiscal, Volpi comparte su vida en un relato que incluye una mirada cínica y amable sobre el mundo de la especulación financiera, Wall Street y la lógica económica que domina el mundo.
- Volpi escribe y sintetiza: “¿Se puede hacer dinero de la nada? Los alquimistas antiguos trataron de transmutar el plomo en oro a través de un arcano mecanismo de trasmutación. (...) A diferencia de sus ancestros, nuestros modernos alquimistas financieros renunciaron a cualquier materia prima y en su lugar conjugaron etéreas fórmulas matemáticas para enriquecerse a voluntad. (...) ¿Su objetivo? Crear millones de dólares del aire”.
- “Sí, yo defraudé a un centenar de inversionistas. Sí, entre ellos había fondos de pensiones, universidades, hospitales. Sí, engañé a mis amigos, puse en riesgo a mis socios y a mi familia. Sí, soy un monstruo, un peligro para la sociedad. Pero quienes me señalan con sus índices flamígeros mientras contemplan el skyline de Manhattan no son mucho mejores”.
Tras un áspero proceso judicial, en 2013 se publicó en Estados Unidos Memorial del engaño, la supuesta autobiografía enviada por J. Volpi a un agente neoyorquino. Con un tono que revela el cinismo propio de los «amos del universo» que se lucraron sin límites durante la burbuja inmobiliaria, este libro es el relato en primera persona de cómo una pléyade de expertos financieros, inversionistas, reguladores y políticos —y varios premios Nobel de Economía— orquestaron una de las mayores catástrofes económicas de todos los tiempos.
CAPITAL
Todos viven o trabajan en una calle de Londres; algunos se conocen, otros no, pero casi todos acabarán cruzándose. Roger Yount es un banquero de la City que espera una prima anual suficiente para pagar su segunda vivienda; ya tiene dos coches y también quisiera tener dos mujeres. Y que la segunda fuera menos manirrota que la oficial, que no da golpe. Antes de conseguir lo que sueña, se queda sin trabajo, cargado de deudas y al cuidado de su hijo menor, porque su todavía única mujer lo abandona temporalmente. Ahmed es un pakistaní que tiene una tienda y dos hermanos, uno vago y fundamentalista, otro trabajador y demócrata. Cuando llega su madre de Pakistán, está dispuesta a criticarlo todo menos al hijo enloquecidamente religioso... También está Petunia, una anciana que no sabe que en su casa hay escondido medio millón de libras. Y Zbigniew, el albañil polaco, y Smitty, un artista del escándalo y cuyo verdadero nombre nadie conoce, y sólo sabemos que es nieto de Petunia...
Entretanto, la crisis económica acecha a Londres, y al mundo, y cada uno de los vecinos de la calle recibe una postal entre amenazante y siniestra que dice «Queremos lo que usted tiene». ¿Será su vivienda, sus tesoros escondidos, sus deseos, los confesados y los inconfesables? “Capital combina una gran novela de «vidas cruzadas», como lo hicieran en el pasado Joseph Roth, John dos Passos o Stefan Zweig, con grandes frescos contemporáneos, y el resultado es un microcosmos espléndido, irresistible, que sólo una gran novela, o la vida, pueden contener.
«Leer Capital es como estudiar un curso intensivo sobre la transformación de las costumbres y las diferencias de clase de los británicos» (The New York Times).
«Asombrosamente buena; dudo de que este año haya una novela mejor» (Andrew O’Hagan).
«Rebosante de perspicacia, empatía y entusiasmo, su retrato del mestizaje de la metrópolis es, desde todo punto de vista, un gran logro» (Peter Kemp, The Sunday Times).
«Un abigarrado, irresistible relato de la vida en Londres, un retrato precrisis de codicia, miedo y dinero...
Lanchester mueve los hilos de todas estas vidas cruzadas con una pericia infinita. Y la veta de ironía, de ingenio, de comicidad que recorre todo el libro, hace que sea una delicia leerlo» (The Times).
«Capital procede de una gran tradición de novelas llenas de noticias del aquí y ahora, en las que las complejidades del momento presente son observadas con inteligencia y gusto, y brillantemente dramatizadas. Y es evidente que su inteligencia, sus personajes, su comprensión de la realidad, la amplitud de su visión, fascinaran también a los lectores del futuro» (Colm Toibín).
«La gran novela del Londres del siglo XXI» (Leo Robson, New Statesman).