LA GRAN FAMILIA: LIBERALES SIN LÍMITE Y A MUCHA HONRA
“Libre, libre quiero ser; quiero ser, quiero ser libre”. Como un mantra que regresa cada año por primavera, el fantasma de la libertad sin límites recorre el mundo: los liberales. Liberales-progresistas, liberalesconservadores, liberales-libertarios, liberales contra los populismos que nos invaden: una fórmula con la que los partidos lavan su mala conciencia. Desde nuestro padre Adán, que como se sabe, era un enamorado del paraíso más utópico, hasta el propio Adolf Hitler, que ejercía el liberal-nacionalismo, el apellido liberal es la piel de cordero con la que se han revestido a través de la historia los radicalismo más extremos. La palabra liberal es una aportación hispana al mundo lingüístico occidental, junto a las de guerrilla y guerrillero. ¿Pero hay alguien ahí fuera que, además de creerse liberal, lo sea de verdad? Grandes días de gloria le han dado el octogenario Mario Vargas Llosa y la siempre incombustible Esperanza Aguirre a la familia liberal y lo que te rondaré, morena.