La división vinícola de LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy) se refuerza en su Bodega Numanthia, en Toro, con un nuevo nombramiento: Lucas Löwi, MBA en Dirección de Empresas, de gran experiencia en la industria del vino, ostentará la dirección general de Bodega Numanthia “para consolidar la imagen de Toro como icono de vinos españoles de calidad máxima”. Con la ayuda de un equipo técnico de primera calidad en viñedos y en bodega, este joven argentino nacido entre viñas, firme creyente de los vinos de “terroir”, diseñará un Plan Estratégico en el que fijará sus objetivos a largo plazo. De su nueva etapa en nuestro país, habla para LUJOS DE ESPAÑA y GOLDENSPAIN.COM.
Llegó de Argentina para hacerse cargo de Bodega Numanthia, la joya española del grupo LVMH, y ha encontrado en sus tintos un campo donde ejercitar su pasión por los vinos del Duero. De la misma manera que hizo su antecesor en 2009, el portugués Manuel Louzada, Lucas Löwi ha encontrado en estos vinos un sueño que cumplir. Un sueño y un destino, no en vano la bodega propiedad del grupo LVMH, ha cambiado para siempre la imagen antes ruda de los tintos de Toro para ponerla en el mapa de los vinos más deseados. La Bodega Numanthia ha puesto de relieve el enorme potencial de la D.O. Toro desde que fuera adquirida a la familia Eguren en 2008. Por entonces, la pregunta que se hacían muchos era si los nuevos propietarios serían capaces de mantener un listón de calidad tan alto que incluso había logrado los 100 puntos Parker para su vino Termanthia 2004. La misma pregunta que le hacemos hoy al joven Löwi, con el que hemos hablado no sólo de vinos, sino de lujos, modas y mercados.
– ”Es un desafío –dice– nuestra obsesión por la calidad, preservar el patrimonio único de Bodega Numanthia de viñedos antiguos, sin injertar, que resistieron durante siglos el ataque de la filoxera, el lograr interpretar el “terroir” de Toro y traducirlo a nuestros vinos. Siempre hay campo para enriquecer con nuevas añadas y diferentes mercados. Pero no deja de ser un reto”.
La biografía del argentino es contundente aun para su corta edad de joven directivo.
Lucas, que reportará directamente a Jean-Guillaume Prats, Presidente de Moët Hennessy Estates & Wines, se licenció en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Nacional de Cuyo en 2003. En 2014, obtuvo un MBA del IAE Business School de Buenos Aires, donde se graduó con honores. Comenzó su carrera como Jefe Regional de Ventas con el grupo Coca-Cola en la región de Cuyo, Argentina, en el año 2004. Luego, se unió al Grupo Peñaflor en 2007 como Gerente de Área de la bodega Santa Ana, a cargo de los mercados de América Latina y África. A finales de 2007, Lucas se unió al grupo Moët Hennessy, donde se desempeñó como Gerente de Exportación de Bodegas Chandon Argentina, hasta que en 2011, fue nombrado Gerente Senior de Desarrollo de Negocios de Moët Hennessy Estates & Wines, centrándose en la región América Latina.
– ¿Qué tienen los vinos que no tenga Coca Cola –le preguntamos?
– “Desde niño he vivido la industria del vino muy de cerca. Profesionalmente, busqué la experiencia de pasar tres años fuera del mundo del vino para lograr un gran conocimiento del mercado joven y estrategias diferentes a las que pueda tener una bodega. Tenemos que ser capaces de superar las barreras que aparezcan, como lo hemos hecho hasta el momento”.
Los objetivos últimos son, en este caso para Löwi, llegar a un segmento de población más amplio que el tradicional, más joven y más internacional. Se refiere, evidentemente, a ese gran público emergente que nace de países con alto poder adquisitivo y gustos tan refinados como el de los países occidentales.
También como su antecesor, del que heredó un mismo sentimiento de gusto por los grandes vinos y una amistad personal que traspasa fronteras, la pasión de Lucas y su inmersión en el mundo del vino tienen raíces en su familia desde hace muchos años.
Nació en Mendoza, Argentina, al pie de la Cordillera de Los Andes, rodeado de viñedos de altura y familiarizado ya con las viñas cultivadas en extremas condiciones climáticas. Después de haberse dedicado al mundo del vino durante los últimos diez años, Lucas comienza una nueva etapa con el gran desafío de dirigir Bodega Numanthia, que cuenta con un patrimonio único de viñedos de pie franco de más de 100 años de edad. Estas viñas, de la variedad Tinta de Toro, resistieron con tenacidad el clima extremo de la zona, así como la plaga de la filoxera que se extendió por toda Europa en el siglo XIX.
– ¿Qué mandato tiene para la bodega?
– “Como Director de Bodega Numanthia, procuraré preservar este patrimonio y trasladarlo a los vinos de la gama, Numanthia y Termanthia, para ofrecer vinos intensos y elegantes al tiempo, que continúen siendo iconos de Toro en España y en el mundo”.
Bodega de culto
¿Hay vinos de gran lujo? Pues parece que sí. O al menos eso han debido pensar los responsables del grupo líder a nivel mundial de este mercado, cuando adquirieron el 100% de la Bodega Numanthia, ubicada dentro de la denominación de origen Toro.
La compra inclu 40 hectáreas de viñedo que la bodega toresana poseía en distintos parajes del término municipal de Valdefinjas, Zamora, así como las tres marcas que comercializa y responsables en buena medida de que los vinos de Toro sean conocidos en todo el mundo: Numanthia, Termes y Termanthia.
Este último es un vino de pago de escasísima producción (se elabora con el fruto de 4,8 hectáreas situadas en el teso de Los Carriles y con una edad de 140 años) bendecido con un 100 sobre 100 por el gurú mundial del vino Robert Parker, un privilegio que en su lista de 2007 ha compartido con otros cuatro vinos españoles: el Pingus de Peter Sisseck (Ribera del Duero), el Clos Erasmus de Daphne Glorian (Priorato) y los vinos riojanos Contador de Benjamín Romeo, Viña El Pisón de Artadi, y el Gran Reserva de Fernando Remírez de Ganuza. Se trata de un hecho insólito para España en los 25 años que lleva publicando este crítico de vinos estadounidense su revista y que considera el cien como la perfección absoluta.
Con esta compra, el grupo LVMH incorporó a su exclusivísimo portafolio de marcas tres vinos de Toro que se unen a otros de clase mundial que esta multinacional de origen francés ya posee, entre los que figuran vino míticos como el Château d’Yquem, el Sauternes más cotizado, además de campanes únicos como Krug, Dom Pérignon o el más popular Moët&Chandon.
– ¿Qué autonomía tendrá para aportar sus ideas al grupo?
– “El grupo LVMH tiene el lujo de poseer bodegas en los mejores terroirs del mundo. Bodega Numanthia es la joya, donde tenemos los viñedos más antiguos y la elaboración más artesanal jamás vista. Somos una bodega boutique donde todo se hace localmente, recibiendo un fuerte respaldo desde el grupo y una perspectiva más global”.
Un grupo de lujo
LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton es una empresa que engloba las 70 marcas de lujo en sectores como vinos y bebidas espirituosas, moda y peletería, perfumes y cosméticos, relojes y joyería, y ventas al menudeo, entre otras actividades. Bernard Arnault es el CEO y actualmente ocupa el lugar 13 de los hombres más ricos del mundo con una fortuna personal de 39.900 millones de dólares. Por sí sola, la marca Louis Vuitton ocupa el lugar 32 de las marcas globales más valiosas del mundo y está valorada en 27.445 millones de dólares según el estudio 2015 Brandz Top 100 Global Brands, de MillwardBrown.
LVMH opera en cinco sectores comerciales a través de más de 60 compañías subsidiarias. La división de Vinos y licores comprende marcas tan prestigiosas y exclusivas como: Moët & Chandon, Dom Pérignon, Veuve Clicquot, Krug, Mercier, Ruinart, Château d'Yquem, Cheval Blanc, Hennessy, The Glenmorangie Company, Belvedere, Domaine Chandon California, Bodegas Chandon, Domaine Chandon Australia, Cloudy Bay, Cape Mentelle, Newton, Terrazas de los Andes, Cheval des Andes, 10 Cane Rum, Wenjun, Numanthia...
Con una elaboración meticulosa y tenaz, definida por los pequeños detalles, Bodega Numanthia, que debe su nombre a la resistencia “numantina” con la que resistió a la filoxera, ha evidenciado cómo se puede extraer un gran potencial de elegancia y refinamiento en vinos duros de origen. Cuenta con una producción corta y de sólo tres vinos: El Numanthia es la referencia principal de la bodega, resultado del ensamblaje de diferentes fincas de entorno a los 80-100 años de antigüedad (la más joven tiene 65 años) que proporcionan una fruta concentrada de intensidad remarcable, con un paso por barrica nueva de roble francés de 18 meses; el Termes es el "pequeño" de la familia, un vino afrutado, vibrante; y, por último, el Termanthia es el tesoro de la bodega, un vino atemporal, complejo y elegante del que sólo se producen entorno a las 6.000 botellas anuales. Aparte de la concienzuda selección de la uva, el despalillado manual, y el pisado de la uva con los pies, la principal característica en su elaboración es el doble paso por barricas nuevas de roble francés y sin clarificar ni filtrar, en primera instancia para macerar antes de la fermentación y posteriormente para su envejecimiento durante 22 meses.
– ¿Cuál va a ser el valor añadido que le va a aportar a la bodega Lucas Löwi?
– “Entusiasmo, energía, experiencia, pero sobre todo pasión y perseguir un sueño que traigo desde niño. Me incorporéa LVMH a finales de 2007, donde me desempeñé como Gerente de Exportación de Bodegas Chandon Argentina, hasta que en 2011 fui nombrado Gerente Senior de Desarrollo de Negocios de Moët Hennessy Estates & Wines, centrándome en la región América Latina. Pero antes había trabajado en Bodegas Santa Ana para América latina y África. después grandes vinos como Terrazas de los Andes y Cheval des Andes, que me ayudaron a entender que para la elaboración de cada vino debíamos entender la importancia de los diferentes terruños en Argentina, cuáles eran los factores críticos para definición cualitativa de cada variedad, la fecha más adecuada de cosecha y después la técnica de elaboración y envejecimiento más adecuada para cada una de ellas. Todo este aprendizaje y experiencia me ha sido de gran utilidad desde que he llegado a Toro, región en la que intentaremos expresar las características únicas de nuestro “terroir”, pero con una imagen particular gracias a la perspectiva lograda durante estos años”.
El mercado español
– “Spain is different”, dicen.
– “He aprendido la diversidad de los terruños y las variedades, y qué decisiones hay que tomar en cada momento para llegar a donde quieres, porque las escalas son muy distintas. Los viñedos en Argentina pueden ser 200 veces más grandes y una vendimia de Toro la podríamos hacer en medio día. Le puedo adelantar que conozco bien la industria del vino en España y su riqueza de bodegas y productos. Estoy ilusionado e impaciente por empezar a andar”.
– Ya sabrá que Toro era una DO con un historial bastante infravalorado: vinos gruesos, “de arrieros” decían.
– “Bueno, ha cambiado bastante en los últimos años ¿no?. Cada microclima tiene su expresión, y a ella hay que atenerse. Termanthia es un vino de pago único. Numanthia tiene tres, cuatro o cinco componentes y, al menos, un 85-90% de cada depósito viene de un terroir preciso. El desafío mayor del enólogo es hacer vinos que sean accesibles hoy, pero con un potencial de envejecimiento de 20 o 30 años.Por lo que sé, hay pocos lugares en nuestro planeta en los que se reúnen condiciones perfectas para elaborar vinos únicos y, sin duda, Tesos los Carriles es uno de ellos. Sin embargo, creo que también debemos tener en cuenta que hay algunos ejemplos por todo el mundo en los que se elaboran vinos de gran calidad, en mayor cantidad, en regiones tan privilegiadas como la nuestra”.
Con unas 5.800 ha, de las que 1.600 son de viñedos viejos, Toro es una región más bien pequeña. Los suelos arenosos no permitieron a la filoxera entrar su momento. Debajo, una cama de arcilla retiene la humedad y hace a la arena funcionar como una esponja.
Algo perfecto en añadas, como 2012, en la que cayeron menos de 200 mm de lluvia. Luego, dependiendo de la zona, se encuentra más arena o más cantos rodados, que son los que modifican la expresión.
– Usted ha trabajado fundamentalmente con vinos del llamado Nuevo Mundo. ¿Qué pasará con los vinos españoles en esa guerra de filosofías y mercados.
- “Bueno, yo veo los vinos españoles de forma diferente. Viajar por todo el mundo te permite conocer muchas técnicas, estilos y preferencias de los consumidores. Cuando viajo o cato vinos de otras regiones, siempre los miro de forma muy positiva buscando características interesantes que me pueden dar nuevas ideas o servir de inspiración para los vinos que queremos hacer”.
– Vuelvo a una pregunta anterior, pero que parece dar la clave de uno de los mayores problemas que tiene la industria vitivinícola española: saber vender el vino fuera acorde con su calidad y no como excedente.
- “Siempre he admirado España por la capacidad de poder ofrecer vinos de alta calidad más tradicionales, de regiones como La Rioja, Jerez y Ribera del Duero, a la que vez que de regiones más pequeñas, de muy alta calidad y con un estilo particular, un mejor equilibrio entre la expresión del terruño y la impresión del enólogo. En este caso encontramos regiones como Toro, Bierzo, Priorato, Jumilla,… Una vez que conseguimos vinos así, con personalidad única y buena relación calidad/precio, creo que en el largo plazo debemos seguir concentrándonos en la elaboración, desarrollo y venta de vinos embotellados de más alto precio y en menor medida en la venta de vinos a granel. La cocina española y el creciente número de restaurantes pueden ser el mejor camino para que los consumidores de todo el mundo aprecien sus vinos. Por ello creo que hay una gran oportunidad de, con una comunicación clara, ayudar al consumidor a conocer la región, quizás visitándola, y conocer el tesoro increíble que aquí se encuentra: viñedos que permiten elaborar vinos tintos increíbles”.
– ¿Cómo ve su futuro en la bodega y en España?
– “Yo vengo a continuar una labor que empezó hace muchos años. Hay que seguir evolucionando y dar a conocer nuestros vinos a las nuevas generaciones. Enseñarles a beber y a apreciar un producto que define toda una cultura de muchos años”.